La ETB sigue emitiendo en analógico desde la CAV para la Comunidad Foral de Navarra. Se trata de una doble irregularidad primero por la continuidad al margen de la ley de la emisión en analógico, y segundo por llevarse a cabo la emisión desde una comunidad autónoma sin permiso de la otra. Buena parte del apoyo a la captación de la ETB en Navarra se justifica desde algunos sectores por la defensa del vascuence. No obstante, llama la atención el desinterés de la audiencia incluso en la propia CAV por su único canal en euskera. Tras finalizar el Tour de Francia, un caramelo que en la CAV se le concedió a la ETB-1, la audiencia de este canal había caído a niveles de entre el 0,6 y el 1% de la cuota de pantalla. En la Comunidad Foral, la última oleada de CIES situaba a la ETB-1 como la televisión menos vista en Navarra. Todo ello a pesar de que el canal en vascuence de la ETB es el más mimado de la cadena, como demuestra el hecho de que incluso siendo ETB-4 un canal temático deportivo las retransmisiones deportivas más importantes se deriven hacia el canal en euskera. En teoría esto debería inflar artificialmente la audiencia de la ETB-1, en la práctica minimiza la audiencia que podrían tener esos eventos. Todo ello certifica el desinterés de la inmensa mayoría de la audiencia por la televisión en vascuence.