Anda estos días muy ocupada la filial navarra del grupo vasco “Noticias” con los apuros económicos de Construcciones Flores, empresa emblemática durante muchos años para el sector de la construcción en Navarra. Tras una serie de informaciones preparatorias, alusivas a los problemas financieros de la constructora, el diario vasco de todos los navarros lanza un editorial en el que diagnostica que la empresa “se precipita al concurso de acreedores”, dejando “una deuda descomunal” además de “a varios cientos de navarros en la estacada”. El noticiero del grupo vasco, extendiendo la sombra de una sospecha indefinida, añade que “los poderes públicos miran hacia otro lado dando pábulo a la sospecha”. Y es que, según afirma de forma inconcreta, en Navarra “se extiende sobre los escándalos económicos un manto de silencio que más bien parecería un pacto tácito”. Por todo lo cual, concluye, “alguien debería urgir una investigación oficial de este caso”.
La empresa como un ser vivo y en lucha con el medio.
Haciendo abstracción del caso Flores, las empresas nacen, algunas crecen, después declinan y todas mueren. Para comprobarlo no hay más que repasar los nombres de las empresas más conocidas hace 100 años. En el mejor de los casos, como las personas, completan todos los pasos. Exigir que una empresa no desaparezca nunca o no atraviese etapas de crisis no sólo es difícil, es que es pedir un imposible. Sin embargo, a pesar de lo que pueda desprenderse a veces de ciertos diarios, la ilusión de un empresario al poner en marcha una empresa no es cerrarla, como tampoco es la ilusión de un padre mientras cambia pañales la de enterrar a su hijo.
El ERE como expresión de la pura maldad de los empresarios.
Cuando los navarros comenzaron a familiarizarse con el nombre de “ERE”, el director del Diario de Noticias no tuvo empacho en arremeter frontalmente contra los EREs asegurando que “forman parte de un modelo laboral construido sobre el recorte de derechos y la ruptura de los acuerdos y consensos sociales básicos en favor del neoliberalismo conservador del que han derivado la desregulación, la amenaza de la deslocalización, la creciente tendencia a la subcontratación o la precariedad y la temporalidad. Los ERE son otro síntoma de un sistema económico sin control político democrático afianzado en el máximo beneficio financiero y en una política fiscal basada en la regresividad y el fraude antes que en la creación de empleo de calidad como base de la estabilidad social y del reparto justo y equilibrado de la riqueza”.
El “eusko-ERE”, o cuando el ERE es el nuestro.
Lo que no explicaba el director del Diario de Noticias, es si todo lo anterior era aplicable también al ERE de Cegasa, empresa cuyo propietario, Juan Celaya, casualmente también es consejero del Grupo Noticias. Cuando CEGASA planteó su propio ERE para irse a China, solicitando el despido de 217 trabajadores, ¿sería que Juan Celaya se mostraba como un exponente más de quienes recortan derechos, rompen acuerdos sociales a favor del neoliberalismo conservador, deslocalizan las empresas y fomentan la precariedad laboral para conseguir el máximo beneficio sin escrúpulos? Nada más lejos de la realidad. Cuando CEGASA presentó su propio ERE, a pesar de todo lo que acaban de leer sobre los EREs, el Grupo Noticias lo apoyó sin reservas e incluso cargó contra el gobierno vasco por no aprobarlo inicialmente:
El rechazo al ERE de Cegasa puede sentar un precedente negativo en otros expedientes.
La oposición sindical a medidas necesarias podría afectar a la viabilidad de los negocios.
Expertos en relaciones laborales constatan que la negativa del Gobierno Vasco "no soluciona el problema de la empresa".
La resolución del Departamento de Empleo del Gobierno Vasco en contra del ERE de rescisión de empleo para 217 personas presentado por la empresa Cegasa de Vitoria, en línea con la posición de los sindicatos, puede suponer todo un referente para que la Autoridad Laboral no pueda aprobar estos expedientes si cuenta con el rechazo de las centrales sindicales a pesar de que, como es el caso de la compañía alavesa, hay causas objetivas económicas, de producción y organización que aconsejan el cierre de la planta por las pérdidas que genera y porque su mantenimiento pone en riesgo su viabilidad. (Diario de Noticias de Alava, 11-2-2009)
Paradojas finales.
El caso CEGASA se presenta así como un pequeño compendio de las paradojas del Grupo Noticias respecto al mundo de la empresa. A todo lo señalado hay que añadir el hecho de que CEGASA, desviando la producción de sus pilas a China, es un claro caso de deslocalización protagonizado por una empresa vasca. Cae por tierra por tanto el argumento de que las deslocalizaciones se evitan asegurándose de que el RH de los empresarios sea negativo, en vez de compitiendo en el valor añadido. CEGASA es también ejemplo de cómo cae por tierra la conveniencia de mantener viva o aferrada a un lugar una empresa a base de ayudas y subvenciones que, a largo plazo, directamente se han perdido. Por último, hay que recordar que sin personas emprendedoras no hay empresas ni puestos de trabajo, subsidios, subvenciones ni contribuyentes que paguen el sueldo de los funcionarios. El mismo Diario de Noticias, a pesar de su constante discurso contra las empresas y los empresarios, es un ejemplo de empresa puesta en marcha y financiada –aparte de los anuncios de contactos- con los recursos generados por una serie de empresarios. Cabe pensar si una empresa es mejor que las demás sólo porque el producto que vende es un discurso contra la empresa. Un producto para el que existe una demanda y que Diario de Noticias satisface mediante el pago de un módico precio. Como todas las empresas, aunque tal vez de un modo más paradójico.