¿Qué es el embargo cubano?
En primer lugar, ahora que ha llegado a su fin, conviene recordar que se trata de un embargo y no un bloqueo, como tantas veces se ha dicho, y ni siquiera un embargo estricto.
Es decir, que el embargo ha consistido en una situación en la que los EEUU prohibían a sus ciudadanos y empresas comerciar con Cuba. Aunque decíamos que no de manera muy estricta, por lo menos en la actualidad, porque de algún modo el 6.6% de las importaciones cubanas llegan desde EEUU lo que los convierte en uno de los principales socios comerciales de la isla. De hecho los EEUU suministran el 96% del arroz y el 70% de la carne avícola a Cuba. Por no mencionar el hecho de que el dinero que los exiliados cubanos en los EEUU mandan a sus familiares que siguen en la isla ha sido durante mucho tiempo el principal ingreso neto de Cuba. O que es habitual ver a actores como Schwarzenegger, Stallone o Clint Eastwood fumando habanos.
Que no se trata tampoco de un bloqueo resulta bastante obvio. Cuba es uno de los destinos más populares de los viajes de estudios, las más importantes cadenas hoteleras españolas tienen un importante negocio en la isla y existe un continuo trasiego de personalidades progresistas entre el resto del mundo y Cuba. Salta a la vista que ningún F-16 trata de derribar el avión de Iberia que lleva a Willy Toledo a la Habana. Si los EEUU ejercieran un auténtico bloqueo militar sobre Cuba nada de esto sería posible, luego resulta bastante evidente por todo lo dicho que nos encontramos ante lo que ha sido un embargo, no un bloqueo, y ni siquiera un embargo demasiado estricto.
¿Por qué se inicia el embargo?
El embargo comienza en 1960 cuando, tras llegar Castro al poder, nacionaliza unilateralmente bienes y propiedades de empresas y ciudadanos de los EEUU. Como represalia, el gobierno de los EEUU establece el embargo.
La época de la URSS
Necesariamente hay que introducir en el relato de los hechos la existencia de la URSS, la Guerra Fría y la división del mundo en dos bloques en el momento en que se produce el embargo. El establecimiento de una dictadura comunista prosoviética no es en definitiva una consecuencia de la ruptura de Cuba con los EEUU sino la causa de esta ruptura.
En 1962 Cuba se convirtió incluso en el centro de un conflicto que ha supuesto el momento en que la humanidad ha estado más cerca de una guerra nuclear global. Fue la famosa crisis de los misiles cubanos, durante la que Cuba decidió convertir la isla en una base de misiles nucleares soviéticos situada a escasos kilómetros de los EEUU. Un ataque nuclear soviético dese Cuba hubiera dejado a los EEUU sin apenas tiempo de reacción, por lo que la instalación de misiles en la isla resultaba inaceptable para los estadounidenses. Es por ello que los EEUU establecieron una línea que si los barcos rusos que llevaban los misiles a Cuba se atrevían a cruzar serían destruidos. Ante la firmeza de los EEUU la URSS decidió en el último momento, con los barcos ya sobre la línea, que sus buques dieran la vuelta, evitándose por los pelos una guerra mundial e incluso nuclear.
No se puede dejar de mencionar, sin embargo, que en 1961 los EEUU habían apoyado una acción armada contra la dictadura comunista cubana, protagonizada por poco más de un millar de exiliados cubanos que intentaron derrocar a Castro por las armas mediante un estrambótico desembarco en la Bahía de Cochinos. La intentona fue fácilmente aplastada por Castro.
La dictadura comunista cubana hizo su apuesta por el bloque comunista, tal y como resulta lógico por su ideología, esperando que sería el otro bloque el que acabaría colapsándose por sus contradicciones internas frente al paraíso socialista. La URSS sustituyó a EEUU como suministrador y socio comercial de Cuba. Lo que pasó fue que el bloque que demostró que sus contradicciones internas y sus principios económicos eran insostenibles fue el de los socialistas. Es decir, desconectado del exitoso bloque socialista debiera haber sido el decadente mundo occidental quien debiera de haberse hundido. Es Cuba quien en último término tendría que haber recibido las pateras de estadounidenses exiliados en busca de pan y libertad. Sólo que la realidad demostró que la visión comunista del mundo estaba totalmente equivocada y fue el bloque soviético el que se hundió.
El embargo como excusa
Durante muchos años el embargo ha sido utilizado como una excusa ante la evidencia de que la vida en Cuba estaba mucho más cerca de ser un infierno que de un paraíso. A la represión y la falta de libertades básicas se sumaba la escasez de los bienes más elementales, el desabastecimiento y la cartilla de racionamiento. Por las calles de Cuba circulan hoy exactamente los mismos coches que circulaban en 1959, literalmente. Es decir, lo que queda de ellos. Lo mismo puede decirse de las casas de Cuba, la mayor parte de las cuales se caen a pedazos por falta de mantenimiento. El embargo, convertido por la propaganda en un supuesto bloqueo, ha servido hasta ahora como excusa para echar al menos en parte la culpa de todo esto a los EEUU en vez de al fracaso del comunismo. La prueba es que con toda probabilidad, una vez levantado el relativo embargo, la situación de los cubanos mejorará muy poco.
El fracaso del embargo
En todo caso, al fracaso del comunismo hay que añadir a su vez el fracaso también del embargo. Si el objeto del embargo era promover la caída del castrismo, después de casi 55 años de embargo resulta bastante obvio que ha sido un fracaso. Cuba ya no es una amenaza más que para sí misma y los EEUU comercian sin complejos con muchas otras dictaduras como China o Arabia Saudita. Lo que no se vislumbra es un camino de salida en Cuba de la dictadura a la democracia.
Si las fuerzas de izquierda que en España reniegan de la transición tuvieran que aplicar su punto de vista a Cuba, tendrían que desear un levantamiento popular armado, un baño de sangre, la ejecución de los Castro y la persecución judicial de todos los líderes comunistas. Nada de proceso pacífico, entrega voluntaria del poder, amnistía ni pacto de convivencia y Constitución común sobre el reconocimiento de los derechos y consensos básicos. Paradójicamente es probable que estas mismas fuerzas quieran para Cuba y los Castro lo que dicen que fue un error para España.
Noticia relacionada: la mediación del Papa Francisco en el fin del embargo
6 respuestas
Yo lo que lamento es que los grandes líderes políticos tienen en cuenta los grandes intereses geoestratégicos y comerciales de las multinacionales, a corto plazo, antes que las sólidas alianzas geoestratégicas y los intereses verdaderos de los ciudadanos de esos países, con unos beneficios estables y duraderos a largo plazo.
Y luego nos encontramos con Libias, Venezuelas, Somalias y Etiopías, Iraqs, Afganistanes pegados a Paquistanes, y Dictaduras Bananeras al Ron CUBANO! ….etc etc.
Con los Principios no se negocia ni se juega, y Obama los ha malvendido para intentar que Hillary llegue a la presidencia.
EE.UU. prepara el terreno para que en el fin del régimen de los Castro sus empresas estén bien colocadas en la parrilla de salida.
A EEUU no le preocupai el pueblo cubano sino volver a mover los hilos en la nueva Cuba que se antoja.
A los comunistas y bolivarianos tampoco les importa el pueblo cubano sino el ejercicio del poder y el disfrute de los recursos cubanos al modo capitalista.
Ambos sirven a la concepción marxista de la vida.
En Puerto Rico, cien años después, se han dado cuenta de la estafa y gana fuerza un movimiento que propone su reintegración a España.
Ahora que se habla de reforma constitucional puede ser la ocasión de abrir la puerta a esos retornos.
Me temo que nuuestros políticos la dejarán pasar evidenciando que no sirven a España ni a sus pueblos sino a los poderes políticofinancieros extranjeros.
Lo que quiere el pueblo cubano es libertad y poder comer . El comunismo y la Revolución no les ha dado ni libertad ni comida , ni viviendas , ni infraestructuras de ningún tipo y sirvieron a los intereses de la URSS comunista , con intervenciones militares por ejemplo en Angola donde los bravos cubanos derrotaron al ejercito racista sudafricano o tuvieron que intervenir en Etiopia .
Ahora bien, bienvenidas sean la reanudación de relaciones USA y Cuba, siempre que eso suponga igualmente una apertura del régimen no sólo en economía sino en libertades como la de expresión,de información y las libertades públicas, para que el pueblo cubano pueda elegir a sus gobernantes . La cuestión está si esa reanudación supondrá el fin de la tiranía comunista.
Cuba no es para los españoles una isla lejana , es muy cercana a nosotros, son algo especial , son en el amplio sentido de la palabra hermanos: de sangre, de lengua y de cultura. No se olvida ni se disipa por el tiempo el recuerdo español aquella Cuba, como no se olvida Puerto Rico ni las Filipinas, Guam , Palaos , entregadas en un “diktat” parisino a los yanquis vencedores en una guerra de agresión contra España, ni se olvidan los españoles caídos en combate, por enfermedades en aquellas tierras . Ni olvidamos que también en definitiva tuvimos posteriormente que entregar a Alemania por venta Las Marianas y ,Las Carolinas.
Por ello , nos alegramos aunque fuera cualquier otro pueblo si puede mejorar en libertad y porque parafraseando a Terencio “ nada de lo humano nos es indiferente “, pero mejor si sirve a la libertad del pueblo cubano, sometido a la dictadura comunista . No me cabe duda que si se diera una apertura del régimen, la inteligencia y laboriosidad del cubano mejoraría la situación.
Por más que no dejemos de temer que como en aquella Cuba, rica , con un buen nivel de vida antes de la tiranía comunista, quieran convertir en un garito de yanquis o explotando como ya decía la canción“ …Y seguir de modo cruel la costumbre del delito hacer de Cuba un garito….”, tendrán que evitarlo los cubanos , porque a lo mejor lleva razón el Sr.Estricuel , lo que quieren las EE.UU es que ante el final de la dictadura de los Castro sus empresas estén bien colocadas y yo añadiría “ negocios son negocios” y antecedentes históricos hay. No obstante , bienvenidas la reanudación de relaciones , si redundan en beneficio del pueblo cubano y sobre todo si sirven para que empiecen a salir muchos presos políticos de las cárceles de la “Revolusión”. ¡Y todavía hay personas que creen en los mitos comunistas!.
Que bueno sería una ¡Cuba Libre!.
Un artículo con luces y sombras.
Es muy cierto lo que subraya NC en relación al propagandista y manipulado uso que se hace desde determinados sectores de la palabra «bloqueo» para referirse al embargo e Estados Unidos sobre Cuba, puesto que como bien subraya el artículo un bloqueo es otra cosa y el llamar bloqueo a un embargo tiene un indudable cariz tendencioso y manipulador.
Sin embargo, es muy inexacto decir que la ruptura entre Estados Unidos y Cuba fue la consecuencia y no la causa del establecimiento del régimen castrista.
El primer gobierno salido de la Revolución Cubana no aspiraba a la implantación del comunismo y de hecho la Unión Soviética se desentendió de él por considerar a Fidel Castro un representante de la alta burguesía que no respondía ni convenía a la estrategia soviética.
Fue después (y no antes) de la invasión de Bahía Cochinos patrocinada por la CIA que Castro declaró su propósito de convertir a Cuba en una república socialista; y fue después (y no antes) de que Estados Unidos decretara el embargo que Cuba se acercó a la Unión Soviética buscando un aliado y un mercado que le permitiera subsistir económicamente y resistir nuevos intentos de invasión
(por ejemplo, el famoso acuerdo cubano-soviético de intercambio de azúcar cubano por petróleo ruso sobre el que se cimentó la relación entre La Habana y Moscú es posterior al embargo, no anterior).
Así mismo, resulta muy inexacto el relato que se ofrece de la crisis de los misiles de 1962 y en concreto la apreciación de que «ante la firmeza de Estados Unidos, la Unión Soviética (…) dio orden de que los barcos dieran la vuelta» resulta claramente tendenciosa, ya que NC obvia por completo un dato importante como es el que la decisión de Krushchev de instalar misiles en Cuba fue una clara respuesta a la instalación por parte de Estados Unidos de misiles balísticos Júpiter en Turquía (y Turquía de la Unión Soviética está igual de cerca y supone una amenaza igual para ella que Cuba de y para Estados Unidos).
Los misiles estadounidenses en Turquía se instalan en abril de 1962 y es precisamente en mayo (no antes) cuando la Unión Soviética empieza las gestiones para convencer a Castro de que permita instalar los misiles soviéticos en Cuba como respuesta.
De hecho, como las memorias de algunos de los protagonistas del suceso y documentos desclasificados han probado, la orden de que los buques soviéticos dieran la vuelta y la renuncia a la instalación de los misiles en Cuba lejos de estar motivada de manera simplista por la «firmeza de Estados Unidos» fue una consecuencia de un acuerdo secreto in extremis entre Kennedy y Krushchev por el que Estados Unidos se comprometía a retirar también los misiles de Turquía si la URSS desistía de los misiles en Cuba (y así fue, inmediatamente Krushchev anunció la vuelta de los buques de la URSS, EEUU empezó el desmantelamiento de los misiles norteamericanos en Turquía que en pocos meses estaban de vuelta en Estados Unidos) comprometiéndose también a no volver a intentar invadir Cuba.
De hecho, la contrariedad que generó en muchos círculos políticos, militares y económicos norteamericanos el que Estados Unidos tuviera que recular y dar marcha atrás en la instalación de los misiles en Turquía (que vieron como una muestra de debilidad y una derrota estratégica) se ha nombrado en muchas ocasiones como uno de los elementos que pueden estar detrás del nunca aclarado asesinato de Kennedy.
Y por último la referencia a que en Cuba circulan los mismos coches que hace 50 años, es una afirmación que en la actualidad ya tiene más de tópico mítico que de realidad.
Eso ha sido durante décadas y efectivamente una de las postales típicas de La Habana eran las calles con los coches de hace 50 años circulando derivado del hecho de las restricciones e imposibilidades respecto a la importación de automóviles (Cuba no tiene fábricas de coches), pero eso hace ya casi una década que empezó a cambiar y desde que en 2001-2002 la economía cubana inició el periodo de progresión económica uno de los efectos visibles de la misma es la renovación del parque automovilístico habanero. De tal suerte, que ya no es tan fácil encontrar por ejemplo Chevrolets o Cadillacs circulando por el Malecón, porque la realidad es que cada vez se ven menos (casi siempre utilizados por taxistas cuentapropristas para usarlos como reclamo turístico), mientras que los geely chinos o los seat españoles ya empiezan a ser mucho más frecuentes.
Como bien dice Estricuel el trasfondo de la decisión de Obama de reducir el embargo y volver a establecer relaciones diplomáticas con Cuba tiene una lectura mucho más económica que política y busca de manera muy obvia impedir que las empresas norteamericanas sigan siendo convidadas de piedra en la reactivación económica cubana, impidiendo que el que para muchos analistas norteamericanos es su «lugar natural» de expansión esté siendo ocupado cada vez más por las empresas españolas, canadienses, italianas o chinas (y más aún en un estadio de creciente liberalización de la economía cubana).
A ver si poco a poco, entre todos, vamos escribiendo toda la historia.
La decisión de ordenar el embargo de EEUU a Cuba tiene lugar cuando, en 1960, Castro ordena confiscar bienes y empresas de propiedad norteamericana, la decisión de sumarse a la dictadura comunista soviética fue posterior, aunque la opción de expropiar y nacionalizar ya apuntaba en esa dirección.
Sobre la invasión de Bahía Cochinos, hay que reconocer que fue la gran chapuza (por no decir traición) de Kennedy a los exiliados cubanos, al no prestarles el apoyo de la aviación que había prometido. Al suspender los bombardeos del 16 y el 17 de abril de 1961 contra Castro, Kennedy condenó la operación al fracaso y dio pie a una serie de acontecimientos que terminaron por consolidar la revolución. Hasta el mismo Fidel lo dijo, sin titubear, en una entrevista que mantuvo en La Habana con el profesor Ernst Halperin, del I.T. de Massachusetts. A una pregunta directa de Halperin sobre las causas del fracaso de los invasores, Castró respondió: «Por falta de cobertura aérea».
El fin de la crisis de los misiles, es cierto que se negoció en secreto entre Kennedy y Krushchev, y que acordaron la no invasión de Cuba y la retirada de los misiles rusos de la isla y de los misiles americanos de Turquía; no obstante los EEUU ya disponían de misiles más modernos a bordo de la VI Flota en el Mediterráneo y, por lo tanto, no les importó demasiado retirar los misiles turcos. La cesión fue más de cara a la galería que estratégica pero, efectivamente, en EEUU hubo quien lo tomó como una humillación.
El levantamiento del embargo anunciado por Obama y Raul Castro, sin prácticamente ninguna contrapartida liberalizadora por parte del dictador, me deja el cuerpo con la misma sensación que me dejó la negociación ETA-Gobierno, o la excarcelación de los etarras sin cumplir sus condenas; al final, se negocia de espaldas a las víctimas, que salen derrotadas una vez más. Es el triunfo del pensamiento blando, del relativismo, y de la falta de principios.
El cubano medio es pobre y no tiene libertades,pero no tiene la miseria de las colonias norteaméricanas de Haiti y República Dominicana,dictaduras «liberales» corruptas donde la gente muere por falta de asistencia,cosa que en cuba no; tan malo es el comunismo como el liberalismo,pero los yankees crean estados títeres aun más crueles,como fue en Nicaragua Tachito Somoza o los Duvaliers en el paupérrimo Haiti,el país más pobre de toda América a pesar de pertenecer a la órbita liberal-capitalista.En cualquier caso el embargo fue una chapuza vergonzosa llevada a cabo por quienes tiene un tratado preferencial con la Rep Popular China que ejecuta 2.000 personas al año; más ejecuciones que incluso que el propio EEUU,y que tiene invadido el Tibet,también en eso un poco menos agresivo que USA.Los useños nos robaron a sangre y fuego aquellas bellas provincias de España para crear su Capua de mafiosos y su burdel; esperemos que la gran belleza de arquitectura colonial que guardan La habana y Santiago no sea arrasada ahora por la insensibilidad y el mal gusto yankee y sus excavadoras.