La planta de Landaben, ampliando plantilla, ha sido la excepción este año en un sector automovilístico plagado de EREs. La ausencia del clima de crisis que agobia a otras marcas en estos momentos, ha empujado a los sindicatos hacia un programa de máximos de cara a la negociación del convenio. La dirección de Volkswagen, sin embargo, teme que los resultados de la empresa se vean afectados en los próximos meses. Es por ello que no tiene prisa en precipitar la firma de un acuerdo. Prefiere esperar a comprobar el impacto real de la crisis cuando llegue a la economía en toda su intensidad. Es en esos momentos, calculan, será cuando realmente se puedan delimitar con criterio las principales magnitudes del convenio.
La ventaja del Polo.
La razón principal del buen comportamiento de Volkswagen a estas alturas de la crisis, al parecer, se atribuye precisamente al modelo Polo. Al tratarse del modelo de gama baja de la marca, se convierte en un modelo más demandado en detrimento de otros modelos más caros. Es por ello que las cifras de ventas no se han resentido, al punto que Landaben tuvo incluso que aumentar la plantilla en septiembre. Esta capacidad de resistencia del Polo ante la crisis, sin embargo, se teme que pueda ceder en caso de prolongarse y profundizarse la crisis. Es por ello que, previsiblemente, la firma del convenio se seguirá demorando.