El Diario de Navarra y la ETB

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La maldad intrínseca de la publicidad institucional

A la hora de justificar los impuestos que nos cobran, los políticos nos dicen que es para ponernos un bypass en el hospital cuando lo necesitemos. Lo cual es en parte cierto y en parte no. Una parte por la que no es cierto es que, además de escuelas y hospitales públicos, los políticos se gastan mucho dinero de nuestros impuestos en cosas como la televisión pública. Es decir, la televisión del régimen. En Cataluña y la CAV la televisión del régimen es además la televisión particular de los nacionalistas para la construcción nacional. El dinero público sirve para pagar las operaciones de corazón en la sanidad gubernamental pero también para controlar al personal. No ya sólo por todos los miles de millones que se gastan en las televisiones públicas y sus contenidos, sino también por la forma en que estas televisiones colocan su publicidad.

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En los últimos días ha llamado la atención de algunos observadores que apareciera propaganda de la ETB en la portada del Diario de Navarra, por ejemplo. ¿Y por que un anuncio de la ETB en el Diario de Navarra debería llamar la atención?

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En primer lugar, como señalábamos, porque la ETB es un claro instrumento del nacionalismo al servicio de los gobiernos nacionalistas y de la construcción nacional, incluyendo en ese proyecto la anexión de Navarra a la CAV.

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En segundo lugar porque, al margen de que se tratara del Diario o cualquier otro medio navarro, la ETB es la televisión pública de otra comunidad.

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En tercer lugar porque se da la curiosa circunstancia de que la presidenta del Gobierno de Navarra es una trabajadora en excedencia de la ETB, a la que quién sabe si volverá y en calidad de qué. Claro que la ETB es un auténtico semillero de candidatos para los partidos nacionalistas, al punto que presentar un programa en la ETB se ha convertido en la mejor plataforma de aprendizaje para los líderes políticos del nacionalismo, aunque esto comprometa bastante la teórica neutralidad que debería tener y nunca tuvo la ETB. No nos engañemos, un gobierno no crea y financia una televisión gubernamenal para que luego vaya esa televisión y se haga neutral, o incluso crítica. Para eso ya están los canales privados, o algunos canales privados al menos. Lo que nunca sobra es un medio afín más, controlado por uno mismo y pagado por los demás mejor.

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En cuarto lugar, y quizá es lo que más desasosiego ha producido el anuncio en algunos lectores, porque la publicidad puede servir para comprar la fidelidad de los medios. ¿Por qué en un determinado momento aquí nadie cuestionaba lo que sucedía en la CAN? Porque un buen porcentaje de los beneficios de los principales medios venía de la publicidad de la CAN. Aquí no se empezaron a cuestionar las cosas que pasaban en la CAN hasta que la ruina de la CAN era ya algo inapelable. Los papeles de Flowers no los publicaron los grandes diarios de esta comunidad, sino este medio digital. El mismo medio que insistía en que toda aquella operación, como las fusiones, lejos de ser un síntoma de fortaleza lo era de debilidad. De extrema debilidad. Ahora parece evidente, pero entonces nadie lo decía, tal vez porque, igual que durante algún tiempo algunos políticos venían con los bolsillos cargados de dietas, algunos medios en papel venían cargados de publicidad de la CAN. Por eso inquieta ver en el Diario de Navarra publicidad de la ETB. Más que nada porque alguien, en un momento dado, puede haber pensado que la respuesta a cómo hacer que alguien me deje de morder la mano es probar dándole de comer. Y si encima la comida la paga el contribuyente pues mucho mejor.

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