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El 4 de septiembre del año pasado, Roberto Jiménez proponía un quid pro quo a UPN: el PSN apoyaría los Presupuestos del gobierno foral si UPN apoyaba los Presupuestos Generales del Estado. Inicialmente, la exigencia del líder del PSN parecía un error de táctica al que nadie otorgó demasiada importancia. ¿Qué iba a hacer Roberto Jiménez si UPN se negaba?
La sorprendente respuesta de Sanz.
La sorpresa llegó el domingo 7 de septiembre, tal día como hoy, cuando Miguel Sanz elige Diario de Navarra para realizar una entrevista en la que deja caer la bomba: efectivamente, tal y como exigía el PSN, los dos diputados de UPN podrían votar a favor de los Presupuestos Generales del Estado aunque el PP votara en contra.
El centro-derecha en llamas.
En las horas sucesivas, se cruzan las declaraciones. Todo parece indicar que está sucediendo algo mucho más trascendente de lo esperado. He aquí una pequeña muestra:
–Arenas a Sanz: “La posición del PP y UPN será exactamente la misma, como no puede ser de otro modo”
–Sanz a Arenas: “El señor Arenas que se meta en su casa.”
–Cristóbal Montoro: “estoy seguro de que Sanz no ha querido decir eso”.
–Jaime Ignacio del Burgo a Sanz: “Si el PP vota en contra y UPN no lo hace, Sanz habrá cedido al chantaje socialista y lo habrá hecho por un precio irrisorio”.
–Sanz a Jaime Ignacio del Burgo: “Lo mejor que podía hacer del Burgo ahora es callarse.”
–Jaime Ignacio del Burgo a Sanz: “Nunca me consideré diputado “de” Miguel Sanz. Le ha traicionado el uso del posesivo y me ha recordado aquello de `l’Etat, c`est moi’. Es la tentación de quienes se sienten líderes”
–Miguel Sanz en general: “Me tiraré a la piscina si hay agua; y si no hay agua, desde luego que no me voy a tirar”.
–Samuel Caro, en medio de la confusión: “Esto no quiere decir que nosotros queramos chantajear a Miguel Sanz diciéndole que si no apoya los Presupuestos Generales no vamos a apoyar los presupuestos de Navarra, nada más lejos de la realidad”.
–Patxi Zabaleta: totalmente fuera de juego, el líder de Nabai explicó la polémica creada por Sanz en virtud de su origen, “entre los vapores posteriores a la comida”, por lo que calificó toda la discusión de “entretenimiento social”.
Cumbre en Pamplona.
Todo esto sucede en menos de 48 horas, entre el día 7 y el día 9. Precisamente el día 9, acaso por “casualidad”, le tocaba reunirse en Pamplona a la Comisión de Seguimiento del Pacto UPN-PP. Acude toda la artillería pesada: Sanz, Barcina, Catalán, Cervera… Rajoy, Cospedal, Saénz de Santamaría, Arenas. A la salida de la reunión no sólo no hay ningún mensaje coherente de reconciliación, sino que la imagen de división resulta patética para toda España. Mariano Rajoy, rodeado por doquier de anagramas de UPN, se afana ante las cámaras en retirar al menos el de su propio micrófono. Peor aún, balbucea y suplica a su jefa de prensa que le saque de la sala: “Bueno… a ver si alguien nos corta aquí..”… “¡Qué barbaridad!”… “Por favor, Carmen…”.
A estas alturas, en el centro derecha navarro ya están sonando todas las alarmas.
El quesito: piedra angular de la crisis.
Es entonces cuando Navarra Confidencial trae a colación lo que, inicialmente, era un video de divertimento elaborado meses atrás y alojado en la página en Youtube de Popular TV Navarra. El video donde Miguel Sanz explica la teoría política del quesito. Resumiendo: a la tarta electoral hay que quitarle un 25% de nacionalistas; por tanto, para obtener mayoría absoluta, hay que obtener el 70% del 75% restante. Lo cual, en palabras del propio Sanz, resulta “difícil de narices”. La alternativa a esta dificultad para obtener mayoría absoluta, es el acercamiento al PSN: “menos PSN implica más Nafarroa Bai” y por tanto “menos Navarra”; mientras que “más PSN y más UPN” significa “más Navarra”. Sentencia que Miguel Sanz remata afirmando: “Sin ninguna duda”. El visionado de este video, a la luz de los acontecimientos posteriores, indicaba claramente que la crisis del pacto PP-UPN no respondía a ningún malentendido circunstancial, sino a una estrategia de fondo anterior y muy premeditada. Los acontecimientos posteriores hasta el presente no han venido sino a confirmar este hecho. El video del quesito, por lo demás, pasará a la pequeña historia política de Navarra como el arma humeante del crimen, aparecida en su momento junto al cadáver del pacto.