El desastre de Aralar haciendo de empresario

Más allá del hecho mediático del cierre de Nafar Telebista, los trabajadores de la plantilla critican los «impagos y retrasos injustificados» y la «lamentable gestión económica» de la empresa, «llegando a acumular los trabajadores asalariados deudas de hasta cuatro meses» y, en el caso de los autónomos, «llegando a perder dinero por ir a trabajar».Los trabajadores consideran «totalmente indigno» lo que ha vivido la plantilla y lo que «han sufrido nuestras familias». Todas estas denuncias adquieren un significado peculiar al encontrarse detrás de Nafar Telebista la antigua formación Aralar, ahora diluida en Bildu. Una vez más no da la impresión de que los trabajadores de empresas de progreso vivan mejor que los de Inditex, Mercadona o El Corte Inglés. Y esto sólo puede explicarse por dos motivos: o las formaciones de progreso predican una cosa y practican otra a sabiendas, o el discurso que predican es inaplicable y no obstante lo mantienen. Cuando los predicadores de progreso pasan a gestionar una empresa, se encuentran con los mismos problemas que todos los empresarios y a veces con los mismos tristes finales, si no se pueden atribuir esos tristes finales a la maldad de los predicadores de progreso, tampoco a los empresarios cuando les sucede lo mismo.

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Que las formaciones de progreso no son mejores con los trabajadores que los empresarios es un hecho conocido hace tiempo. Durante la crisis han sido sonados los ERE en los sindicatos. El verano pasado, IU despidió a todos sus empleados en la Comunidad de Madrid, a los que debía varias mensualidades. En el terreno mediático, cualquiera puede buscar información en la red sobre los ERE del Grupo PRISA, del Grupo Noticias, de Público, o de la productora El Terrat de Buenafuente y el Follonero. La realidad va por un lado y la demagogia por otro.

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Ya saben:

#elcambio

#lagente

#derogaciondelareformalaboral

#lostrabajadoresquevotanaladerechasonidiotas

#amancioterrorista

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Añaden los trabajadores de Nafar Telebista que sus problemas no tienen nada que ver con la ETB, en lo cual puede ser que tengan razón o puede que no. Es evidente que las televisiones locales difícilmente pueden ser viables en comunidades tan pequeñas sin financiación pública, y políticamente es evidente que inyectar fondos públicos en las televisiones locales no es lo mismo en un escenario donde ya tienes la ETB que en otro que no. Naturalmente deseamos lo mejor a los trabajadores de Nafar TB, aunque sea acabar recalando en la ETB.