El debate sobre el estado de la Comunidad Foral

El debate de ayer sobre el Estado de la Comunidad Foral de Navarra se caracterizó por ser el último de esta legislatura y el último del presidente Miguel Sanz tras15 años al frente del Gobierno de Navarra. El debate resultó en cierto modo, por tanto, una revisión a los logros de Sanz tras una gestión de 15 años. El presidente contó con la ventaja del intenso contraste entre el discurso de la izquierda y la realidad de Navarra.

Una realidad incompatible con el discurso de la izquierda

Tras 15 años ininterrumpidos de gobierno de la derecha en Navarra, según las tesis de la izquierda, Navarra tendría que ser prácticamente una escombrera. Por el contrario, Navarra es la segunda comunidad con menor tasa de paro del país, la comunidad autónoma en que la población muestra mayor satisfacción con el sistema público de salud, la tercera en renta per cápita y la comunidad con menor porcentaje de población por debajo del umbral de pobreza de toda España. Resulta completamente evidente que hay algo profundamente equivocado en las tesis de la izquierda a la vista de los resultados. Navarra no sólo no es una escombrera tras 15 años de gobierno de la derecha, sino que no hay ninguna comunidad gobernada por la izquierda que no firmara unos resultados como los navarros.

Las comparaciones son muy odiosas

Con el panorama descrito, Miguel Sanz tenía ganado de antemano el debate en el terreno de los datos. Los portavoces de los distintos partidos que se fueron sucediendo en la tribuna, como a continuación detallaremos, eran perfectamente conscientes de ello. Ninguno de ellos quiso saber nada de ningún dato de ninguna otra comunidad ni de ningún otro gobierno.

Zabaleta, UPN y la existencia de Navarra

Durante su intervención en la tribuna, Zabaleta se refirió a la larga permanencia en el gobierno de UPN pronunciando como un reproche que “Navarra existió sin UPN, ha soportado a UPN y seguirá existiendo sin UPN o después de UPN”. Lo cierto es que la frase del líder de Nabai no deja de tener su enjundia, porque el problema de Zabaleta para alcanzar el  poder tiene mucho que ver con la percepción de los navarros de que no podría decirse lo mismo tras 15 años de gobierno de la formación que él representa.

Zabaleta, según anticipábamos, no supo cómo refutar el hecho de que todos los datos de Navarra tras 15 años de gobierno de la derecha la sitúen a la cabeza del estado. El líder nacionalista admitió que se trataba de un argumento “cierto” y no supo atacarlo más que calificándolo de “doloroso”, ya que según él referirse a la situación del resto de comunidades gobernadas por otros partidos supone un “menosprecio de otras regiones” (sic), por lo que reclamó “respeto y no la comparación constante”. Cabe sospechar, sin embargo, que si los datos de Navarra fueran peores que los del resto puede que entonces a Zabaleta le resultara hasta placentero recurrir a la “comparación constante”. Por lo demás, resultaría de gran ayuda para la credibilidad de la oposición que allí donde practica las políticas que pregona los resultados fueran mejores que los de Navarra.

Roberto Jiménez y el tuerto

Si alguien partía desde una posición imposible para criticar al Gobierno de Navarra ése era ayer el líder del PSN. A quien le parecen bien los resultados del gobierno socialista en España, dato por dato, no le pueden parecer mal los resultados de la derecha en Navarra. Roberto Jiménez acusó a Miguel Sanz de utilizar las comparativas para presumir de ser el tuerto en el país de los ciegos, reconociendo implícitamente que los líderes socialistas del resto del país están ciegos. Cabe pensar que no es el argumento más brillante que se podía haber lanzado contra el tuerto.

El líder socialista también trató de restar valor a la situación de Navarra argumentando que cuando comenzó la crisis ya estaba mejor en la salida. Naturalmente habría que preguntarse entonces porqué Navarra estaba mejor que los demás en la línea de salida.

Roberto Jiménez, la crisis, el socialismo y la democracia

Otro momento llamativo de la intervención del candidato del PSN tuvo lugar cuando negó con una cierta indignación que Navarra estuviera saliendo de la crisis: “aunque técnicamente se haya salido de la recesión”, insistió, “no hemos salido de la crisis”. Es un discurso que choca bastante con el de los brotes verdes y la recuperación que maneja su propio partido cuando habla del conjunto de España. Sin embargo, no tan chocante como lo que dijo respecto a la deuda, asegurando respecto a los Presupuestos de Navarra que “llevamos muchos años endeudándonos y esto no puede seguir permanentemente”. No reconocemos al mismo político que hace poco recomendaba endeudarse sin complejos al Gobierno de Navarra.

El líder socialista navarro también tuvo durante su discurso un par de referencias conceptuales a la superioridad de los principios de izquierdas, estableciendo que él no se resignaba a que “los mercados sustituyan a la política y la democracia”, o defendiendo el “principio de igualdad” en nombre del socialismo. Lo cierto es que el libre mercado no sólo no es incompatible con la política y la democracia, sino que podíamos decir que la democracia no es otra cosa que el libre mercado aplicado a la política, de forma que los partidos concurren con su oferta ideológica en libre competencia con otros partidos, para tratar de que los consumidores demanden su producto en unas elecciones. Respecto al “principio de igualdad”, lo cierto es que el socialismo no concibe tanto la igualdad como una carrera en la que todo el mundo corre en igualdad de condiciones, sino como una carrera en la que todo el mundo tiene que llegar a la vez a la meta. Las carreras socialistas, lógicamente, suelen ser un poco lentas.

Roberto Jiménez, elegantemente, aún desde la discrepancia reconoció al principio de su intervención el trabajo de Miguel Sanz a lo largo de sus 15 años al frente del Gobierno de Navarra.

Burguete reclama la presencia de Navarra en el ECOFIN

Respecto a la intervención del líder del CDN, destacó su reivindicación de un asiento para Navarra en el ECOFIN (Consejo de Asuntos Económicos y Financieros de la Unión Europea), tal y como Zapatero ha acordado con el PNV para los vascos a cambio del apoyo a los Presupuestos Generales del Estado.

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