El condón roto: las enfermedades de transmisión sexual crecen un 40% entre 2016 y 2017

Diario de Noticias nos no sorprendía este fin de semana publicando el dato de que los contagios de enfermedades de transmisión sexual han crecido un 40% entre 2016 y 2017, y la tendencia se mantiene.

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Las infecciones de transmisión sexual (SIDA, gonorrea, sífilis y clamidia, principalmente) se han disparado en los dos últimos años y además, se subraya, se aprecia una incidencia particularmente considerable entre la población joven. El Noticias, no obstante, nos tranquiliza señalando que esto ha llevado al Instituto de Salud Pública y Laboral del Gobierno de Navarra, aunque el abordaje es transversal con otros departamentos como Educación e integrado en la estrategia “estatal” y mundial, a trabajar en una nueva campaña de sensibilización al entender que la sociedad ha podido empezar a bajar la guardia ante la propagación de enfermedades de transmisión sexual.

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¿O no?

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El primer hecho objetivo es que, hasta hace bien poco, el discurso dominante nos ha venido vendiendo la idea de que la incidencia de las enfermedades de transmisión sexual venía provocada por falta de información, lo que justificaba masivas campañas públicas de concienciación.

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Vaya, en vez de remedio milagroso el problema se multiplica

Educación, información, insistencia, ahí estaba la clave, eso iba a acabar con las enfermedades de transmisión sexual, con los embarazos no deseados, con el aborto, con la infelicidad en general. Y el que no informaba, por supuesto en los términos en que el pensamiento de progreso determinaba que debía informar, era un criminal y responsable de todas esas horribles cosas que le pasaban a la gente por falta de información.

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El segundo hecho objetivo, sin embargo, es que tras esas campañas masivas la incidencia de las ETS o de los embarazos no deseados no sólo no remite sino que se dispara. ¿Resulta entonces tranquilizador que la respuesta del gobierno vaya a ser realizar todavía más campañas públicas? Y si las ETS siguen aumentando, ¿cuál será la respuesta, volver a insistir en más y más campañas? ¿No tendría más sentido plantearse si no estamos partiendo de alguna premisa incorrecta?

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Insistir en algo que no funciona

Es decir, la idea de que con hedonismo y condón todo solucionado se parece un poco a la idea de repartir armas entre los jóvenes, animándoles a que las tengan y las usen, pero repartiéndoles al mismo chalecos antibala. ¿Nos sorprendería mucho que aumentaran los accidentes por arma de fuego? ¿Y cuál sería la respuesta? ¿Repartir aún más pistolas y más chalecos antibala? En el mundo real de los chalecos antibala, como en el de los condones, a veces no se lleva chaleco, no se usa bien el chaleco o falla el chaleco, lo cual es un punto a tener en cuenta a la hora de decidir en cuantos tiroteos, con quién y cómo nos metemos.

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No es el condón, es el modo de ver la sexualidad

Frente al discurso dominante del sexo hedonista e irresponsable que se ha promovido desde los poderes públicos, existe un discurso alternativo, una visión del sexo basada en la responsabilidad y el compromiso. A largo plazo, además, esta vía puede ser más feliz que la hedonista, por lo que hasta el hedonista inteligente podría apostar por ella. En todo caso la visión progresista de la sexualidad no es más que una entre varias posibles, acaso no la mejor, y desde luego no es presentable que sea la visión oficial de la administración, excluyente y obligatoria.

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Ahora que estamos saturados de información, ¿cómo es que aumentan las enfermedades y los embarazos no deseados? No es que los jóvenes no sepan qué es un condón, es que el intelectualismo moral es una falacia. Una cosa es saber lo que es correcto y otra hacer lo correcto. En este caso, puede que ni siquiera lo supuestamente correcto sea correcto.

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O sea, para acabar con este problema, ¿hacen falta más folletos en los colegios con fotos de vaginas más grandes?

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¿Hay que poner un arco de seguridad a la salida de las escuelas para asegurarse de que todos los niños llevan preservativos?

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¿No estaremos estimulando una sociedad hipersexualizada y tratando después de parchear las consecuencias de vivir en una sociedad hipersexualizada?

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Por supuesto de la subida de las ETS, embarazos no deseados y todas las penas y miserias consiguientes que le ocurren a la gente, si antes la responsable era la religión o el conservadurismo, ahora el responsable es el pensamiento progre, lo que según su propia lógica y los resultados a la vista les convierte en indeseables y criminales.

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Sin embargo, más allá del fracaso de las políticas de progreso y la tentación de devolver uno por uno los adjetivos injustamente recibidos, lo responsable ahora a lo mejor es abordar el asunto de una manera más fría, serena y racional. Sin descalificaciones, pero asumiendo que las soluciones de progreso no están funcionando, aunque asumir tal cosa pueda ser el primer y más difícil obstáculo a superar.

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