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El Consejo General del Poder Judicial, órgano de gobierno del Poder Judicial en España, se ha disculpado a través de la Unidad de Atención Ciudadana de este órgano por las expresiones que contiene el auto del Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona por el que quedó archivada la causa contra Abel Azcona. Dicha sentencia, además de exculpar a Azcona de un delito de ofensa a los sentimientos religiosos, se refería a las formas consagradas como “objetos blancos y redondos de pequeñas dimensiones”, lo que para muchos católicos fue una valoración despectiva e incluso una ofensa gratuita del juez añadida a la del propio Azcona. No es por ser objetos, ni blancos, ni redondos, ni pequeños que es una ofensa utilizar sin respeto unas formas consagradas. Es como igualar la quema de un trapo a la quema de una bandera o valorar un cuadro de Goya por los centímetros de tela o los gramos de pintura. El juez Otamendi mostró la sensibilidad de un centollo si es que no quiso añadir al caso una mofa propia contra los católicos.
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Las palabras del juez Otamendi, en consecuencia, generaron una recogida de firmas en change.org, planteada por la asociación católica Enraizados que consiguió más de 12.000 adhesiones. Fue esta recogida de firmas con miles de personas ofendidas la que se presentó como queja al CGPJ.
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El CGPJ no toma medidas contra el juez porque tal extremo no puede llevarse a cabo a causa de una queja popular o una recogida de firmas, sino que según el artículo 418.6 de la Ley Orgánica de la Ley Judicial y así lo recuerda la nota del CGPJ, «en los casos de denuncia por la utilización en una resolución judicial de expresiones improcedentes, ofensivas o injuriosas», sólo se puede proceder contra el juez «previo testimonio deducido o comunicación remitida por el tribunal superior respecto de quien dictó la resolución».
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La Unidad de Atención Ciudadana del CGJP, sin embargo, responde a la queja que «Respecto al empleo de expresiones empleadas en la resolución, que valora como ofensivas para sus creencias, en esta unidad respetamos su percepción y lamentamos cualquier sentimiento de ofensa». Aunque la asociación Enraizados ha considerado insuficiente esta respuesta, la nota al menos muestra una cierta sensibilidad hacia los creyentes y no deja de ser una pequeña llamada de atención al juez.
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