Ayer fue tendencia en las redes sociales y escándalo monumental entre todas las personas mínimamente informadas sobre la actualidad el cartel desplegado por las calles de Almería por parte del ayuntamiento del Partido Popular. El cartel de marras venía a decir que la pederastia es una agresión sexual condicionada a que el niño diga que no, o sea que la pederastia consentida no sería una agresión sexual y que los niños pequeños (como el de la foto) pueden tener relaciones sexuales a su albedrío.
Como no podía esperarse menos, el Ayuntamiento de Almería y el Partido Popular han retirado la campaña y pedido disculpas por este despropósito, pero cabe preguntarse sin embargo cómo esto ha podido llegar a pasar. O sea, desde que se licita en el Ayuntamiento una campaña, se contrata, se paga, se revisa, se encargan los carteles, se ordena colocarlos, se distribuyen, se colocan… ¿nadie vio que aquello era una atrocidad? ¿Nadie se atrevió a decir nada? ¿O en el Ayuntamiento de Almería se pagan las cosas y se pone el sello sin mirar? Si el cartel fuera una foto de la alcaldesa y el texto algo así como escupan a esta mujer en la cara cuando la vean por la calle, ¿también habrían llegado los carteles a las marquesinas sin que nadie dijera nada?
Tal y como decíamos ayer, el problema es que el mensaje del cartel ya esta más o menos normalizado. Así, resulta curioso comprobar la indignación de Echenique con el cartel cuando Irene Montero defendió exactamente lo mismo, que los menores pueden tener relaciones sexuales con quien quieran si son consentidas, cosa de la que en ningún momento llegó a retractarse. ¿Acaso alguna vez Irene Montero admite un error? ¿Acaso alguna vez se retracta de algo? ¿O es que realmente dijo lo que pensaba? ¿Es por estar abierta de par en par la ventana de Overton que a nadie le llamó la atención el cartel? ¿Todo el mundo pensó que ese tipo de mensajes no desentonan de los que habitualmente vienen de tal o cual administración o de una consejería o concejalía de Igualdad? ¿Para esto ha servido al final tanta gente cobrando en la administración a cuenta de la mujer, la infancia o la igualdad pero que no ve nada, no está atenta a nada o no se entera de nada antes de poner en la calle semejante publicidad?
Como broche final, ayer en El Toro TV una diputada de VOX en el Parlamento de Andalucía ofreció el dato de que la campaña en cuestión le había costado 15.000 euros al Ayuntamiento de Almería. El Ayuntamiento se excusa diciendo que la campaña se contrató sin pasar los controles previos, ¿pero cómo puede ser eso y cuántas cosas más se pagan sin criterio ni control porque no son cosas que acaben desencadenando un escándalo público? Seguro que si la alcaldesa, la concejal o el responsable de turno vivieran con el santo temor de que un error de este tipo les iba a costar el puesto y 15.000 euros de su bolsillo el cartel nunca hubiera visto la luz.
