¿Estamos asistiendo a unos recortes enormes o a unas protestas desmesuradas? Más parece lo segundo que lo primero. A fin de cuentas los recortes no han conseguido de momento evitar el déficit ni que se tengan que subir los impuestos. Los primeros presupuestos de Rajoy sólo son un 1,3% inferiores a los últimos de ZP y los Presupuestos Generales de Navarra son un 10% superiores a los del año 2006 (último año anterior al estallido de las hipotecas subprime) y equivalentes a los del año 2007 en la cumbre de la burbuja y con el record de recaudación. En 2008, 2009 y 2010 se siguió gastando y gastando porque recortar era malo y había que apostar por el crecimiento. Todavía nos siguen castigando los oídos con ese discurso pese a que seguirlo al pie de la letra es lo que nos ha llevado a la quiebra. Ahora hay que desandar todo el camino equivocado y aún sólo hemos llegado, como decíamos, a los niveles de gasto del 2007, cuando los ingresos fiscales batían todos los récords y hablábamos de pleno empleo. Todo hubiera sido distinto si ya en 2008 hubiéramos empezado a apretarnos el cinturón pero en aquel momento hasta en UPN eran keynesianos, tenían planes anticrisis y subvencionaban coches y televisiones de plasma: lo que procedía era endeudarse más para aumentar el gasto y reactivar la economía. No está claro si ahora son liberales o keynesianos sin presupuesto (uno de los estadios más infelices y frustrantes del ser humano).
¿Qué aumento de ratios?
Los datos aportados por el Departamento de Educación abundan en esta impresión de que los datos objetivos no guardan ninguna relación con la magnitud de las protestas. De las 2.727 aulas navarras sólo habrá un aumento de la ratio de alumnos por profesor en 51 de ellas y sólo añadiendo un alumno o dos. Es decir, que pese a sus pobres resultados seguirán siendo mucho más bajos que en el resto de países punteros de Europa o que en la educación concertada. Pero para ver si este aumento de la ratio provoca realmente un empeoramiento de los resultados académicos en el sector público habrá que esperar a otro año, porque en este curso cualquier catástrofe se explicaría por los reiterados paros y huelgas. El gobierno, por su parte, tal vez debería aprovechar para llevar a cabo de una vez reformas que sí estén a la altura de las protestas.
2 respuestas
Si calculas los níños que no van al cole por distintas causas médicas y justificadas tales como gastroenteritis, catarros, virus varios etc, el ratio lo podías aumentar un 10% y no pasaría nada. Súmenles a éstos las bajas por expulsiones por mal comportamiento tales como peleas, agresiones, robos a otros compañeros o profesores…y finalmente, de aquellas niñas musulmanas que al tener la regla, e incluso antes, son desescolarizadas y se les encasqueta el velo sin que nadie, ni autoridades ni los enseñantes muevan un sólo dedo para ayudarlas.
Me temo que hoy me he levantado un poco negativo, …pero acertado.
La educación es una inversión básica para cualquier país y el mas mínimo retoque para mal, aunque sea «solo» uno o dos alumnos mas, no es conveniente hacerlo.
EEUU y Alemania han aumentado el presupuesto para educación y aquí lo recortamos, sabiendo que hay muchísimos más sitios donde meter tijera y no se hace (exceso de políticos, dietas, privilegios varios…). Si al flaquear en economía lo primero que hacemos es recortar la educación, no saldremos nunca de esta espiral.