Resulta frecuente encontrar el nombre de Brian Currin en medios como la ETB, el Gara o los diversos periódicos del Grupo Noticias. Currin, abogado sudafricano, asesor de la “izquierda abertzale” y supuesto “experto” en la resolución de conflictos internacionales, ha venido animando la continuidad del “proceso-trampa” de negociación política con ETA que supuestamente concluyó con el salvaje atentado etarra contra la T-4 de Barajas. Brian Currin ha desarrollado perfectamente en los medios durante los últimos años la estrategia de ETA consistente en internacionalizar el “conflicto”, alimentar la justificación de una negociación política con los terroristas como precio de la pacificación, y presentar a la banda terrorista etarra como un interlocutor del mismo nivel que el estado español.
La sorpresa es que toda esta insistencia por mantener vivo el “proceso-trampa”, según publica el diario El Mundo, ha reportado al señor Currin importantes beneficios. Concretamente, desde el atentado de la T-4 Brian Currin ha cobrado 130.000 euros de la fundación británica Joseph Rowntree Charitable Trust. Al menos en este caso resulta sencillo entender lo que alguien concreto gana con la perpetuación del “proceso”.