Tranquilícense que esto no ha pasado en el presente sino en el pasado; en el futuro, ya veremos.
Juan Rovira y Roure era un político perteneciente a la Liga Catalana que, por su popularidad en la ciudad, fue mantenido como alcalde de Lérida por Luis Companys cuando se hizo cargo de la presidencia de la autonomía catalana al frente de Esquerra Republicana de Cataluña.
Rovira, como católico practicante, tuvo no pocos problemas como líder político en Cataluña y en ese caldo de cultivo cristianofóbico que entró en ebullición a partir de 1931.
En Lérida, según recordaba recientemente un artículo de La Gaceta, el 5 de enero de 1936 se celebró la tradicional cabalgata de Reyes, con la autorización expresa del alcalde. Poco después, la unidad de Mossos d’Esquadra que quedaba en el municipio fue retirada con la excusa de que hacían falta en Barcelona. La realidad es que Rovira y Roure había mantenido el orden, en la medida de sus posibilidades, y se enfrentaba a los milicianos que pretendían instaurar el terror revolucionario desde la checa que habían establecido en la ciudad catalana.
Según una fuente poco sospechosa de derechismo, como el libro «Víctimas de la Guerra Civil» coordinado por el historiador Santos Juliá, en Cataluña hubo 8.352 personas asesinadas por el bando republicano. En julio de 1936 se quemó la catedral de Lérida. 169 personas han sido objeto de un proceso de canonización sólo en Lérida y sólo por razones de persecución religiosa. En ese contexto fue ejecutado el alcalde cuya historia les estamos contando.
Tras la salida de los Mossos, los chequistas implantaron un régimen de terror en la localidad que llegó a la detención del propio alcalde que fue fusilado el 27 de agosto de 1936, en los muros del cementerio municipal. Su cuerpo, sin tiro de gracia, fue arrojado a la fosa común donde compartió destino con otros muchos represaliados.
En el sumario de la “causa” instruida contra Rovira y Roure consta como una de las acusaciones que le costaron la vida que “había hecho celebrar la cabalgata de los Reyes Magos”, una cabalgata que había sido suprimida o cambiada en la mayoría de los municipios bajo el control del bando republicano.
Uno de los enterradores del cementerio, que declaró en la causa general, aseguró que el alcalde murió perdonando a quienes le habían torturado en la checa y le fusilaban en ese momento, a la vez que “invocaba a Jesucristo”.
En el año Juan Rovira y Roure estaba casado y había tenido tres hijos, uno de los cuales murió a edad muy corta en 1930. Fue canonizado en los procesos abiertos por la Iglesia Católica sobre los mártires de la Guerra Civil.
2 respuestas
La Historia siempre tiende a repetirse, sobre todo cuando la olvidamos la mayoría, y unos pocos iluminados se empeñan en volver a ella, con la esperanza vana de que por fín esta vez van a ganarla y podere vengar a saco de una guerra en la que nunca participaron.
Cuánta villanía, cuánta estupidez ayudando a la villanía.
Y es que el Mal triunfa cuando las personas de Bien no hacen nada ppr evitarlo….
¿ UNA TRANSICIÓN MODÉLICA?
¿Fue modélica la TRANSICIÓN?. Modélica, no sé. Eficaz y práctica, sí.. De terciopelo, también. ¿Hubo voluntad recíproca de reconciliación? Probablemente, no. Seguramente no.
¿Fue la Transición un modelo de impunidad hacia los franquistas?. Ahora piensa la izquierda que sí.
¿Fue Santiago Carrillo un traidor a la causa de la izquierda al aceptar la Transición de Adolfo Suárez?. Ahora piensan los nuevos «progres» de izquierda que sí.
Hubiera podido Carrillo mantener la bandera republicana en las negociaciones de la Transición?. Seguro que no. Ni lo hubiera intentado.
¿Y ello porque el PCE fue democráticamente modélico?. No en absoluto. Fue porque creía que los militares hubieran intervenido de haberse intentado una transición RUPTURISTA. Y España hubiera entonces involucionado alejándose del intento democratizador.
¿Estás diciendo que la izquierda del PCE colaboró en traer la democracia a España – y ella bajo un manto monárquico – para no asustar a los militares?. ¿Que esa izquierda buscó refugiarse en la democracia por miedo a los militares?. Sí, claro, por supuesto. Primero traigamos la democracia, cambiemos entonces la mentalidad de los militares, hagámoslos incluso de izquierdas y ya comenzaremos entonces el verdadero proceso de RUPTURISMO. Haremos que los medios de comunicación nos hagan impopular al Rey hasta que abdique, finiquitemos esa odiosa TRANSICIÓN vigilada por los militares, hagamos con el nuevo PSOE de Zapatero (Felipe González no hubiera cooperado) una Ley de Memoria Histórica para reabrir las heridas de la guerra civil y traigamos un régimen neo-marxista. Traigamos a Podemos aprovechando el alto paro que hay en España y empecemos a ajustar cuentas con los franquistas.
¿Y cómo podríamos conseguir ahora en 2016 que el comunismo español cejara en su intento de desestabilizar de nuevo España?. Que se comportara cooperadoramente como durante la Transición?.
Pues muy sencillo. Como durante la Transición : haciéndoles comprender que un riesgo de involución existe siempre. Haciéndoles comprender que ese riesgo lo están provocando, lo están alimentando ellos mismos. Haciéndoles comprender que si Podemos – el neomarxismo – radicaliza la izquierda española haciendo desaparecer el PSOE, el centro-derecha (PP) se escindirá entonces apareciendo en el espectro político un nuevo partidos o quizá dos: (1) un partido conservador a lo británico formado por el ala derecha del PP (el ala centro pasaría a Ciudadanos) y (2) un partido extremo de derechas, estilo FN de Francia.
¿Se calmaría entonces esta posibilidad de RUPTURISMO que quiere traer la izquierda a España?.
Seguramente tampoco.