Qué malo es Podemos. Qué raro que Podemos crezca tanto.
O no tanto.
Si el PP paraliza la reforma de la Ley del Aborto y consagra la ley de plazos de ZP, la de Bibiana Aído, la del aborto convertido en derecho, la del aborto libre hasta las 22 semanas, la del niño es un ser vivo pero no humano… ¿Cuál es entonces la diferencia del PP con Podemos en materia de aborto?
¿Hay muchas materias a las que no podríamos aplicar una lógica similar?
A estas alturas de las encuestas, a lo mejor deberíamos preguntarnos si Podemos crece porque su referente es Venezuela o a pesar de que su referente sea Venezuela.
Porque a lo mejor es lo segundo.
Entonces, puede que no sirva de mucho explicar los nefastos efectos de las políticas tipo Podemos en Venezuela, que por otro lado parece que es lo que está pasando.
¿Por qué sigue creciendo Podemos?
Pues porque después de Bárcenas, de las subidas de impuestos, de no hacer nada con la educación, de no hacer nada con la justicia, de no hacer nada con la energía… al PP le podía quedar un núcleo duro de votantes fieles que por ejemplo confiara en que el PP, por lo menos, acabaría reformando la Ley del Aborto para cumplir su programa electoral y aprobar una ley más defensora de la vida.
Podemos no crece porque se mire en el espejo venezolano.
Podemos crece porque los partidos de la “casta” han renunciado a cualquier tipo de regeneración más allá de lo puramente cosmético. En ocasiones ni eso. Y la ciudadanía lo percibe.
La “casta” ha renunciado a regenerarse confiando en que el miedo a Podemos hará innecesaria la regeneración.
Es decir, que al electorado se le está poniendo en buena medida ante la tesitura de elegir entre Podemos y la podredumbre, en la confianza de que elegirá la podredumbre.
Este escenario es maravilloso para Podemos.
Sin ir tan lejos, también para otras fuerzas como Bildu.
Incluso hay quien podría empezar a pensar que, como con las vacunas, para inmunizarse ante cierto mal es preciso inyectar antes al paciente cuatro años de dosis de ese mismo mal para que el organismo aprenda a combatirlo.
Naturalmente nosotros ya sabemos que cuando Pablo Iglesias habla de «la casta» no es para reducirla, sino para sustituirla y aumentarla. Pablo Iglesias no habla de quitar poder a los políticos sino de darles aún más poder y más dinero. Es decir, de hacer a la casta más fuerte y a la sociedad civil más débil, más gravada, más expoliada, más regulada, más adoctrinada, más dependiente. Pablo Iglesias no predica más libertad sino más gobierno, sólo que estando él en el gobierno.
A lo mejor el día de las elecciones no les va tan bien como pronostican las encuestas pero el resultado que tengan, tal como vamos, será consecuencia de haberles ofrecido el escenario más favorable posible para ellos.
3 respuestas
Confiemos en un contra-ataque dirigido por Esperanza Aguirre en el caballo blanco prestado por el mismísimo Santiago Apóstol, rodeada de las huestes que tan buen resultado dieron con Aznar, aunque el buen Varea se haya ido a poner orden en la contabilidad del Cielo, y de nuevas seguras promesas, que las hay.
Cómo tiene que estar de negro el panorama para que el Ciudadano se encomiende a Esperanza Aguirre.
Yo no sé cuan negro está el panorama, lo que sé es que está sangriento. Los yihadistas cortan cabezas en Oriente (cabezas de occidentales y de orientales, especialmente si son cristianos: los crucifican) y en Occidente, España se lleva la palma: barra libre, cortamos cabezas, troceamos vidas humanas… y pensamos que esto es progresismo. Y hasta se subvenciona. ¿En qué nos diferenciamos? Somos peores.
Y hasta el PP, por boca de Arriola, se permite mantener el grifo abierto de tanta maldad… ¡no sea que se pierdan votos!
Consejeros como Arriola fuera, están de más. ¿Cómo no se da cuenta el PP? Bárcenas le sacó los colores con la manipulación del dinero y Arriola le cercena los principios. ¡No sé qué es peor!
¿Aborto con Podemos, o con PSOE, o con PP? Es todo lo mismo si es barra libre: porque derecho al aborto es derecho a matar.