El Consejo Escolar de Navarra ha aprobado el proyecto de decreto que prepara el Departamento de Salud en su vertiente sobre el sistema escolar y la educación. Dicho proyecto de decreto, aunque en principio se refiere a la Sanidad, contiene un apartado referido a la “Formación en salud sexual y reproductiva en el sistema educativo”. El texto del decreto proyectado indica que el Departamento de Educación “desarrollará las medidas necesarias para la inclusión de la Educación Afectivo-Sexual en el curriculum de las enseñanzas no universitarias y por lo tanto en el Proyecto Educativo de Centro con un enfoque integral que contribuya a: a) La promoción de una vivencia positiva y de una actitud responsable en términos de igualdad y corresponsabilidad entre hombres y mujeres en el ámbito de la salud sexual y reproductiva. b) El desarrollo armónico de la sexualidad acorde con las características de las personas jóvenes. c) La promoción del reconocimiento y aceptación de la diversidad sexual. d) La prevención de embarazos no deseados y los abortos. e) La prevención de enfermedades e infecciones de transmisión sexual. f) La prevención de la violencia de género, las agresiones, los abusos y la explotación sexual. g) El reconocimiento de la realidad y las necesidades de los grupos o sectores sociales más vulnerables, como el de las personas con discapacidad”.
A nadie se le escapa que entre todos los asuntos citados existen diferentes enfoques, por lo que una vez más nos encontramos ante el temor de muchas familias de que los partidos en el gobierno pretendan imponer un determinado enfoque, el suyo, como si fuera una especie de enfoque objetivo, y en base a esa supuesta objetividad imponérselo a todo el mundo.
El gobierno no debe cruzar la sutil barrera entre educación y adoctrinamiento. La idea es que que Uxue Barcos no intente adoctrinar a mis hijos y yo no intentaré adoctrinar a los suyos. Puede que a usted no le guste la educación que le da el vecino a su hijo, pero precisamente la mejor forma de que el vecino no le imponga esa educación al suyo es la libertad educativa de cada uno. La forma más segura de garantizar esto es que el poder de educar a los hijos lo tengan los padres en vez del gobierno.
Si les damos a los políticos el poder de educar/adoctrinar a nuestros hijos es improbable que los políticos se resistan a la tentación de utilizar ese poder. Un poder que, a diferencia de los padres de los niños, no utilizarían en aras a conseguir lo mejor para los niños sino en aras a conseguir lo mejor para los políticos; es decir, convertir los colegios en factorías de futuros simpatizantes de las ideas del gobierno ¿Y el padre terrorista, pederasta y caníbal? ¿También él debe educar a sus hijos? Obviamente no. Hay mecanismos judiciales para retirar la patria potestad a un padre caníbal, pero no intentemos organizar un sistema educativo en base al 0,0001% de padres caníbales en vez de en base al 99,9999% de padres que quieren a sus hijos y lo mejor para ellos. El poder de educar a los niños debe estar por tanto en poder de los padres. No hay ninguna dictadura en la que la educación de los niños se encuentre en manos de los padres. En cambio, por algo será, no se puede decir que no hay ninguna dictadura en la que la educación de los niños se encuentre en manos de los políticos.
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Proyecto salud sexual y reproductiva:
http://gobiernoabierto.navarra.es/sites/default/files/proyecto_df_salud_sexual_y_reproductiva.pdf
16 respuestas
Les encanta esto del sexo a los nacionalistas. Debe ser porque como usan el euskera «para joder a los demás»….
Luego llega el Nafarroaoñez ese, y violencia sexual al canto.