ETA ya no mata, pero de aquí a la normalidad queda un trecho. Prueba de ello son dos noticias publicadas en los últimas días que reflejan hasta qué punto vivimos una realidad alterada, seguramente incomprensible sin el precedente de ETA. Por un lado el terror creó unas tolerancias hacia ciertos grupos, para evitar males mayores, que todavía parecen gozar de una inercia bastante incomprensible. Por otro lado, violencia no es sólo matar. La izquierda abertzale ha dejado de matar, pero no de matonear, amenazar y agredir. Si ya de los asesinos se dice que son presos políticos, no se reconoce su culpabilidad y se les montan ongi etorris, como para pretender que se repudie a los meros “txabales” violentos que se limitan a amedrentar y dar palizas. Si la Justicia toca a uno, a la madre se le pone de cabeza de lista de un partido instrumental y se la manda al Congreso. Sin un componente de violencia, aunque sea de violencia no mortal, no se entiende el dominio del paisaje urbano, cultural y asociativo. Y tampoco se entienden este par de noticias. Y si no, aunque sea intolerable, ¿por qué se tolera esto? ¿Por qué hay quien parece que piensa que no tolerar esto provocaría males mayores que tolerarlo?
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La primera noticia anormal es que hay un grupo de jóvenes, miembros de un colectivo abertzale, que ha decidido acampar y dormir durante días como si tal cosa en el aulario de la UPNA. ¿Por qué se les tolera? ¿Puede hacerlo cualquiera? ¿Por qué entonces sólo lo hace la izquierda abertzale? Si ETA no mata, ¿por qué se le teme a la izquierda abertzale? ¿Por qué el PP, VOX o Ciudadanos no pueden ir a celebrar un acto a Alsasua pero la izquierda abertzale puede privatizar el aulario?
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Un grupo abertzale duerme y acampa en la UPNA con permiso del rectorado durante días https://t.co/b99XceW9h5
— Navarra.com (@navarra_com) November 4, 2021
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La segunda noticia es que a Osasuna le ha caído una multa de 100.000 euros dar un trato de favor a los Indar Gorri, a los que en marzo de 2018 no sólo se les permitió acceder a un entrenamiento del equipo sino hacerlo con bengalas. O sea, que los contribuyentes navarros rescatamos a Osasuna para que Osasuna pague multas por culpa de los Indar Gorri.
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Confirman una multa de 100.000 € a Osasuna por favorecer a Indar Gorrihttps://t.co/IolRxY3cCD
— Diario de Noticias (@NoticiasNavarra) November 5, 2021
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Una vez más no cabe pensar otra cosa que se les tiene terror a los Indar Gorri, que mejor pagar 100.000 euros que tener problemas con ellos. Si un jugador se equivoca de camiseta, tiene que ir arrastrándose a pedir perdón a los Indar Gorri. ETA no mata pero sigue habiendo miedo, y sigue habiendo miedo porque sigue habiendo una violencia soterrada. Esto es importante porque esta anormalidad divide la sociedad navarra en dos: los que provocan miedo y los que lo sufren. ¿Y quién preferiría ser del segundo grupo en vez del primero? ¿Y cómo extrañarse entonces si el primer grupo crece más que el segundo?
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Un comentario
Aquí nada es normal, desde que el partido de la ETA sea socio de Chibildu a los beneficios de los indar guarros pasando por acampar en un espacio público durante varios días sin que nadie haga nada. Al final todo es de los aberchándales, no vaya a ser que se molesten y se pongan a pegar tiros otra vez.