No es ningún secreto que, en opinión de muchos navarros, los violentos campan en la UPNA más o menos a sus anchas. Lo sucedido ayer tras la detención de la cúpula de Segi no desmiente la opinión de estas personas. Cuatro de los detenidos eran estudiantes de la UPNA, y dos de ellos formaban parte de las listas de Ikasle Abertzaleak para las elecciones del Claustro. UPN ha pedido la retirada de las subvenciones que la UPNA concede al sindicato, y ha interpelado al rector, Julio Lafuente, para que explique por qué permitió la colocación de esos carteles y no ordenó su retirada. UPN cuestiona además el valor del rector de la universidad con más gasto público por habitante de España, quien por el bien de la Universidad Pública acaso debería estar reclamando más libertad en vez de más dinero. Reclamar más y más dinero a la Administración, naturalmente, es más fácil que enfrentarse a los violentos.