Navarra Suma ha presentado una moción en el Parlamento de Navarra en la que se insta al Gobierno foral a dotar financieramente a la UPNA para que durante el primer semestre de 2021 se afronten los pagos pendientes por el reconocimiento de grado y los cambios de nivel al Personal de Administración y Servicios (PAS) afectado.
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La historia parece ser la siguiente. En junio de 2019 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea falló que el personal contratado en régimen administrativo en las Administraciones Públicas de Navarra debe cobrar el complemento de grado, con efectos retroactivos de 4 años desde el 1 de enero de 2019. Todas las Administraciones Públicas de Navarra, haciendo el esfuerzo correspondiente, dieron cumplimiento a la sentencia excepto la UPNA.
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Por otro lado, añade Navarra Suma, está el asunto de los cambios de nivel (del E al D y del D al C), también pendientes de cobrar por parte de este personal.
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Total, que la UPNA debe a sus empleados 2,5 millones por estos conceptos y Navarra Suma le pide al gobierno foral que aporte esa cantidad, más aún tratándose de una vulneración de los derechos de los trabajadores y teniendo en cuenta que se trata de un gobierno «progresista» que presume de apostar por los servicios públicos y fortalecerlos.
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Para realizar esta dotación, Navarra Suma apela al convenio plurianual 2018-2020, prorrogado para 2021, en cuya cláusula tercera, referida a la financiación estructural, se indica que está destinada a “atender los costes de personal” y, en cuya cláusula décima, referida a los ajustes de financiación, se recoge que “la Comisión de Seguimiento ajustara, en su caso, la financiación conforme a los efectos económicos derivados de nuevas normativas estatales y forales u otros elementos sobre los que la Universidad carece de capacidad de decisión, así como a la vista de la evolución de las magnitudes económicas y presupuestarias de la Comunidad Foral de Navarra”. Por todo ello, la coalición concluye que el Gobierno de Navarra debe abordar con la UPNA la solución de este asunto, que pasa por dotar a la Universidad de la financiación adecuada para afrontar estos pagos pendientes.
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Todo lo anterior pone de manifiesto una situación un tanto curiosa. Se ha afrontado por ejemplo la puesta en marcha de una facultad de Medicina más que cuestionable en cuanto a su necesidad, y ahora resulta que la UPNA no tiene margen de maniobra para pagar a su personal. ¿Lo tiene el Gobierno de Navarra? Pues tampoco está claro, si el impago sigue presente y Navarra Suma tiene que reclamar su cumplimiento desde la oposición. Y si la administración no paga los salarios que debe a sus empleados por falta de recursos, ¿cómo llamamos a eso pese a que tengamos un gobierno de “progreso”, recortes? ¿O es que no pagan porque no les da la gana pagar lo cual sería aún peor?
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Para lo que sí hay dinero es para la macroestructura de gobierno y sus correspondientes salarios. Los nuevos consejeros, sus secretarias, sus jefes de gabinete y su personal de confianza cobran puntualmente todos los meses. Alguien podría decir que esta burocracia cuatripartita no genera un perjuicio, salvo al contribuyente, hasta que la administración no puede honrar sus compromisos de pago por otro frente. Decir que el dinero de los unos se lo llevan los otros ya no es entonces demagogia, sino una mera cuestión de balance.
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Adicionalmente, hace unos días se produjo un accidente en Navarra por el que una persona, que sufrió graves quemaduras, tuvo que ser trasladada en helicóptero a la unidad de quemados del Hospital de Cruces en Baracaldo. Si analizamos en Google noticias similares nos encontramos con que siempre que se produce una noticia similar el quemado es trasladado a una unidad de quemados en otra comunidad. O sea, que parece lógico deducir que en Navarra no tenemos una unidad de quemados, ni podemos pagar todos los salarios de la UPNA, pero tenemos una facultad de Medicina para sólo 12 alumnos navarros y una mega estructura de gobierno con 13 consejerías frente a las 8 de Barcina, por ejemplo. Todo correcto aquí por el Reino.
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