Queridos amigos:
Sin duda todos sabéis la expectación que ha levantado esta reunión y todo el mundo está esperando un anuncio.
Pues bien, el anuncio es que no voy a presentarme de nuevo como candidata de UPN al Parlamento.
(Caras descompuestas. Expresiones desoladas. Se escuchan algunas voces: ¡No!¡No! Barcina acalla suavemente a los reunidos con un gesto de la mano y sigue hablando).
Amigos, Navarra ha vivido, como el resto de España, como el resto de Europa, como el resto del mundo, años difíciles, muy difíciles. Hemos tenido que tomar decisiones absolutamente necesarias, pero duras e impopulares. Tal vez hubiéramos podido buscar el aplauso con otras medidas, pero esas medidas hubieran agravado el problema en vez de resolverlo. Es más, estamos como estamos porque otros antes quizá tomaron medidas que no fueron tan impopulares, pero agravaron el problema.
Cuando un político toma medidas populares puede ser que crea que son convenientes o que no se lo crea, pero cuando un político toma medidas impopulares es que las cree absolutamente necesarias.
En esta crisis se ha puesto de manifiesto que hay partidos que sólo saben gobernar tomando decisiones populares, pero nosotros hemos demostrado que estamos dispuestos a solucionar los problemas aunque para hacerlo haya que tomar medidas impopulares. Nadie se subiría a un autobús cuyo conductor sólo supiera celerar. Nadie iría a un médico, salvo los niños, que sólo recetara caramelos en vez de medicinas porque los caramelos saben mejor. Sin embargo, parece que a veces sólo se escucha a los políticos que proponen medidas populares. En cualquier caso es difícil hacerse popular tomando decisiones duras y nosotros hemos tenido que tomar decisiones duras. Muchas y durante mucho tiempo. Es por tanto improbable que Yolanda Barcina sea ahora más popular que hace tres años. Y es por eso que no volveré a presentarme como candidata.
Pero hay más.
No sólo no nos hemos hecho más populares porque hemos tenido que tomar decisiones difíciles. También nos hemos hecho impopulares porque hemos tomado algunas decisiones equivocadas. Citaré algunas. Hay dietas que nunca debí cobrar. En cuanto tuve ocasión debí rechazar un sistema de dietas que, aunque legal, era inadecuado desde un punto de vista ético, especialmente dada la situación de la CAN y los sacrificios que al mismo tiempo estábamos pidiendo a los ciudadanos. No hicimos las cosas bien. Cuando las hicimos bien, lo hicimos a remolque de los acontecimientos. Esto también ha contribuido a incrementar nuestra impopularidad y yo soy responsable de ello.
Aún hay más cosas en las que nos hemos equivocado y de las que, al menos en parte, yo soy responsable. La economía navarra es como un gran barco que arrastra una gran inercia y que no se puede detener en un momento. Cuando aparece un arrecife a lo lejos hay que frenar o cambiar de rumbo con suficiente antelación. Creo que no frenamos a tiempo. Creo que muchos de los desajustes con los que después nos hemos encontrado hubieran sido menores si hubiéramos empezado a frenar antes. En último término, el choque con la realidad hubiera sido menos violento. ¿Por qué no empezamos a frenar antes? En parte porque quizá no supimos ver la gravedad de lo que teníamos por delante. En parte porque quizá la política es un concurso de a ver quién frena menos, quién ajusta menos y quién recorta menos. En eso no toda la culpa es a lo mejor de los políticos. Pero eso no es una excusa para el capitán del barco.
Hay infraestructuras e inversiones por las que apostamos como un gran proyecto y que después se han convertido en un gran lastre para las cuentas públicas. La crisis nos atrapó con el pie cambiado y quizá no supimos decidir a tiempo cómo resolver estas inversiones que se previeron para un escenario económico completamente distinto. Hemos llegado al punto en el que estamos abrumados por la deuda y por los impuestos. Sólo es una excusa relativa que algunos de los que nos critican fueran partidarios de aún más deuda y aún más impuestos.
Quizá tampoco hemos sabido explicar adecuadamente por qué tomábamos una decisión cuando era una decisión difícil. Ni a lo mejor hemos sabido explicar que también hemos tomado decisiones adecuadas. A fin de cuentas somos la comunidad con menos paro, la que ostenta la menor tasa de riesgo de pobreza, o la que a pesar de todo tiene la mejor Sanidad y la mejor Educación de toda España. Tras 18 años de gobierno de UPN es difícil que alguien pretenda que esto es así a pesar de UPN y no en alguna medida gracias a UPN. No sólo eso, sino que además alguien pretenda que allí donde gobierna está por debajo de Navarra a pesar de que gobierna mucho mejor que UPN. Pero si no hemos sabido explicar todo esto, también yo soy responsable de ello.
Quiero decir también que ha habido momentos en los que, por estas mismas razones, tal vez habría podido dimitir. Pero un capitán no abandona un barco y lo deja sin dirección en el momento en que se dirige hacia el abismo. Hoy anuncio que no me presentaré como candidata de UPN a las elecciones del Parlamento de Navarra, pero aunque el barco no está muy lejos de donde estaba hace unos meses hay una diferencia importante: le hemos dado completamente la vuelta y ahora la proa no está mirando hacia al abismo, sino hacia puerto seguro. Ahora sí puedo asumir mi responsabilidad política sin perjudicar a los navarros. Básicamente el trabajo duro está hecho, pero alguien debe asumir el desgaste y los errores cometidos y alguien distinto debe renovar la oferta política de UPN. Quien debe asumir la responsabilidad soy yo y quien debe renovar la oferta de UPN debéis elegirlo vosotros.
Muchas gracias a todos, amigos.
5 respuestas
Puede que no vaya tan desencaminado el artículo…al menos a escala local UPN está renovando sus cabezas de lista, aunque algunos no lo sepan todavía, dado que ni tiene cabeza algunos, ni menos listura.
Lo malo es despues de dicho anuncio, nos casquen que Catalán es el elegido para la gloria. Jodersen, menuda renovación del demonio, otra ración de quesito rancio sólo apetecible para roedores del prespuesto y aviso de invasión de ratas mayores.
Catalán, ese chico nuevo que llevaba Educación, y que dejó crecer el suflé del euskera a toda pastilla (de pasta de la del Banco Central, no la de Gallo).
Lo que debe seguir explicando bien claro a los Navarros que LE votamos,es las cuentas más claras que con Ezcurra,el ánimo de pelear y no callarse ante los AntiNavarra varios de Navarra,más fuerte que nunca,más claro que nunca,(sino dejen paso a quienes lo tengan),seguir trabajando más duro que antes porque Navarra sea cabeza de España en más ratios e índices,que recuperemos la tasa de paro mínima,que nadie meta la mano en la caja.Gracias por todo lo que habéis conseguido estos años en Navarra,¿Esta segura que le queda esa energía última del Sprin de los últimos cuatro años,para pelear contra una oposición que ya se ha visto van a por todo sin escrúpulos,AntiNavarra ? Si es así adelante,Navarra volverá a estar con usted.Pero por favor no nos defraudé.Ánimo…y fuerza!
Discúlpenme, pero en todo el discurso no sale ni una vez, ni una sola vez, la palabra PERDÓN.
Y es la única que Yolanda debería pronunciar. Todo lo demás me sobra.
PERDÓN, ME EQUIVOQUÉ, NO VOLVERÁ A OCURRIR.
Alea iacta est…
Ahora falta saber con quién quiere cruzar el Rubicón…