Comprar y vender acciones del Diario de Navarra es un problema. En gran medida, por otro lado, es un problema buscado por el propio espíritu estatutario del diario. Desde su fundación se establecieron fuertes límites a la transmisión de acciones para que la propiedad siguiera siempre, en la medida de lo posible, en las mismas manos, entre navarros y con un accionariado de personas afines a los principios inspiradores del periódico. Los problemas han ido viniendo luego.
Nadie quiere comprar
Durante mucho tiempo, el gran temor del Diario de Navarra ha sido que alguien de fuera quisiera comprarlo. Desde la llegada de la crisis, sin embargo, el gran problema es poder vender las acciones de los accionistas que quieren, o incluso necesitan desprenderse de ellas. En un primer momento, la solución fue que la propia sociedad comprara las acciones. El resultado es que en estos momentos La Información S.A. acumula 10.879 acciones en autocartera, alrededor de un 10% de la sociedad. La actual escasez de recursos derivada de la crisis y el volumen de autocartera acumulado obligaron al Consejo de Administración a detener esta política. La consecuencia desde entonces es la cuasi imposibilidad de que un accionista pueda desprenderse de sus acciones.
Dos extremos insostenibles
El Diario se encuentra así atrapado entre dos extremos difícilmente sostenibles: blindar totalmente la sociedad frente a la entrada de terceros y dar solución a los accionistas que quieren desprenderse de sus acciones. En este sentido, la propia legislación mercantil determina que no se pueden establecer cortapisas a la compraventa de acciones que en la práctica supongan su intransmisibilidad. Además del aspecto legal, se da el caso de accionistas que quieren vender sus acciones por una cuestión de necesidad económica personal. Para estas personas, su inversión en el diario se puede llegar a convertir en un auténtico “corralito”, en el que no les resulte sencillo recuperar su dinero. Finalmente, todo accionista debe tener también la legítima posibilidad de abandonar un proyecto en el que haya perdido la fe y cuyo rumbo no tenga respaldo suficiente para cambiar.
La solución intermedia: vender acciones a personas afines
En esta tesitura, La Información S.A. ha enviado a sus accionistas una carta en la que contempla tres alternativas para dor solución a los problemas de transmisibilidad de las acciones en venta. La primera de ellas sería permitir la libre entrada de terceros en el capital. La segunda retomar la política de autocartera. La tercera sería vender las acciones sólo a personas afines que de algún modo garantizaran el carácter homogeneo del accionariado y su compromiso con el ideario.
La Información reconoce en la carta a sus accionistas que esta tercera opción “ha sido valorada por el Consejo de Administración como solución a la situación planteada y única manera de conjugar los intereses de los accionistas, que por razones económicas, están interesados en transmitir sus acciones, con el deseo del accionariado por mantener un cierto blindaje del mismo”. La Información, no obstante, explica que esta alternativa se tomaría como último recurso siempre que no se pudieran colocar las acciones entre los propios accionistas a través del “Bolsín” recientemente creado a tal efecto. Cuando la libre entrada de terceros no es deseable y el blindaje absoluto amenaza con convertir a la sociedad en un “corralito”, la alternativa ideada por el Consejo de Administración de la sociedad editora del Diario de Navarra puede resultar razonable.
8 respuestas
A Intereconomía, o a Vocento….¿no será a Lara, no? Me tienen en ascuas….
Vaya vaya ¿y a qué actividad o negocio han dedicado su tiempo estos muchachos, todos niños bien, todos PTV, todos patanegra, para tener tanta necesidad de liquidez?
Y resulta que justo anuncia esto a la vez que pretende reducir drásticamente su plantilla.
«El Diario de Navarra plantea a los trabajadores dos alternativas: 17 prejubilaciones o 37 despidos»
http://www.prnoticias.com/index.php/prensa/59-prensa-pr-/20111936-el-diario-de-navarra-plantea-a-los-trabajadores-dos-alternativas-17-prejubilaciones-o-37-despidos
¿¿¿¿La tercera sería vender las acciones sólo a personas afines que de algún modo garantizaran el carácter homogeneo del accionariado y su compromiso con el ideario???
Quién garantiza que con el transcurso del tiempo esas personas sigan siendo afines y mantengan el compromiso con el ideario??
La ley – amantes pastuencos -, permite vender en caso de necesidad, y, además, existen mil y un maneras de burlar esas normas internas. Aquí no pasa otra cosa que estar actuando la Ley del Ritmo:Después del invierno siempre viene el verano, después de la noche siempre viene la mañana, y así con todo. Todo sucede de acuerdo con la Ley. Lo que ayer era un buen negocio hoy no lo es.ADIOS, CON AÑORANZA, DIARIO DE NAVARRA QUE FUISTE!!! bYE bYE!!!
Viva el liberalismo económico y el libre mercado. ¿Vender a los afines? Pueden intentarlo con la CAN, aunque ésta va a durar poco tiempo. A alguien se le ocurre que, por ejemplo, Emilio Botín pregunte la ideología de quien compra sus acciones. ¿O Antena3 o el Grupo Planeta? La solución de la autocartera es provisional porque la Ley de Sociedades de Capital impone un limite temporal que no puede sobrepasarse. Dado que es un rifirrafe entre PTVs que lo resuelvan entre ellos. Por cierto, alguien sabe que en cierto procedimiento judicial muy antiguo sobre transmisión de acciones de la sociedad propiedad de Diario de Navarra se planteó y hubo que recurrir a un perito judicial cuál era el valor de las mismas.
Yo desde luego prefiero inversiones más serias, por ejemplo, Nueva Rumasa, Bonos griegos, etc. En fin, la transparencia del Diario es proverbial y los dueños o accionistas pueden verse con acciones que no pueden vender. Muy en línea con su ideología y con el libre mercado que tanto propugnan… hasta que vienen mal dadas.
Exactamente, afín sí, pero afín ¿a quién?. Porque una cosa es ser afín y otra es ser deseable para cumplir con el objetivo empresarial propuesto.En la sociedad hay una lucha enorme entre los accionistas porque unos proponen cambiar los estatutos sociales de forma interesada para su propio beneficio Mientras otros a lo peor no podrían vender sus acciones nunca. Esa propuesta hecha en el año 2000 no prosperó y el consejo no dimitió que era lo propio, siguiendo sus accionistas afines proponiendo otras modificaciones similares que tampoco han prosperado..
Es falso que las acciones no se puedan vender ya que si el accionista quiere vender a una persona navarra y ni los accionistas y ni la sociedad las quieren comprar la venta es libre. El problema es que te expones a que el presidente te declare no afín públicamente como ya ha ocurrido el caso. ..
Sr. de la Hucha: Precisamente una de las claves del libre mercado es precisamente esa; poder vender un bien de tu propiedad a quien quieras, pudiendo decidir, líbremente, a quien sí y a quien no, de acuerdo con los criterios que el poseedor del bien estime oportunos.
Lo que pasa es que los keynesianos nunca acaban de entender bien el concepto de libertad. Y ya son años ¿eh?.
«Persona afín» no es un concepto jurídico, es una simple valoración subjetiva sobre ciertas compatibilidades entre dos personas o grupos de personas. Es por lo tanto un concepto de aplicación arbitraria. Cuando Miguel Sanz nombró a Luis Colina miembro del Consejo de Administración de Caja Navarra, y Enrique Goñi nombró (sin consultar a Miguel Sanz) al Presidente de la Información s.a. (Alvaro Bañón Irujo) Director de Inversiones en la Corporación de Caja Navarra, el Diario de Navarra – con un gran apoyo de grupos importantes de accionistas – perdió la independencia que habían buscado sus Estatutos fundacionales. Y cuando el Presidente Bañón jugó a «empresario listo» embarcando al periódico en aventuras empresariales que han puesto en riesgo la viabilidad económica del Grupo, apoyado siempre por grupos importantes de accionistas. Y cuando la nueva dirección del Diario jugó a la política del relativismo socialista, también en contra de algunas doctrinas fundacionales. Y cuando la Junta General deja de inspirarse en los Estatutos fundacionales y busca desordenadamente y con conflictos internos que primen intereses económicos privados de algunos accionistas. Entonces, reducir el futuro de la composición del accionariado a encontrar como «personas afines» a quienes también relativizan las posturas ideológicas, debe ser hoy día muy fácil.