Escepticismo del PP ante la metodología de la encuesta.
En vista de la ficha de la encuesta, y a pesar de que los resultados se consideran buenos cuando el partido apenas ha salido de la caja y ni siquiera está montado, dentro del PPN se comenta con cierta extrañeza que “las encuestas telefónicas tienen un sesgo muestral que ya nadie acepta”. La explicación es que por teléfono sólo se puede llamar a teléfonos fijos, que son usuarios sociológicamente distintos de la población general en la que hay más líneas de móvil que de fijo. La causa de esto es que las llamadas no se pueden hacer a móviles porque no existe un listado de números que se correspondan con personas de una determinada provincia, como sucede con el 948 para los fijos de Navarra. Se comenta en el PP navarro que las asociaciones profesionales de sociometría sólo aceptan esta modalidad de encuesta para valoración de sucesos instantáneos, como por ejemplo para conocer quien ha vencido en un debate televisivo a continuación de haberse celebrado. además sólo se considera válido para hacer preguntas sencillas, cuya respuesta exija apenas un “sí” o un “no”. Un ordenador gestionado desde un call-center hace posible que diez mil personas contesten a la pregunta simple de quién cree usted que ha ganado tal o cual debate televisado. El diagnóstico según fuentes populares es que resulta impropio usar este método (considerablemente más barato que cualquier otro) para preguntas complejas como "¿Como valora vd. a…?" o "¿cual es su recuerdo de voto?".
Se pone en duda además la adecuada estratificación muestral, que según ellos es lo que da calidad a una encuesta. Si el número de encuestados es bajo, como es el caso, hay que mejorar proporcionalmente la selección muestral, algo que no se habría hecho. Una buena encuesta es una encuesta en la que la muestra (los encuestados) se corresponde mejor con el universo (la sociedad). Definir bien una muestra significa estratificarla, hacerla lo más similar posible al conjunto de opiniones que definen el universo. Lo cual es lo que distingue el buen trabajo de unas empresas y otras.
Naturalmente no se duda del buen hacer de Cíes, cuyo buen oficio ha quedado demostrado cuando se ha tratado de encuestas previas a unos comicios en las que se jugaba su prestigio. Se piensa, no obstante, que las características concretas de esta particular encuesta la convierten en menos fiable que aquéllas. En realidad, no se duda en calificarla como “atípica”, y se adivina detrás de ello una estrategia.
El apoyo de Diario de Navarra a Yolanda Barcina.
Alberto catalán, por su parte, no duda en cantar las bondades de la bicefalia. Así, ayer exponía una curiosa y contradictoria interpretación de la ruptura del partido que dio lugar a la escisión del CDN, asegurando que “gracias a la bicefalia no se rompió UPN cuando ocurrió la escisión de CDN.”