¿Debería devolver Barcos el dinero tras la resolución del Tribunal de cuentas?

El Tribunal de Cuentas ha vuelto a pronunciarse sobre el caso de las dietas de Uxue Barcos. La resolución de la sala no deja títere con cabeza.

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De este modo, el Tribunal de Cuentas aprecia que «ha quedado debidamente acreditado en autos que en el Ayuntamiento de Pamplona existió la praxis o ‘costumbre’ de abonar dietas sin más requisitos que la sola aportación de un escrito firmado por el presidente del grupo político correspondiente y el concejal beneficiario, indicando sólo el número de reuniones a las que había asistido».

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Actuación “más que deficiente” del Ayuntamiento

La sala del Tribunal denuncia en este sentido un menoscabo «real, evaluable económicamente e individualizado de los caudales públicos, con relación a la partida presupuestaria que contemplaba el gasto municipal por causa de asistencias a órganos colegiados y corporativos del Ayuntamiento, pudiéndose afirmar, en principio, que las indemnizaciones percibidas por la demandada (Uxue Barkos) no fueron, en modo alguno, justificadas en la forma legal y reglamentariamente exigida por las normas presupuestarias y contables, tal y como venia exigido».

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El Tribunal concluye concretamente respecto a Barcos que «no está probado que la demandada cobrara dietas por asistencia a reuniones de su grupo municipal que no se realizaran, en el periodo 2008-2012«, que no es lo mismo a que esté probado que las reuniones existieron, pero que al no quedar probada la invención de las reuniones no se puede establecer la existencia de “comportamiento doloso” ni “culpa grave”.

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La presidenta Barcos es levemente culpable

En cambio, el Tribunal considera respecto a la actual presidenta que «existió culpa leve inducida por la más que deficiente actuación de los propios servicios de gestión administrativa del Ayuntamiento y más directamente del funcionamiento de los órganos de control interno y, sobre todo, de aquellas personas que ostentaban la responsabilidad de supervisión última de los fondos menoscabados«.

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No ha sido nadie pero el dinero ha volado

La resolución del Tribunal de Cuentas viene a decir, en definitiva, que el sistema de cobro de dietas en el Ayuntamiento de Pamplona carecía totalmente de control y podía ser un coladero. Precisamente porque el sistema de cobro de las dietas era un descontrol y un coladero es muy difícil determinar quién se aprovechó para cobrar por reuniones que jamás existieron. El caso de Barcos resulta particularmente llamativo porque, como todo el mundo sabe, pasaba buena parte de la semana en Mardrid, alternando su condición de concejal con la de diputada, por lo que el cobro del máximo previsto en concepto de dietas se basa en la gran cantidad de reuniones de grupo declaradas, reuniones fantasmales superiores algunos años incluso al número de días hábiles, por las que se cobraba sin control eficaz alguno como determina la resolución del Tribunal de Cuentas. La resolución aporta munición suficiente para que Barcos pueda utilizarla contra el Ayuntamiento entonces en manos de UPN y a UPN para utilizarla contra Barcos. Lamentablemente ambos tendrán buena parte de razón en sus respectivos reproches mutuos. Eso sí, en otros casos en que se han cobrado dietas de manera legal pero fea, ha habido devoluciones voluntarias de dietas, hasta no habiendo menoscabo de dinero público. Puesto que aquí ha habido un descontrol y un menoscabo en el reparto del dinero público, puede que a lo mejor procediera el mismo criterio. En caso contrario tendremos que pensar que el cambio consiste en tener una presidenta levemente culpable de un menoscabo en el reparto de fondos públicos.

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