Malos tiempos para la banca. Esta frase lleva teniendo vigencia desde hace unos 13 años. Se suele repetir como una verdad incontestable que la banca siempre gana, pero cualquiera que siguiendo este mantra haya comprado acciones de banca en los últimos años (véase el gráfico a continuación) seguramente tendrá sus dudas al respecto. Otra cosa es que la banca sea antipática, en parte por algunos de sus pecados y en parte por su papel de acreedor respecto al resto de los mortales. Nuestros acreedores nunca nos caen simpáticos. Necesitamos a la banca y sus servicios pero nuestros intereses suelen hallarse a menudo contrapuestos. Sin embargo, no siempre la banca es un negocio tan fabuloso como creemos. Un ejemplo cercano es el de Caja Navarra, pero no precipitemos los acontecimientos.
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Lo que acaba de suceder, volviendo al presente, es que Caixabank ha presentado un ERE gigantesco, dicen algunos que el mayor de la historia de la banca. En cualquier caso hablamos de 8.291 empleados (el 19% de la plantilla) y el cierre de 1.534 oficinas (el 27% de las sucursales). ¿Cómo afecta la decisión a Navarra?
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Por lo que se ha publicado, el dato es que la plantilla de Caixabank en Navarra asciende hasta las 779 personas, de las que el ERE afectaría a 66, algo menos del 10% pero en todo caso un número extraordinario.
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Aunque los datos publicados ayer en sí mismos ya resultan bastante sobrecogedores, lo cierto es que la dimensión del seísmo adquiere todavía una proporción mucho más notable cuando tomamos la noticia con perspectiva. Así, por ejemplo, si nos remontamos en la hemeroteca al año 2008 y a los tiempos gloriosos de Enrique Goñi y la CAN, podríamos recordar una declaración indicando que por primera vez en la historia de la entidad se habían superado los 2.000 empleados y que a final de año se esperaba superar los 2.025. Ahora estamos hablando de que Caixabank en Navarra se quedaría con sólo 713 empelados.
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Seguramente no estamos asistiendo sólo a un gran ciclo de descalabro bancario (y lo que puede estar por venir si la deuda pública estalla como una supernova), sino también a un cambio de modelo impuesto por los cambios sociales y los avances tecnológicos. Sea como sea, si ya casi es increíble contemplar la Navarra bancaria del 2008 desde 2021, como para haber atisbado desde 2008 la situación de 2021. La pregunta sin embargo es, ¿cómo gestionaremos nuestros bitcoins en 2021? ¿Existirán los bancos como tales en 2031 o serán una subsección de Amazon?
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