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Prestar dinero a Davalor fue una de las primeras decisiones del gobierno del cambio, tan precipitada como reconocidamente “atípica”. Desde entonces, esta inversión ha sido objeto de debate y se ha visto sometida al escrutinio de los medios y las fuerzas de la oposición, o al intento de escrutinio al menos, como veremos a continuación.
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A comienzos de 2016 y en respuesta a una petición de información de la oposición sobre Davalor, el vicepresidente económico y principal impulsor del préstamo, Manu Ayerdi, contestó denegando la petición de información. Tal como publicamos entonces, Ayerdi se negó a dar información a la oposición sobre la inversión alegando que el informe de Sodena sobre la idoneidad de conceder el préstamo a Davalor contenía “información mercantil de carácter confidencial”.
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Bajo el sello de “top secret”, un manto de silencio cayó sobre Davalor. Un “top secret” que no ha impedido que el préstamo público a Davalor haya seguido creciendo y creciendo. Lo que ha impedido es que los contribuyentes puedan conocer informes sobre la evolución de su arriesgada inversión.
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Los técnicos del Parlamento de Navarra desmienten la justificación del secretismo
Tras la negativa por parte del Gobierno de Navarra a entregar las actas de los Consejos de Administración de Sodena en los que se toman decisiones referidas al destino de dinero público en la empresa Davalor, el PSN pidió un informe jurídico al Parlamento que ahora les da la razón, señalando que el Gobierno debe facilitar esa actas. La portavoz parlamentaria socialista, María Chivite, ha declarado que este Gobierno, que se dice de la transparencia, no se está comportando así con Sodena y más en concreto con Davalor. Chivite mostró su satisfacción por el amparo de los técnicos para acceder a una información que el PSN entiende que ha de ser conocida no solo por los grupos parlamentarios sino por la ciudadanía, puesto que hablamos de decisiones en torno a dinero público y, por tanto, dinero de todos.
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Podría añadirse que el secretismo del gobierno del cambio puede tener bastante que ver con el hecho de que los planes de Davalor no parecen cumplir las expectativas, y sobre todo con el interés por ocultar que el creciente riesgo de que Davalor acabe en desastre era un riesgo del que este gobierno estaba reiteradamente avisado y era conocedor, pese a que reiteradamente renegó de esos avisos y reiteradamente ha ido aumentando nuestra exposición a esta inversión precipitada, “atípica” y, hasta ahora, encima secreta.
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El informe sobre la subvención de Ayerdi a Davalor es… secreto
2 respuestas
Tienen la cara de cemento armado, y sus medios de propaganda blindados.
Les importa tres pepinos.
Ahí no hay nada bueno, pero lo disfrazarán.
Y si no te sacan otro modelo D o unas ikurriñas, que también, y la gente se distrae.
Asalto a las arcas públicas.
Pero todo progre y proeuskera, eso si.
En cristiano se dice «alto secreto»