Pequeño vodevil parlamentario en el día de ayer por el que la mesa y junta de portavoces del Parlamento de Navarra, gracias a una mayoría que lo mismo le permitiría presentar una moción de censura, aprobó una moción instando a Yolanda Barcina a someterse a una cuestión de confianza.
¿En qué consiste la cuestión de confianza?
Según explica el Amejoramiento en su artículo 34, el Presidente de la Comunidad Foral de Navarra podrá plantear ante el Parlamento una cuestión de confianza sobre su programa de actuación. La confianza se entiende otorgada cuando vote a favor de la misma la mayoría simple de los Parlamentarios Forales. Si el Parlamento niega su confianza al Presidente de la Comunidad Foral, éste presentara inmediatamente su dimisión, procediéndose a continuación a la elección de un nuevo Presidente.
Un planteamiento un tanto absurdo
La misma mayoría que propone a Barcina someterse a una cuestión de confianza (PSN, Nabai, IU, Bildu) puede iniciar una moción de censura en cualquier momento. Es decir, que la misma mayoría que podría fulminar a Barcina automáticamente elige, no obstante, una forma de censurar a Barcina que deja en manos de ella misma su continuidad. Un planteamiento un tanto absurdo, pudiendo elegir, si lo que se quiere realmente es fulminar a Barcina. ¿O no?
Que todo el mundo se retrate
En medio de todos los rumores, intrigas e interpretaciones que rodean los espasmos de la política foral en las últimas semanas, la moción instando a Yolanda Barcina a presentar una moción de confianza puede tener al menos resultados clarificadores para los navarros. En caso de que Barcina no se someta a la cuestión de confianza, el PSN quedará en evidencia si a continuación no presenta una moción de censura. En realidad quedará en evidencia toda la oposición nacionalprogresista, que a la primera de cambio habrá pasado de tribunal de la inquisición progresista a comparsa del PSN. Lo curioso es que hay quien dice que la máxima interesada en encontrar una salida de la política foral y un puente de plata hacia Madrid es la propia Yolanda Barcina. Desde luego no todas las voces contra la presidenta o que divulgan esta posibilidad se encuentran en la oposición, ni siquiera fuera de UPN («el gran error de Miguel Sanz«, en algunos círculos). Algo parecido sucede internamente en el PSN. Recomponer el pacto UPN-PSN pasa en algunas cabezas maquiavélicas por un recambio en el liderazgo de ambas formaciones. Tanto en UPN como en el PSN existen partidarios de ese recambio interno que podría desembocar en una nueva fórmula de encuentro que pasara por distintas personas, pero no necesariamente por nuevas elecciones. Pase lo que pase, por lo que hagan o no hagan unos con la cuestión de confianza, o por lo que hagan o no hagan los contrarios, todo el mundo se retrata.
5 respuestas
Vamos, que ni Yolanda quiere seguir, ni los otros quieren que se vaya.
Acojonante. Para cerrarlo todo y no volver a abrirlo.
Claro, es que no es fácil (menos con discursos tipo Nabai, PSN o IU) gestionar la que nos está cayendo….
Así que lo de la canción, ni contigo ni sin tí….
Esto es la releche. Ahora me entero yo que el gran error de Sanz fue elegir a Yolanda. …Y no fue error ni lo de la CAN, ni el Mega Circuito de los Arcos, ni romper con el PP echándose en brazos del PSOE. Y si hubiera «nuevas» cabezas en UPN ¿a quién pondrían? A un chico nuevo, un tal Miguel Sanz…no sea que se destape algo. ¿Y en el PSN? También otro chico virgen en política, blanco inmaculado, don Pepiño. La primera medida del tandem, poner una gasolinera en el Circuito de los Arcos.
Y lo del PSOE ya es despiporre. No se atreven a hacer la moción de censura con Bildueta pero a ver si cuela ví moción de confianza….yo creía que lo siguiente era un chiste pero va a resultar verídico;
Saben aquel que diú…que va Roberto Jimenez a una herrikotaberna y dice -Póngame una tónica.
Y la kamarera, una Nekane de estas en plan leñador gótiko le salta;
-Será un gintonik..
-No, sírvame una tónica.- insiste RJ.
-¿Le pongo PEPINO?- le suelta la neska.
-….Desde siempre- responde azorado RJ.
LO MALO DEL CHISTE ES QUE EN UN NIVEL POLÍTICO…ES. CIERTO.
…aunque espero que como chiste os haya hecho sonreir al menos. Para pocas alegrías que hay…
Yo entiendo poco de intrigas políticas, de lo que entiendo es del día a día de mi economía y las de la gente que me rodea (que no son, por supuesto, ninguno de estos personajillos de medio pelo que tenemos en política). Los navarros siempre nos hemos caracterizado por tener sangre en las venas, pero en este momento pareciera que tenemos horchata. No entiendo como estamos siendo tan educados malviviendo como malvivimos mientras comprobamos que los que deberían arreglar la situación (para eso cobran, y de lujo) se dedican a envites extraños y tonterías. No abogo por la violencia, pero me encantaría amanecer mañana y encontrar todas las ventanas y balcones de las viviendas navarras adornadas con pancartas del tipo: «MENSAJE A TODOS LOS PARTIDOS POLÍTICOS: DESMONTAD EL CHIRINGUITO QUE TENÉIS MONTADO, DEJAD DE MAREAR AL PUEBLO CON MENSAJES VACÍOS DE CONTENIDO, PONÉOS A TRABAJAR. SI NO TENÉIS IDEAS, NOSOTROS OS PROPONEMOS ALGUNAS: ELIMINAD LOS CARGOS DONDE HABÉIS COLOCADO A VUESTROS AMIGUETES, MANDÁDLOS A SU CASITA Y SIN PREBENDAS (QUE BASTANTE HAN CHUPADO YA, QUE SE LO ADMINISTREN), BAJÁOS LOS SUPERSUELDOS QUE COBRÁIS, y, SOBRE TODO, SI SE OS DEMUESTRAN IRREGULARIDADES O ROBOS AL ERARIO PÚBLICO, DEVOLVED HASTA EL ÚLTIMO EURO»
¿En qué momento se dió la vuelta a la tortilla?.Los ciudadanos somos los jefes, ya que somos los que ponemos la pasta. Sin embargo, parece que los jefes fueran ellos (los politiquillos de tres al cuarto)ya que administran ese dinero a su antojo, sin tenernos en cuenta para nada. Ellos son los que gastan en coches oficiales, en entradas para los toros, viven como reyes, mientras que los que pagamos no encontramos el modo de hacerles entrar en vereda. Si ven las cosas negras, se marchan y punto. Lo que debemos exigir, y a la voz de ya, es que creen infraestructuras de control, y que si no son capaces de unirse en momentos tan duros y se dedican a marear la perdiz y gastar energías en gestos sin contenido ni efectividad, que se vayan a su casa por incompetentes y/o corruptos. Eso si, después de devolver los euros que les estamos pagando para que no resuelvan nada.