Cuando la realidad va por un lado y los informes de Intermón Oxfam por otro

Cada vez que Intermon Oxfam publica un informe, cosa que sucede con extrema frecuencia, éste es repercutido inmediatamente por todos los terminales mediáticos de la izquierda, lo que inevitablemente conduce a desconectar de los informes de Oxfam o a tener que refutarlos constantemente. NC ha optado por lo segundo puesto que batalla que no se libra, batalla que se pierde.

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Desde luego Intermon Oxfam no pasa por su mejor momento a causa de varios motivos. De una parte no es obviamente sólo NC quien periódicamente refuta las afirmaciones de Intermon, sino que otros muchos medios han venido analizando las afirmaciones de esta organización no gubernamental regada por el dinero gubernamental, al punto que cada vez son más los españoles cuanto menos cautelosos ante los titulares generados por los informes de Intermón. Por otro lado, aparte del descrédito de sus afirmaciones de índole económica, Intermón se ha visto salpicada recientemente por un escándalo sexual de enormes proporciones.

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Con eso y con todo, una vez más interesa desmontar algunas de las afirmaciones más llamativas y recurrentes de Intermón, particularmente aquellas que tienen que ver con la desigualdad. Puesto que la desigualdad y la existencia de personas muy ricas parece la causa de todos los males, podría pensarse que los países con más desigualdades y más personas ricas deberían ser los más desfavorecidos del mundo, pero paradójicamente sucede todo lo contrario. Es decir, cuando se dicen cosas como que una mitad del mundo tiene el 99% de la riqueza y la otra mitad sólo el 1%, no se señala que la mitad rica es la más desigual porque en la mitad más pobre reina la igualdad y la miseria. A lo mejor es que lo malo es la igualdad. La igualdad es la fuerza más desincentivadora del mundo. Si da igual esforzarse o no, nadie se esfuerza. Nadie estudia más, trabaja más, ahorra más, invierte más o arriesga más para conseguir el mismo resultado que el que no trabaja, no estudia, no ahorra, no invierte o no arriesga. Ni la desigualdad es mala si todo el mundo tiene un mínimo, ni la igualdad es buena si todos somos iguales en la miseria.

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Los informes de Intermón siempre parten de una serie de falacias recurrentes, como que si unos tienen mucho y otros tienen nada es porque los que tienen mucho se lo quitan a los que no tienen nada. Naturalmente esto es un disparate sin base real alguna, que parte de errores como que la economía es un juego de suma cero. Si ahora mismo desaparecieran 200 millones de pobres, sería una tragedia a nivel humano, pero no tendría incidencia alguna sobre nuestra riqueza. En realidad la media de riqueza del planeta subiría. Ni Apple, ni Santander, ni Harley Davidson sufrirían un impacto en sus cuentas. En realidad a Apple, a Santander y a Harley Davidson no les interesa que haya más pobres en el mundo, sino que haya más personas con dinero para abrir cuentas corrientes y comprarse teléfonos o motos. Sin duda a Apple, Santander o Harley les encantaría que no hubiera una mitad del mundo llena de pobres sino un mundo entero lleno de clientes potenciales con dinero.

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Podría pensarse también, a la vista de las cuentas de Intermón, que para un país es una gran desgracia que haya muchas empresas o que acudan muchas multinacionales. Por el contrario, esa gran masa de población que no tiene nada de patrimonio es precisamente la que vive en países donde no hay empresas, no hay comercio, no hay respeto a la propiedad, no hay seguridad jurídica y no hay inversión.

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Si a los pobres sólo les queda el 1%, los ricos ya no se pueden hacer más ricos

Decíamos que el mundo en el que vive la población más rica se desarrolla al margen y no a expensas del mundo en el que vive la población más pobre, los propios informes de Intermón son una evidencia de ello. Es decir, hace años y años que nos vienen bombardeando con el discurso de que el 1% de la población más rica disfruta del 99% de los recursos. Si esto fuera así, y hace décadas que nos dicen que esto es así, incluso nos dicen que toda la vida esto ha sido así, entonces sería imposible que los ricos se hicieran más ricos. Si como dicen los ricos tuvieran ya el 99% de los recursos y los ricos no pudieran obtener más riqueza salvo quitándosela a los pobres, sería imposible que los ricos se hubieran hecho más ricos no ya en el último año, sino en las últimas décadas o en los últimos milenios.

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La pobreza en el mundo retrocede pese a los que no creen en el libre mercado

Si el problema crónico del mundo es que hay una parte del mundo en constante desarrollo y otra parte en constante pobreza y estancamiento, más bien interesaría ver qué es lo que hace que la parte rica se desarrolle y aplicar esos principios en la mitad que no lo hace. Ya adelantábamos que la receta del desarrollo es favorecer la seguridad física, la seguridad jurídica y la inversión. ¿Cuáles son por lo demás los países del mundo en los que se encuentra la gran bolsa de población pobre que no consigue desarrollarse? No resulta políticamente correcto decirlo, pero son los países comunistas o los países musulmanes en los que no hay petróleo. Con eso y con todo, frente a la visión apocalíptica de Intermón, el hecho es que la pobreza en el mundo retrocede, retrocede mucho y retrocede constantemente. Ese mundo no comunista hacia el que avanzamos y que tan poco gusta a Intermón es un mundo sin pobreza.

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Intermón abre un nuevo frente en su último informe refiriéndose a las desigualdades en la esperanza de vida entre ricos y pobres. La ONG asegura que “aunque no contamos con el dato concreto para España”, se ha llevado a cabo algún estudio local y por ejemplo en Barcelona los ricos viven 11 años más que los pobres, concretamente en Pedralbes. Lo cierto es que si, con todas las reservas, vivir más equivale a ser más ricos, el problema de la esperanza de vida se plantea en los mismos términos que los de la riqueza y le son aplicables los mismos principios. Es decir, en un país pobre y comunista o asolado por la guerrilla de Boko Haram la renta y la esperanza de vida serán menores que en un barrio pobre de Barcelona, no digamos que en uno rico. La receta para vivir más y ser más rico sigue siendo por tanto la misma: seguridad ciudadana, libre mercado, seguridad jurídica, inversión… No obstante lo que dice Intermón, a primera vista tampoco se observa una relación automática entre los países con más renta per capita y los países con más esperanza de vida. Ser rico ayuda, ningún país comunista está en los primeros puestos, pero la correlación no es exacta y parece haber más factores en juego. España ocupa el puesto 22 en PIB per capita y el 2 en esperanza de vida. A fin de cuentas es posible que el vecino pobre de Barcelona viva más que un próspero granjero de Arkansas.

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2 respuestas

  1. Que vaya por delante que a mí Intermón, ni fu ni fa, pero empezar el artículo deslegitimando a Intermón por las acusaciones de escándalo sexiual….
    Cuando habláis de la iglesia NO OS INTERESA MENCIONAR TODOS LOS ESCANDALOS SEXUALES COMETIDOS POR CURAS, EH?

    pillines…..

  2. Es que para hablar mal de la Iglesia ya están los perroflautas y todo el bien engrasado batallón mediático que tiene la izquierda en perfecta alerta militar.
    Sobre Intermón, como buena difusora de propaganda comunista, poco se puede decir. Tal vez mencionar lo que dice su director general en España (aunque nunca dice lo que cobra): “También dice el estudio (el dichoso estudio de Intermón) que esta alarmante crisis global de desigualdad es el reflejo del fracaso del sistema económico actual”. Ni más ni menos, más claro agua, la culpa de la desigualdad y de todas las calamidades la tiene ¡que casualidad! el sistema capitalista. En cuanto se implante en España el régimen de Maduro o el estado sozialista aberlache, todos iguales.

    Qué razón tenía el que dijo que “la madre de los imbéciles está siempre embarazada”.

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