El encargado de abrir el debate fue el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, a mediados de abril del año pasado. Durante una interesante comparecencia ante el Congreso de los Diputados para evaluar la evolución del Pacto de Toledo, Fernández Ordóñez mencionó la grave crisis económica, la previsible desaparición del superávit de la Seguridad Social y la cuantía del Fondo de Reserva de Pensiones… para declarar taxativamente que ninguno de estos factores acerca de los que ahora se discuten en los medios es el que realmente amenaza el sistema de pensiones. El gobernador del Banco de España, citando a su vez la opinión analistas y organismos nacionales e internacionales, establece meridianamente que las causas de la insostenibilidad del sistema de pensiones son sólo dos: el aumento de la esperanza de vida y el descenso de la tasa de natalidad. Seguro que les suena.
Evidentemente la crisis y la pésima gestión de las cuentas públicas tampoco ayudan. Pero ni siquiera con una buena gestión y bonanza económica el sistema sería sostenible a largo plazo. Entre las posibles medidas a adoptar, el gobernador planteó –siguiendo el ejemplo alemán- el retraso de la jubilación hasta los 67 años. Esa fue la bomba que Fernández Ordoñez lanzó en el Parlamento el año pasado.
Resulta de lo más perturbador consultar la hemeroteca para recordar lo que hace sólo 8 meses declaraba el gobierno respecto a esta medida que ahora propone él mismo,
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho mostró «radicalmente» en contra de la propuesta de alargar la edad de jubilación para mantener la sostenibilidad del sistema de pensiones.
El líder de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, aseguró que no existe riesgo alguno de quiebra para la Seguridad Social, gracias a que en los últimos años «se han hecho los deberes», y que «los apóstoles de la catástrofe están deseando que esto suceda, pero esto no tiene por qué ni va a suceder», insinuado además que detrás del debate iniciado por Fernández Ordóñez se escondía el deseo de sustituir el sistema público de pensiones por otro en los que ciertas personas ven «más bondades». Interrogado por si el gobernador del Banco de España debería ser destituido por sus declaraciones, Toxo respondió que correspondía a Zapatero decidir si quería que éste siguiera siendo un «foco de generación de alarma social permanente» en España. «Con amigos como éste, ¿quién necesita enemigos?», se preguntaba irónicamente.
Cándido Méndez, secretario general de UGT, aseguró que en Fernández Ordóñez «todo es exceso, en locuacidad personal, vanidad y fanatismo ideológico».
El gobernador del Banco de España también se llevó la “bronca” particularmente enérgica del propio Zapatero y de todos los portavoces del PSOE y del gobierno, como Libertad Digital recuerda en este video.
Por inverosímil y contradictorio que parezca, la justificación al “pensionazo” del ministro socialista de Trabajo es que el sistema de pensiones en España goza de «magnífica salud» y resiste a la crisis con «enorme fortaleza».
Por su parte, también al hilo de este mismo debate, el líder del PSN Roberto Jiménez afirmaba hace unos meses que “En principio, yo creo que una persona con 65 años y con un montón de años detrás de vida laboral me parece que se ha ganado bien el jubileo (sic)”. El líder del socialismo navarro consideraba que “el día de mañana pues habrá que ver cómo habrá que perfilar todas esas cuestiones si evidentemente se atisban dificultades, cuestión que por otra parte el ministro Corbacho está desmintiendo en todo momento. El ministro Corbacho supongo que tendrá mejores datos que el comisario europeo, quiero pensarlo”. 28 de abril de 2009, entrevista en el programa Sala de Prensa, en Popular TV.
2 respuestas
Es la pera: Nuestros políticos nos hablan como a tontos, como a niños. Fíjense:
» en principio yo creo … me parece que se ha ganado el jubileo». wishful thinking. «To er mundo é güeno». Claro. Pero, no se le pregunta eso, sino por la sostenibilidad de un sistema.
Un político en ejercicio no puede decir «habrá que perfilar las cuestiones». O sabe de qué habla, o se calla y dice que su competencia no llega allí. Habría quedado mejor.
Y lo peor:un representante del pueblo navarro simplemente SE FIA de lo que le dice un ministro X, de quien «quiere pensar» que estará bien informado. Oigan: yo en democracia no quiero que se funcione así. Los diputados que yo voto no pueden ser ovejitas que obedecen a otro señor (ZP, RAjoy, me da igual) sino gente con iniciativa, activa, independiente, y que por eso sabe exigir y criticar al de su partido y al otro, en defensa de los intereses/derechos de sus votantes, y de una cosa que se llama hacer las cosas bien, de la que «llamar a las cosas por su nombre» es un factor de importancia.
Conclusión, todo jubileta consigue lo mismo que cualquiera que abrace a Santiago en ídem de Compostela. Me llena de jubileo y satisfacción que Jiménez sea tan acertado en sus juicio.
Qué nivel Maribel.