¿Crisis? ¿Qué crisis?

¿Qué ha pasado con la crisis? ¿Cómo le han sentado las vacaciones? Al negacionismo inicial del gobierno socialista respecto a la crisis, durante más de un año le ha seguido el discurso de que se trataba de un fenómeno internacional que arrastraba a una España inocente y virtuosa. Con el doble de paro que incluso los países más desgraciados, pero virtuosa. La persistencia de este discurso no puede ocultar el hecho de que las principales economías mundiales hace nada menos que un año que ya han salido de la crisis. El siguiente cuadro, que refleja la evolución hasta julio de nuestro querido índice ISM de los EEUU (fiel indicador de la realidad económica al margen del discurso de los políticos), muestra claramente que no tiene sentido preguntarse a estas alturas cuándo saldrá el mundo de la crisis: con todos los problemas que se quiera, pero el mundo ya está fuera de la crisis.

¿Cómo que estamos fuera de la crisis? Efectivamente, no todos estamos recuperándonos. Lo que ustedes contemplan en este gráfico es una caída y recuperación en forma de V. En el caso de España, lo que estamos padeciendo es una recesión en forma de L. Tras varios trimestres de decrecimiento puro y duro, la economía española sencillamente se ha estancado. El último trimestre de 2009, la economía española aún se contraía ligeramente (-0,1%). En los dos primeros trimestres del 2010, hemos crecido al 0,1 y al 0,2% respectivamente. O sea, nada, el palito horizontal de la L, España lleva 9 meses estancada. Juzguen ustedes mismos si la culpa de que a estas alturas aún sigamos sin crecer es del mundo o del gobierno socialista y todos sus maravillosos planes, gastos e impuestos. A la vista están los resultados.