Un fuerte debate interno sacude la formación nacionalista de cara a su próximo congreso del mes de junio. Por un lado la facción oficial de Koldo Amezketa; por otra parte la corriente crítica encabezada por Iñaki Galdós. Entre otros, dos grandes asuntos generan la división. El segundo de ellos se refiere a la estrategia a seguir de cara al PNV. El sector crítico propone un acercamiento buscando la acumulación de fuerzas nacionalistas. El sector oficialista se opone a este acercamiento. El primer asunto es el reparto del poder dentro del partido. La ponencia que se va a presentar en el congreso deja sin poder a los órganos territoriales, dejando el control del partido en manos de los órganos “nacionales”. Centralismo dentro un partido independentista. O lo que es lo mismo, una vara de medir para dentro del partido y otra para fuera.