Cosas en las que pensar tras la violencia desatada en la huelga de Ikasle Abertzaleak

Una jornada de huelga de un sindicato abertzale volvió a desembocar ayer una vez más en un rosario de acto vandálicos y enfrentamientos con la policia, concretamente con la Policía Nacional.

Es al menos la segunda ocasión desde la llegada del cuatripartito en que la Policía Foral, llamativamente, parece ponerse de canto a la hora de actuar contra colectivos afines a alguna de las patas del gobierno.

Obviamente existen un par de problemas para que la Policía Foral actúe contra determinados colectivos en Navarra. Por un lado el criterio político: no es rentable mandar cargar a la policía contra tus propios votantes y la consejera de Interior, según se publicó en el momento de su nombramiento, fue designada por Bildu. Por otra parte puede haber razones de tipo técnico. Una de las primeras medidas de la consejera Beaumont al hacerse cargo de la Policía Foral fue prohibir la utilización de pelotas de goma. Las tradicionales pelotas de goma fueron sustituidas por una especie de lanzadores de esponjas (más bien una especie de pelotas de badminton). La eficacia de los lanza esponjas sigue estando por ver pues una vez más, como decíamos, cuando hace falta reprimir a algún colectivo afín a la izquierda abertzale casualmente se acaba encargando de ello la Policía Nacional.

Es cierto que en la CAV la Ertzaintza sí carga esporádicamente contra estos colectivos, pero allí no forman parte del mismo gobierno el PNV y Bildu.

¿De qué colegio se escaparon los menores detenidos?

Los cuatro detenidos ayer son menores, y se aprecia en las fotos que en general los manifestantes son gente muy joven. ¿De qué colegios proceden? ¿Alguien publicará dónde estudian los cuatro detenidos y en qué modelo lingüístico o eso sería un ataque al vascuence? Si no hay una proporción extraña de estudiantes del modelo D entre los detenidos, ¿no sería alimentar las sospechas y hasta un ataque contra el vascuence no publicar los datos?

Aparte de lo anterior, que todos los detenidos sean menores invita a pensar que hay detrás adultos que los utilizan como carne de cañón. La construcción nacional justifica lavar el cerebro a los chavales como en un secta y después lanzar a los hijos de los demás (seguro que no son los propios) contra la policía. Si algún menor hubiera resultado herido, los mismos que han lanzado a esos menores contra el muro policial hubieran puesto el grito en el cielo. Tampoco podemos sorprendernos de que quien tiene los suficientemente pocos escrúpulos como para utilizar chavales como títeres sea además un hipócrita. Un chaval tirando piedras puede ser un tonto útil, pero si además recibe un porrazo, sangra y se le hace una foto, puede ser doblemente útil. El que empuja a un chaval hacia la policía en el fondo desea la foto del chaval sangrando ante la que luego se escandaliza.

Ikasle Abertzaleak deja caer que la culpa del ataque al Ayuntamiento fue de la policía

Hablando de hipocresía, el representante de Ikasle Abertzaleak ofreció ayer una rueda de prensa en la que consideró “fuera de lugar” el apedreamiento de que fue objeto la fachada del Ayuntamiento. El problema es que el portavoz del sindicato abertzale de estudiantes casi vino a culpar a la policía del apedreamiento, deslizando la sospecha de que era raro que los apedreadores hubieran podido llegar hasta el Ayuntamiento sin ser interceptados por las fuerzas de seguridad. Es decir, que la policía tal vez es habría dejado llegar adrede hasta el Ayuntamiento para que lo apedrearan: «A diferencia de otras ocasiones no han tomado las medidas preventivas para evitar este tipo de sucesos, sabiendo el carácter conflictivo que suelen tener las huelgas estudiantiles».

La frase es poco menos que surrealista no sólo por lo antedicho, sino por venir a reconocer también por quien la dice que, sabiendo todo el mundo la violencia que se despliega en nuestras concentraciones, la policía tenía que haber cargado antes contra nosotros. Eso sí, por otro lado el sindicato se solidariza con todos los detenidos en la CAV y Navarra y denuncia la represión de que son objeto los jóvenes vascos en sus arcangélicas protestas, aunque por lo visto en Pamplona reclame esa represión para excusarse del ataque al Ayuntamiento. Ojo, sólo del ataque al Ayuntamiento de Bildu.

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Los de ayer sí son fundamentalistas objeto de un lavado de cerebro

Asiron declaró ayer en una nota respecto a lo sucedido que en la entrada del Ayuntamiento hay una inscripción que dice: ‘la puerta está abierta para todos, pero sobre todo el corazón”, señalando que “desde el 13 de junio las puertas de este Ayuntamiento han permanecido abiertas a toda la ciudadanía, hasta el día de hoy, en que se han tenido que cerrar a causa del lanzamiento de objetos contra la fachada«. Lo mismo lo sucedido le sirve entonces al alcalde, y a ciertos medios, incluso a algunos “artistas”, para aprender a distinguir entre verdaderos ultras-fundamentalistas y quienes simplemente se manifiestan pacíficamente por haber sido ofendidos en sus creencias.

Por cierto, hay mucha gente a la que todos estos años han amenazado, han agredido o han destrozado su negocio, al igual que el mobiliario urbano, para que resulte que sólo ahora y sólo cuando los ataques afectan al ayuntamiento gobernado por Bildu les parezcan reprobables a algunos unos hechos violentos. Resulta significativo cómo al caerles la primera piedra algunos de repente han superado un debate pseudofilosófico de décadas para utilizar la palabra “condena”, o han condenado específicamente el ataque sin tener que mencionar los GAL ni la guerra del 36.

Solamente falta que la portavoz del Gobierno de Navarra se alegre por las detenciones. También cabe pensar si, cuando Asirón ha asistido últimamente a algunos actos, no habrá tenido a su lado a alguno de los que ayer apedrearon la fachada de su Ayuntamiento, o a quienes les han empujado a estos. No en el sentido de que uno va al cine y no sabe quién se sienta a su lado, sino en el sentido de que eso es más fácil que pase cuando uno va a determinados actos donde se reconoce la labor de determinados expresidiarios, o en los que se pide la amnistía, por no decir la impunidad, de sujetos que han perpetrado actos bastante más graves que tirar una piedra a la fachada de un ayuntamiento.

 

 

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3 respuestas

  1. Tengo que reconocer que estoy sorprendido. Pensaba que, una vez los aberchandals en el poder (en Palacio y en el Ayuntamiento) las algaradas habrían finalizado. Claro, la protesta no era directamente contra ellos, pero se ve que la kaleborroka es una droga dura que provoca mono. Alimentas al monstruo y pasa lo que pasa.

    Ahora bien, Asirón papelón.

  2. Al final tuvo que intervenir la Policía Nacional ante los encapuchados cobardes, peor que vándalos, que provocaron incidentes graves con daños al mobiliario urbano, sembrando el terror etc etc.
    Total que con tanta K, tanta Kale Borroka,tanto Ikasle, tanta manifestatzioneak , tanto Kobarde y tanto K….se va camino del pais de KaKaKalandia.
    Por último, la posible responsabilidad de los que se aprovechan o mandan a menores, que son los detenidos no olviden que en derecho penal español existe lo que se llama autoría mediata y un articulo 28 del Código que la contempla. Todo ello da pie a pensar que se está enviando por algunos un mensaje con esos incidentes «borroquiles» utilizando menores o no tan menores. No olviden quien manda aqui y lo que podemos todavía hacer.

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