Cosas buenas de Podemos

En el programa electoral de Podemos sin duda se encuentran gran cantidad de propuestas abiertamente irrealizables o insensatas, ampliamente probadas en el pasado y fracasadas en todas partes: como reducir la edad de jubilación a los 60, bajar la jornada laboral a 35 horas semanales (manteniendo los salarios), dejar de pagar la deuda pública, nacionalizar la economía, crear una renta universal, limitar los sueldos, eliminar los conciertos educativos, etc.

Ahora bien, se pueden encontrar también propuestas que no sólo pueden ser razonables, sino que seguramente son las que más han encandilado a una parte del electorado.

Por ejemplo, la “Limitación de los niveles máximos de desproporcionalidad de los sistemas electorales” o la  “Adopción de compromisos para el incremento de la rotación y la desprofesionalización de la política”.

¿Acaso hace falta ser comunista para poder estar más o menos de acuerdo con esto?

O, por ejemplo, la “Limitación estricta de los gastos en campaña electoral, así como de las subvenciones públicas a los partidos”.

Más aún.

¿Cómo satanizar cosas que reclama Podemos como la “Reforma de los marcos normativos destinados a designar el Fiscal General del Estado, a los miembros del Consejo General del Poder Judicial, los miembros del Tribunal de Cuentas y los miembros del Tribunal Constitucional”?

¿A quién le pude parecer muy mal que se pida el “fin del aforamiento para los diputados de todas las cámaras y senadores” o la “prohibición de acumular cargos públicos (ej: alcalde, senador, diputado, eurodiputado etc.)”?

Se trata de cosas que, en realidad, ni hace falta ser de Podemos para reclamarlas, ni son reclamaciones que se haya inventado Podemos. De hecho, se trata de reclamaciones que vienen de muy antiguo y precisamente la ventaja que tiene Podemos es que, después de tantos y tantos años en el poder, es difícil creer que el PP o el PSOE van a cambiar nada de todo eso.

Claro, todas esas cosas no nos van a parecer mal sólo porque las proponga Podemos. ¿Y a qué otros partidos puede votar mucha gente para que se hagan todas esas cosas?

 .

Más cosas interesantes que se pueden encontrar en el programa de Podemos:

-«Limitación temporal en el ejercicio del cargo público no superior a dos legislaturas.

-Rendición de cuentas pública y regular ante los electores que incluya: declaración de nivel de ingresos, accesibilidad con su electorado, especificación de gastos de los cargos públicos y desglose de los gastos ocasionados por el ejercicio de su actividad política.

-Aplicación estricta del principio de incompatibilidad entre el ejercicio de un cargo público y cualquier otra actividad remunerada.

-Eliminación del privilegio de jubilación con pensión máxima después de 7 años cotizados.

– Tributación fiscal para los cargos públicos igual que para cualquier otro ciudadano.

– Abolición de la percepción de 2 o 3 diferentes tipos de pensiones del erario público».

¿Por qué dejar que Podemos se apropie de las propuestas regeneradoras?

¿Son de izquierdas o de derechas todas estas propuestas? Cualquiera podría estar de acuerdo con muchas de ellas, sea de izquierdas o de derechas. Lo increíble es que, al parecer, este tipo de propuestas sólo sea capaz de plantearlas con un mínimo de credibilidad Pablo Iglesias, o que los grandes partidos abandonen a partidos como Podemos la defensa de este tipo de propuestas, por las que clama una gran mayoría.

Que seamos capaces de ver cosas buenas en el programa de Podemos no evita, sin embargo, que sigamos siendo capaces de ver las malas. Reclamamos poder ver las buenas a pesar de las malas y viceversa.

Por ejemplo…

Pablo Iglesias puede decir que la democracia española está muy mal.

Incluso que está podrida.

Que hay que regenerarla.

Que hace falta más transparencia.

Más participación.

Más libertad de expresión.

Más control a los políticos…

Hasta ahí llegamos todos.

Lo que no puede es decir todo eso y a continuación añadir que, si hacemos todo eso, conseguiremos tener una democracia tan maravillosa como la de Venezuela.

Si pretendes que los estándares de la democracia española son muy bajos y que hay que subirlos porque eres muy exigente reclamando derechos y libertades, podemos estar de acuerdo, pero si a continuación defiendes que los estándares de Venezuela son aceptables, e incluso el ideal a conseguir, automáticamente se te cae la careta.

No sólo es que para tener más libertad, más prosperidad y más regeneración no tengamos que pagar necesariamente el peaje de hacernos bolivarianos, es que lo último que uno tiene que hacer si quiere más libertad, más prosperidad, más regeneración, o por lo menos papel higiénico, es hacerse castrista o bolivariano.

http://podemos.info/wordpress/wp-content/uploads/2014/05/Programa-Podemos.pdf