Escrutopo: Mi querido sobrino, observo con preocupación que sigues leyendo esa perniciosa publicación digital que pone en cuestión adelantos sociales tan indiscutibles como las VPO. Me desazona tu credulidad dando crédito a la afirmación de que al aumentar el porcentaje de VPO a costa de la vivienda libre, disminuye la oferta de ésta y se encarece su precio. Sin duda no has considerado que, al subir el precio, la gente deja de demandar vivienda libre y pasa a demandar VPO. Por tanto, aunque baje la oferta también baja la demanda. Si tienes que atribuir la subida del precio de la vivienda a alguien, atribúyeselo a los especuladores.
Orugario: Querido tío, en primer lugar quiero tranquilizarte explicándote que es sólo por curiosidad que de vez en cuando visito las páginas de este digital que, por no respetar, no respeta ni las VPO. Si lo hago no es por poner en duda las verdades esenciales del intervencionismo de Burocracia Central, sino para conocer de primera mano los argumentos del enemigo. Dicho esto, creo que tu razonamiento no es del todo irrefutable, puesto que disminuyes la demanda de vivienda libre como consecuencia de haber subido el precio. Alguien podría pensar que este argumento, en realidad, confirma el razonamiento que pretendía refutar: que al crecer la oferta de VPO a costa de la vivienda libre, cada vez menos gente puede acceder a ella y forzosamente tiene que convertirse en demandante de VPO, creando un círculo vicioso.
Escrutopo: querido sobrino, ¿puede ser que estas lecturas te impidan ver el hecho esencial? ¿Acaso no es lo importante que salgan al mercado 100 viviendas y no que 30 sean de una clase y 70 de otra?
Orugario: querido tío, es una diferencia muy importante puesto que, según parece, se trata de dos ofertas excluyentes. Es decir, que quien puede acceder a una vivienda libre no puede acceder a una VPO y viceversa. No sería justo.
Escrutopo: ¿Cómo que no sería justo que alguien que se puede comprar una vivienda libre pueda acceder a una VPO?
Orugario: mi muy querido tío, la razón -según ellos dicen- es que si obligas a vender la mitad de viviendas por debajo del precio de mercado, tienes que repercutir los costes reales sobre la otra mitad. Es decir, que el comprador de vivienda libre está pagándole parte de la vivienda al comprador de VPO. A consecuencia de lo anterior, si alguien que puede pagarse una vivienda libre se compra una VPO, estás dejando que el resto de compradores de vivienda libre, gente como él, le paguen parte de la casa por la cara.
Escrutopo: mi joven sobrino, un respeto para las palabras. ¿Ves cómo te están envenenando la mente? Una cosa es vivir del estado y otra por la cara. ¿Cómo facilitarías entonces tú el acceso a la vivienda?
Orugario: querido tío, la causa al parecer de que algo sea caro es que se trata de algo escaso. Si es fácil de conseguir, entonces tiene poco valor. Según esto, para bajar el precio de la vivienda libre no harían falta más VPO, sino más viviendas libres. Sin embargo, según siguen diciendo en este ominoso confidencial, un problema añadido para encarecer la vivienda es la falta de suelo. Habría por tanto que liberalizar el suelo. Eso dicen.
Escrutopo: sí claro, y dejar el suelo en manos de los especuladores.
Orugario: pero tío, es que no resulta fácil sostener ese discurso contra este enemigo. Porque asegura que el auténtico especulador es quien primero prohíbe edificar excepto en terreno urbanizable, y luego va calificando el terreno a su antojo para hacerlo urbanizable. No se puede negar que los ayuntamientos, con este sistema, limitan la disponibilidad de suelo, se financian a costa de las promociones, encarecen el precio de la vivienda y encima gozan de un poder que fácilmente puede corromperlos. Liberalizar el suelo sería precisamente la forma de evitar la arbitrariedad y la especulación, al tiempo que pasaría a ser un recurso abundante.
Escrutopo: en fin sobrino, puedo perdonar que en una etapa de inmadurez te preocupes por conocer estos razonamientos, pero lo que no puedo perdonar en este sitio que lees es que arremetan contra VINSA o los sindicatos.
Orugario: ay, tío, es que yo trataba de defender a VINSA después de escuchar a Txentxo Jiménez, pero es que Txentxo no terminó de explicar cómo operaba VINSA. Resulta que un promotor privado, si quiere poner en marcha un proyecto, tiene que ceder por ley un 10% del suelo al ayuntamiento. El ayuntamiento, por su parte, se lo vende a VINSA o a los sindicatos por un 17,5% del precio de la VPO. Es decir, el porcentaje del precio del suelo que la ley permite repercutir en el precio de la VPO. De este modo VINSA y los sindicatos repercuten el 100% de lo que les ha costado el suelo, a diferencia del empresario privado que lo ha pagado mucho más caro a precio de mercado. Reconocerás que, a costa de él, cualquiera compite con el sector privado.
Escrutopo: me preocupas, sobrino. Estoy seguro de que en Burocracia Central no gustaría nada saber que te dedicas a elucubrar sobre estos argumentos. El mero hecho de conocerlos es ya un riesgo para tu mente escasamente formada. Todas estas teorías en nada se compadecen con lo hechos.
Orugario: por el contrario tío, esta es una de las cuestiones que más me preocupa. El círculo vicioso de las VPO realmente parece que se demuestra por la vía de los hechos. ¿Acaso según la nueva ley no vamos a construir un 70% de VPO? ¿Y es que a nadie le parece anormal que el 70% de las viviendas vayan a ser VPO? La vivienda libre ya es una especie en vías de extinción. La lógica del sistema nos empuja al 100% de VPO. Llegados a ese punto, como los costes de la construcción ya no podrán repercutirse sobre la vivienda libre, el que tendrá que cargar con ellos será el contribuyente.
Escrutopo: querido sobrino, tus palabras me producen profunda zozobra. Estoy seguro de que en el resto de medios navarros no hay ningún otro que publique tanto error, tanta confusión y tanta blasfemia junta. Te ruego que, en adelante, evites este confidencial y limites tu interés a cualquiera de esos otros medios cuyos contenidos no ofenden a Burocracia Central. En este Navarra Confidencial se hacen afirmaciones que pueden llevar a los contribuyentes a dudar de por qué pagan con sus impuestos esto, aquello y lo otro. El siguiente paso es reclamar una disminución del intervencionismo y una reducción del tamaño de Burocracia Central. Y todo para qué, ¿para ser más libres? Mira sobrino, hemos conseguido que, para poder comprar un televisor, un coche, una casa o un frigorífico, el ciudadano dependa de que le dé dinero el gobierno. Ideas como las que estás exponiendo fomentan la insubordinación. A base de leer cosas como éstas, el ciudadano podría acabar preguntándose por qué es él quien tiene que pedir la paga al gobierno para poder hacer algo, cuando lo lógico sería lo contrario. Cuidado sobrino, te estaré vigilando.