Aunque durante mucho tiempo ha estado rondando y acechando a la economía española, no ha sido hasta las últimas horas cuando ha subido hasta las portadas. Para ello han tenido que combinarse el clímax necesario y el desencadenante adecuado, en este caso el último artículo de Paul Krugman (Nobel de Economía, asesor de Obama y gurú económico de la izquierda) en su blog del New York Times. Krugman plantea la posible salida de Grecia del euro para junio y, salvo una intervención masiva del Banco Central Europeo, corralito para España e Italia y el fin del euro.
El “corralito” en Google
Valiéndonos de la multitud de herramientas curiosas que ofrece Google, hemos tenido la curiosidad de consultar la evolución del número de veces que en los últimos años se ha introducido en el buscador desde España el término “corralito”. Este es el resultado.
Como pueden ustedes comprobar, en la gráfica existen tres picos (o un pico y un doble pico). El primero corresponde a la quiebra de Lehman Brother´s en 2008 y el segundo y tercero a los máximos de la crisis actual de la prima de riesgo. Interesa por tanto recordar también la evolución de la prima de riesgo que se encuentra no sólo en máximos (véase el siguiente gráfico), sino en zona fronteriza con lo que se suele considerar un punto de no retorno hacia la quiebra del estado. Es evidente que las palabras de Krugman no se hubieran producido en otro momento o si hubieran producido en otro momento no hubieran tenido la repercusión que ahora han tenido. Es decir, que las palabras de Krugman vienen acompañadas de preocupantes elementos objetivos.
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¿Qué es un corralito?
El establecimiento de un “corralito” (expresión que data de la crisis argentina del 2001) consiste en la limitación a los ahorradores de la retirada de efectivo de los bancos (en Argentina fueron 250 dólares semanales), así como de las operaciones que podían realizar con el dinero de sus cuentas. De esta forma se intenta evitar el colapso del sistema bancario y la huida del dinero al extranjero. En el caso argentino, a continuación el estado se declaró en quiebra y suspendió el pago de la deuda. Posteriormente se devolvió a los ahorradores el dinero de sus depósitos pero a una relación de cambio muy inferior a la que existía antes del corralito (un peso argentino equivalía a un dólar antes del corralito).
¿Cómo protegerse del corralito?
Dentro del abanico de posibilidades, una de las más sencillas es cambiar el dinero a una divisa fuerte y sacarlo del banco antes del corralito. No se puede sacar sin más el dinero sin cambiarlo a otra divisa porque el corralito en España supondría el fin del euro tal como lo conocemos. Es decir, que podríamos encontrarnos debajo del colchón con billetes que dejarían de ser de curso legal y que sólo podríamos canjear por pesetas, marcos, dólares o un nuevo euro según la relación de cambio que se estableciera en su momento. Otra opción sencilla es invertir en acciones de empresas extranjeras o fondos de inversión domiciliados en otros países que inviertan en mercados exteriores. Obviamente, por otro lado, tanto el cambio de divisa como la inversión en acciones también entrañan su propio riesgo. Descambiar la divisa o liquidar las acciones, sin embargo, puede resultar un problema después del corralito. Una tercera opción algo más complicada es transferir nuestro dinero a una cuenta bancaria abierta en un país extranjero.
Ni tiene por qué pasar ni nadie nos va a avisar
El corralito en España es sólo una posibilidad. Lo que sucede es que ya no es una posibilidad casi impensable. En todo caso sabemos que, si bien es algo que no tiene por qué suceder, si sucede nadie nos va a avisar y todas las autoridades lo van a negar hasta el último momento incluso como posibilidad. La razón de esto es que ya sólo el temor al corralito puede desencadenar el corralito. Que todos los medios se hagan eco hoy de las palabras de Krugman no es un buen síntoma y revela la extrema delicadeza de la situación que atravesamos. Por otro lado es bueno que seamos conscientes de la gravedad de una situación de la que aún no parecen darse cuenta muchas personas que, faltándonos hasta para lo esencial, hablan como si como si aún tuviéramos dinero para seguir gastando y como si, para poder evitar la quiebra del estado, no existiera la imperiosa necesidad de afrontar recortes importantísimos o acometer reformas estructurales del sistema público para hacerlo más barato.
11 respuestas
En el caso de Krugman y otros economistas a las órdenes de Obama, u otros presidentes, o al servicio de agencias norteamericanas, sus palabras y acciones no son sino el ejercicio de la profecía autocreada; no son profetas sino inductores, necesitan quebrar el euro en beneficio de los EEUU, contando para ello la colaboración remunerada y entusiasta de tontos útiles, se llamen Zapateros u Hollandes. Si alguien interfiere en sus planes se le echa por la borda tipo Dominique Strauss Khan y adelante con los planes. Luego están los países tontos útiles, como Grecia, donde no son más idiotas porque el planeta no rota más despacio….
El viernes me decía alguien que me había leído un comentario hace exactamente un año (en una noticia sobre la CAN) en el que ponía a parir (suele ser habitual en mí) a MAFO y al cura Aríztegui. Algunos comentaristas (Fernando de la Hucha…) se lanzaron sobre mí defendiendo las labores de un tal AriStegui que decían ellos, pero cláramente debían referirse a otra persona.
Un año y pico después nos encontramos con el colapso del sistema por culpa (entre otros) de la ineptitud política e inoperancia del Banco de España.
Y supongo que en julio, cuando Mafo diga adiós y el cura Aríztegui con él, Mariano les impondrá la medalla de oro al mérito en el trabajo o alguna soplapollez de esas. Cuando lo que debería esperarles es la puerta de el Dueso, en una habitación sin vistas a las marismas de Santoña.
Mientras tanto disfruten ustedes de la amenaza de corralito. Yo ya les dije que mi caja se llama BTV, es de acero y está anclada a la pared.
Y por cierto. No se preocupen mucho por el Krugman este… Krugman es a Economía como AlGore a Ecología.
Y ambos con la cartera a reventar.
«Dentro del abanico de posibilidades, una de las más sencillas es cambiar el dinero a una divisa fuerte y sacarlo del banco antes del corralito» jeje, cojonudo NC. Ayyy como les hagan caso…
Si llega el corralito – que puede llegar-, la clase política ladrona que se lo ha estado llevando crudo y tirándolo, ya puede tener cuidado de su físico, porque aquí somos algo más calientes que los argentinos y las gentes normales los vamos a coger del cuello en cuanto los veamos por la calle.
Así, que si viene el corralito, más les vale a políticos y sindicalistas que nos han llevado a la ruina en la que estamos que pongan sus traseros allende los mares y no vuelvan más por aquí. La Cristina Fernández les está esperando en su Barrio Del Madero con los brazos abiertos para quedarse hasta con sus corazones…Y al otro lado del Estrecho, por si optan por esa baza, el moro ambidiestro para ponerlos mirando a la Meca…Sinvergüenzas, os va llegando vuestra hora!!!!
1.- Interesante la mini-entrevista qaue publica hoy el Dirio de Navarra a Carlos Solchaga. Un único «pero»: la crisis y la burbuja española, desde 2002 estaba cantada y escrita. Un aplauso: no obstante, interesa echar la mirada atrás.
2.- A la persona que más claro (sencillo, completo, etc.) he oído hablar de la actual crisis española es a Domingo Cavallo en la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra.
3.- He vivido (cobrando la mitad en en euros de la época / la mitad en dólores: un buen mix) desde 2000 a 2003 en Buenos Aires, como representando – consultor de intereses internacionales en una organización argentina: ¡eso sí que fue un master!
4.- Mientras algunos se lamentan, me falta tiempo para impulsar dos nuevos negocios en los que estoy colaborando: especulemos menos y trabajemos más (yo el primero).
Si es como me dijo hace casi un año Joao en su casa de Oporto «esto es una guerra encubierta entre el Euro y el Dólar».
Al menos ahora empiezan a salir a la luz algunos generales y comienza a vislumbrarse la estrategia.
USA ya lo hizo antes. Ahogó a la URSS. Ahora tenemos una ventaja: a los yankis les gusta Europa como parque temático. París, Londres e Italia, seguro que no caen. Era el destino de sus viajes de novios. ¿España? La estúpida ofensa de ZP a su bandera no nos ayudó, y su antijudaísmo representado en el palestino que se calzó al cuello, tampoco. Pero Hemingway fue un gran publicista que nos puso en el mapa y Almodovar también ha coloreado nuestra imagen. En cierto modo, podemos ser simpáticos.
Habrá que esperar.
Mientras tanto no estaría mal aprovechar para leer más, ver menos fútbol (Osasuna: paga los 30 millones de euros que nos debes a todos los navarros) y descubrir qué podemos hacer con este país para otorgarle un poco de interés. Para que los que todavía quedamos dentro y lo hacemos crecer no decidamos irnos y dejarlo solo poblado de mantenidos y funcionarios.
Quizá no esté de más serenarse un poco y recordar cosas de «ayer (septiembre / noviembre de 2011): Siemens saca su dinero de la banca francesa: el sistema galo, a punto de la quiebra. Según Moody’s los bancos franceses están llenos de deuda griega: Credit Agricole tiene gran exposición a Grecia a través de su filial Emporiki Bank of Greece, Societe Generale tiene una participación en General Bank of Greece mientras que BNP Paribas no tiene una filial en Grecia pero sí grandes inversiones directas en deuda del Estado. Los bancos alemanes tienen más de un billón de euros prestados a los PIIGS, lo cual es una cifra gigantesca que representa el coeficiente de endeudamiento bancario mayor de los bancos occidentales. La gran banca mayorista mundial, cantidades ingentes. Muchos analistas aceptan que Grecia desea quebrar. La demora trataría de salvar la debacle bancaria mundial. El BCE parece que tiene muchas posibilidades de hacer agua, con sus miles de millones de deuda pública comprados. La salida de la crisis griega puede tumbar a la banca europea. La ministra Salgado ha negado la petición de auditorías por los organismos internacionales para la banca española, como también las negó la banca alemana reiteradamente, rechazando todo control sobre sus cifras. Pero las auditorías son cada vez más necesarias para saber con claridad el estado de la banca europea, nadie se fía de nadie y la banca no funciona después de tres años, los balances y cifras facilitadas no encajan, no son creíbles. Y todo eso no es nada comparado con la gran guerra: la guerra euro / dólar, con China dispuesta a engullir.
Mañana ya estamos todos a Carlos III, donde Enrique a pasar toda la plata a una entidad mucho más tradicional que la suya, al koltxon Bannk que S&P la califica con AAA.
Siempre nos quedarán las cooperativas de crédito (o era de cerdito?)
un a celda abierta con dinero, como lo vean los Ruiz Mateos, Madoff ..