Copago para las carreteras

 

 

El subdirector general de Tráfico y Movilidad de la DGT, Federico Fernández, lanzaba la bomba en las últimas horas: «en estos momentos de crisis seguramente no se podrán construir muchas más infraestructuras», por lo que para «construir, mantener y explotar las carreteras” habría que pagar, además de los impuestos que ya se pagan, una tarifa adicional por su uso. Según Fernández, “la decisión que tienen que tomar los políticos es si el coste lo pagan todos los ciudadanos o sólo aquellos que las utilizan. Y la pista es que va por ahí”. El subdirector de la DGT recordó que en Londres o Estocolmo hace falta pagar una tasa para entrar con el coche en la ciudad. Portugal, en esta misma línea, impondrá un peaje de 77 euros trimestrales a los usuarios de la autopista del Algarve.

Cosas del estatalismo

La polémica entre autovías y autopistas enfrentó durante muchos años a liberales y socialistas. Para los liberales las autopistas tenían que ser privadas, costeadas por las empresas y pagadas por los usuarios. Las autopistas se sumaban en paralelo a la red pública y los ciudadanos decidían sobre su uso en cada momento. Para los socialistas, sin embargo, las carreteras tenían que convertirse en autovías, pagarse con los impuestos y ser públicas y gratuitas para los usuarios. El resultado actual en muchos países, “y la pista es que va por ahí” según el subdirector de la DGT, es que al final sólo habrá una red viaria en vez de dos, no habrá libertad de elección, se pagará con los impuestos y además tendrá que pagar peaje todo el mundo.

Copago y repago

Sería un error, sin embargo, confundir este peaje con el copago. El copago sanitario no es un impuesto destinado a recaudar dinero para financiar la sanidad. Por el contrario, su filosofía consiste en constituir una cantidad simbólica para evitar los abusos (los españoles acuden al médico tres veces más que los suecos). En algunos países, se trata de una cuantía que incluso se reembolsa con posterioridad al usuario. El peaje del que se está hablando para utilizar las carreteras, por consiguiente, sí que es propiamente un repago (seguiremos pagando impuestos) cuya finalidad confesa es financiar el mantenimiento y construcción de infraestructuras. Los 77 euros trimestrales de Portugal, por ejemplo, no son ninguna cantidad simbólica, sino una medida recaudatoria en toda línea. Al no ser simbólica tampoco es una medida disuasoria, casi psicológica, para los usuarios abusivos, sino para los que efectivamente tienen menos recursos. 

Vasos comunicantes

Cuando un gobierno sube un impuesto para pagar la sanidad, pero al mismo tiempo mantiene una cadena de televisión autonómica, el impuesto no es para pagar la sanidad sino también la televisión autonómica. En virtud de la misma lógica, cuando el dinero de las carreteras tiene que desviarse a pagar la sanidad y se crea un impuesto especial para pagar las carreteras, en realidad también se está pagando la sanidad. Aunque el argumento resulte retorcido, lo cierto es que el copago viario equivale a un copago sanitario, sólo que se aplica en el camino del hospital en vez de en el propio hospital. Lo extraño es que la lógica que repudia el copago sanitario acepte sin embargo el repago viario. La paradoja final es que, en el ejemplo, el copago sanitario podría reducir el coste de la sanidad deshaciendo la situación que exige la desviación de recursos desde las carreteras y evitando la necesidad del peaje. Juzguen ustedes mismos si el copago es antisocial pero la alternativa de subir el IVA o poner un peaje camino del hospital a las mismas personas a las que se les aplicaría el copago sí es social. A lo mejor les sale peor que el copago. ¿Y si liberamos del peaje a las rentas más bajas o a las personas que tienen que usar constantemente una carretera? Pues lo mismo se puede hacer con el copago sanitario. Por lo demás, es evidente que todos seríamos más sociales si el dinero lloviera del cielo.

Compartir este artículo

3 respuestas

  1. La receta se la dio Felipe González a José María Aznar, cuando éste accedió al cargo y nos contó a cuánto ascendía el déficit real: «pues sube un duro el litro de la gasolina y cuadras el presupuesto».
    Sucede que, al parecer, tenemos más km de autovía/autopista que gran parte de los «países de nuestro entorno», es decir, que disfrutamos de mejores vías que los contribuyentes que generosamente han financiado nuestro esplendor «periférico».
    Sucede que el precio de los combustibles en España (léase carga impositiva) es inferior a la de los países de la UE. Y que la UE nos viene diciendo (primero con insistencia, luego en un tono «amenazante») que o subimos ese impuesto especial o que nos multa y nos quita las ayudas. Sucede que ZP no se ha atrevido. Sucede que ni los españolitos de a pie ni «los medios» tienen memoria. Sucede que la cosa podría alcanzar los 20 céntimos por litro. Sucede que los camiones que circulan por centroeuropa tienen que pagar la «euroviñeta»: es cierto que «gastan» carretera, pero también es cierto que transportan a la periférica península productos elaborados en esos países, lo cual implica aportes a la SS, más IS, etc. Sucede que Portugal ya implantó los 77 euros … Suceden, para terminar, no por último, dos cosas: que los «impuestos finalistas» suelen convertirse a veces en nichos de corrupción y casi siempre se demuestran ineficaces en todo el mundo y que soy partidario de la filosofía que subyace detrás del dicho «el que mancha, paga» – «el que consume, paga» … de la «factura en la sombra», del copago (hasta una cierta cantidad: de la intensidad de un siniestro puede hacerse cargo la sociedad, del total de la frecuencia, no -es el principio sano del negocio del seguro) desgravable (como las primas de seguro de salud pagadas a una Compañia privada) según un escalado justo, equitativo y oportuno, en el IRPF

  • Navarra Confidencial no se responsabiliza ni comparte necesariamente las ideas o manifestaciones depositadas en las opiniones por sus lectores. Cada usuario es único responsable de sus comentarios
  • Los comentarios serán bienvenidos mientras no atenten contra el derecho al honor e intimidad de terceros, puedan resultar injuriosos o calumniadores ,infrinjan cualquier normativa o derecho de terceros , empresa, institución o colectivo, revelen información privada de los mismos, incluyan publicidad comercial o autopromoción y contengan contenidos de mal gusto.
  • Se procurará evitar en lo posible los comentarios no acordes a la temática publicada
  • Navarra Confidencial se reserva el derecho de eliminarlos

Información sobre protección de datos

  • Responsable: Navarra Confidencial
  • Fin del tratamiento: Controlar el spam, gestión de comentarios
  • Legitimación: Tu consentimiento
  • Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  • Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.
  • Contacto: info@navarraconfidencial.com.

Suscríbete a nuestro boletín