Los últimos acontecimientos parecen haber dejado a contrapié a quienes sostienen la existencia de un supuesto derecho a insultar y ofender, indistinguible de la libertad de expresión y del arte. O quienes sostienen una absurda incompatibilidad entre el respeto y la libertad de expresión. Nadie apoya la pederastia. Todo el mundo condena la pederastia. Hasta el Papa ha pedido perdón por los casos sucedidos en el seno de la Iglesia. Y evidentemente ya estamos todos perfectamente informados de los casos de pederastia que suceden en el mundo, por lo menos los relacionados con la Iglesia, sin necesidad de saber nada de Abel Azcona. El problema con Azcona es que ha utilizado formas consagradas como si fueran pintura. Se trata de un hecho extraordinariamente ofensivo y doloroso para los católicos, que atenta indiscriminadamente contra ellos, y totalmente innecesario para expresar el mensaje que pretende el autor. El mismo mensaje podría haberse transmitido sin ofender a nadie. Un mensaje que, por otro lado, no nos aporta ninguna información. Es contra esto frente a lo que se han manifestado creyentes y no creyentes, de forma respetuosa y reclamando a su vez respeto.
La exposición sigue abierta, sólo faltan las formas supuestamente consagradas que inicialmente se expusieron y que se ha decidido que no sean repuestas. Puestos a ser escrupulosos, de haber alguien con derecho a sentirse ofendido y dolido siguen siendo los católicos por las fotos que siguen expuestas, en las que aparecen esas formas usadas de forma sacrílega.
¿Contra qué va a hacerse una manifestación entonces?
¿Contra el alcalde y el autor por no reponer las formas?
¿Contra el derecho de otros a manifestarse respetuosamente o a sentirse ofendidos?
Significativamente, mientras unos bajan la tensión y hacen gestos en ese sentido, otros tratan de elevar la tensión y llevar a cabo gestos en sentido contrario, retratándose a sí mismos.
Dicen que se manifiestan a favor del cambio. El problema es que ya están en el gobierno. Parece que quieren gobernar pero que al pasar ellos de la oposición al gobierno la oposición quede vacante. Que no haya protestas. Que no haya manifestaciones. Que no haya críticas cuando ellos gobiernan. Dicen reaccionar contra diferentes sectores que han intentado «golpear el cambio» y que están «intentando retrotraernos» a los «años oscuros y criminales del franquismo». Piensan que la pluralidad son ellos, sin entender que las manifestaciones contra ellos fornan precisamente esa pluralidad. Si todos fuéramos como el gobierno «plural» no habría pluralidad. Por otro lado necesitan desesperadamente mantener vivo el fantasma del franquismo, para poder llamar franquista a todo el que no piensa como ellos. No aceptan la pluralidad ni entienden que lo que se trata de evitar no es el derecho de Abel Azcona a criticar a la Iglesia, sino que lo haga usando formas consagradas. Tampoco es un límite tan terrible no poder usar ofensivamente formas consagradas para expresarse artísticamente. Sin ir más lejos, sin tener que usarlas, Goya o Dalí hicieron algunas cosillas apenas por debajo del nivel de Azcona.
2 respuestas
NO VOY A DAR MÁS PUBLICIDAD A ESTE TITIRITERO DEL CUTREPACTO…SI OS AVISO FAMILIAS DE NAVARRA QUE SE HA CONVOCADO EL DÍA 12 deDICIEMBRE A LAS SEIS DE LA TARDE UNA CONCENTRACIÓN EN LA PLAZA DEL CASTILLO A FAVOR DEL PAI….Y CREO QUE VA A ESTAR MÁS LLENA QUE EN EL COHETE DEL DÍA 6 DE JULIO.
A ver si alguno se va a acordar de lo de las fotos del papeo coranita y les va a hacer una visita con un chaleco no de Gucci precisamente.
A ver luego qué dirían : ¿No a mis/sus/las guerras pero esta/la otra/la de más allá o la del más allá sí que son buenas?