Cuentan los cronistas del ‘proceso’ que se estuvo a punto de alcanzar un acuerdo, que no se logró porque al final tanto el PNV como el PSOE no llegaron aceptar las propuestas de Batasuna. “En la fase intermedia de estas doce decisivas reuniones se llegó a un acercamiento en torno a las dos grandes cuestiones a debate: el derecho a decidir y la vertebración territorial. Este intento de síntesis llegó a materializarse en dos borradores”. De acuerdo con las informaciones, todos los grupos llegaron a aceptar el derecho de autodeterminación, pero se mantuvieron las discrepancias en torno al supuesto territorio vasco y a la posibilidad de impulsar la independencia. Socialistas y PNV pretendieron que tales aspectos quedaran plasmados con ambigüedad, para evitar compromisos con los radicales que después les costara mucho explicar a los españoles. Además, como pueden suponer, en las reuniones se hablaba de Navarra sin que ningún representante político navarro estuviera presente. “Ni el partido liderado por Carlos Chivite habló con la izquierda abertzale ni envió siquiera algún representante a algunas de las numerosas reuniones llevadas a cabo con Batasuna por Jesús Eguiguren o Rodolfo Ares”. La ruptura de ese ciclo de conversaciones se produjo con la propuesta de un Estatuto de Autonomía para Vascongadas y Navarra, lanzada por los batasunos por su cuenta. Según los radicales, por ahora las ‘negociaciones’ están rotas, lo que puede explicar la nueva actividad terrorita de ETA, que por ejemplo aumenta su extorsión, tal como hemos conocido estos días.
