Dos estadísticas oficiales distintas son las que periódicamente nos informan de la evolución del empleo en España. Una es la EPA (Encuesta de Población Activa) y otra la cifra de paro registrado que publica el Ministerio de Trabajo. Ambas tienen su propia metodología lo que explica que ofrezcan habitualmente resultados dispares. No tan dispares, sin embargo, como para que ambas no reflejen con crudeza la trágica evolución del empleo a lo largo de la crisis. Pueden conocer más sobre ambas maneras de medir el paro en este enlace.
Una visión completamente alternativa es la del ministro de Fomento José Blanco, que aunque recnoce que "toda subida del paro es mala", señala que la de octubre ha sido "la mitad de mala" que el año pasado, de lo que deduce que la situación actual de la economía “es mejor ahora que hace un año”. Curiosa reflexión cuando el paro registrado en octubre del año pasado era de 2.818.026 desempleados, mientras que el mes pasado el número ascendía a 3.808.353 personas en paro. Resulta muy difícil concluir del contraste de estas cifras que ahora estamos mejor que hace un año.
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Lo cual nos traslada a realizar una nueva distinción para separar el próximo cambio de ciclo, que llegará en algún momento, de la recuperación de los niveles anteriores a la crisis. El paro no es un indicador adelantado, de hecho es un indicador retrasado, no nos sirve por tanto para conocer el estado de la economía en tiempo real. Cuando cambie el ciclo y vuelva a crecer la economía (algo que ya está pasando en el resto de países), se detendrá la destrucción de empleo e incluso con suerte, si crecemos lo suficiente, empezaremos a crear empleo. Pero aunque entonces habrá cambiado el ciclo económico, de ninguna manera podremos hablar de recuperación de los niveles previos a la crisis. Ahora tenemos 3,8 millones de parados. Cuando cambie el ciclo, empezaremos a crear empleo. Pero lo que se dice recuperarnos, nos recuperaremos cuando volvamos a tener sólo 1.9 millones de parados registrados, como en julio del 2006. Entendida la recuperación de esta manera, resulta evidente que estamos muy lejos de poder decir que estamos recuperados. Con 2 millones más de parados que hace 3 años, resulta poco realista prever que vayamos a recuperar rápida y milagrosamente los niveles de actividad y recaudación de hace 3 años. Entre otras cosas es por eso que parece sensato recortar gastos.