> N. C. Hemos sabido que el Ayuntamiento de Pamplona ya ha dado el visto bueno para la concesión de la licencia de obra de la segunda mezquita de la ciudad, en un barrio periférico. Ocupará una superficie de casi 400 metros cuadrados. Ya ven que a diferencia de lo que ocurre en el mundo musulmán, en nuestra sociedad ponemos todas las facilidades para que las personas puedan ejercer su derecho a la libertad de culto. También tenemos que contarles algo menos edificante, y es que el único vecino que presentó una alegación a la solicitud de obra, al cabo de los días se encontró con las cuatro ruedas de su coche pinchadas. ¿Casualidad? Quién lo sabe. En todo caso, teniendo en cuenta el poco respeto que el islamismo muestra hacia otras creencias, en particular con la cristiana, cabe reflexionar si las autoridades deben conceder los permisos sin mayores reparos. Resulta duro realizar esta afirmación, pero la experiencia de los países de nuestro entorno, donde el Islam ha penetrado en mayor grado, no está siendo precisamente positiva.