Hace tan solo dos semanas parecía que los dos grandes partidos españoles el PP y el PSOE se habían quedado sin relato, que habían perdido totalmente el contacto con la realidad. No solo en España sino también en Europa parece que se necesitan medidas de regeneración, pues es opinión generalizada que los partidos políticos se han alejado de sus electores.
Junto con estos problemas bien conocidos de la esclerotización de la vida partidaria lo más peculiar de estos últimos tiempos no es que se centren en el foco de lo inmediato, sino que tanto políticos como periodistas fijan su foco en la inmediatez más absoluta. El análisis de lo inmediato lo realizan a golpe de Tuit o de un WhatsApp cosa que nos impide ver hacia donde caminamos al no permitirnos valorar los acontecimientos con perspectiva.
Todo el mundo dio por muerto y enterrado a los partidos que mantuvieron el bipartidismo. Estamos en un época marcada por el desafío independentista en Cataluña, por la crisis de la Unión Europea incluso cada vez más se habla de un cambio de época. Al confluir tanto razones de tipo económico (la crisis económica ha impulsado un profundo cambio de mentalidad) como las producidas por el cambio tecnológico de la información, por las redes sociales.
También han aparecido profundos cambios sociológicos que llevan aparejados la necesidad de profundos cambios políticos, por que existe una disociación entre las estructuras políticas, las instituciones y los ciudadanos. Al producirse esta fractura han emergido los populismos y la vuelta de los nacionalismos, unido todo ello al profundo descrédito del proyecto europeo. La Unión Europea ha entrado también en crisis, antes por el Brexit, ahora con Italia.
Es verdad, existe una grieta profunda en que rumbo tomar en la UE y hay que buscar un nuevo impulso, hay que volver a regenerar la vida política, hay que inventar un nuevo relato para poder salir de esta situación, que nos la complicó enormemente las torpezas de Obama con su mala gestión de las primaveras árabes, causante de la presión demográfica de los emigrantes musulmanes hacia Europa, y el apoyo de la CIA al golpe de estado de los golpistas ucranianos de la Plaza Maidan, que ha llevado al alejamiento de Europa de Rusia que es lo que querían los americanos. Hoy en la UE estamos mucho peor que hace 5 años.
En España cuando surgió Podemos había un profundo descontento en la sociedad española con los partidos tradicionales y Podemos acertó al diagnosticar muchos de los males. Luego se equivocaron en las recetas, unido al problema de falta de ejemplaridad de sus dirigentes que aplican un doble rasero, muy exigente para los demás y más laxo para ellos. Aún con todo han demostrado tener un suelo de momento importante en el electorado.
El fenómeno de Ciudadanos es verdaderamente espectacular, de ser un partido circunscrito a Cataluña, teniendo ideas claras se cuidaron en no desgastarse en la gestión y se dedicaron a apoyar de manera externa a los Gobiernos tanto del PP como del PSOE haciendo de Pepito grillo exigiendo un estricto cumplimiento de lo pactado y con desparpajo mostraron un proyecto nacional español que consolidaron.
Una vez con presencia fuera de Cataluña con el nuevo giro ideológico abandonó la socialdemocracia y se refugió en los pagos del liberalismo moderno. Las encuestas hasta antes de ayer le auguraban unos magníficos resultados. Incluso con la esclerosis del PP les proyectaba ser el principal partido del país y donde muchos empezaban a ver a Ribera como el próximo presidente. Estos buenos augurios se les subieron a la cabeza, entraron como los demás en el tacticísmo de lo inmediato, le retiraron el apoyo a Rajoy una vez aprobado los Presupuestos, y lo ocurrido en estas dos semanas es bien conocido.
Muchos ven lo ocurrido como un desastre, y no ven que en el medio plazo puede ser una oportunidad interesante para España, pues todo apunta a que los ganadores serán los partidos viejunos y los perdedores los nuevos partidos. Eso hará que no caminemos por la senda italiana. El PSOE de no contar para nada se ha encaramado a la Moncloa por las ganas de muchos de sacar a Rajoy del poder. Y la irrupción del nuevo Gobierno que nos ha sorprendido a todos, ha generado ilusión y no ha podido ser mas cool. Una muestra de marketing de alto nivel llevada con inteligencia. No necesita de grandes cosas para preparar con mucho tiempo una buena campaña electoral que reanime a los suyos, recupere electorado disputando a derecha e izquierda tanto a Podemos como a Ciudadanos. Haciendo gestos de su agenda progre y todas las medidas populistas que se les ocurran, junto con el mas estricto cumplimiento de las directrices de Bruselas y no equivocándose en lo sustancial en sus relaciones con los nacionalismos periféricos.
El PP desde el poder no podría haber echo su necesario cambio y ahora desde la oposición tiene una oportunidad de oro y el tiempo suficiente para hacerlo de forma ordenada y encauzar de nuevo todo el potencial que tiene para volver a ser el principal partido de España y posiblemente repetir como fuerza más votada, pues todos los gestos radicales del Gobierno hará que le vuelvan a votar muchos antiguos desencantados.
A Ciudadanos esta nueva situación les devuelve a la realidad al despertarse del sueño de las encuestas y posiblemente sufrirá una pérdida por su derecha e izquierda ya que le recuperaran votantes tanto por el PP como por el PSOE. Podemos tiene que ser realista por lo menos hasta las municipales pues necesita del acuerdo del PSOE para no darse el batacazo de pérdida de mucho poder municipal. La política de estirar la legislatura todo lo que pueda el PSOE perjudica a C´s y también condena a la irrelevancia actual a Podemos, pero beneficia claramente al PSOE y al PP.
El problema está en que en esta situación los partidos son incapaces de pactar, de abordar problemas que requieren una solución, siguen enfrascados en sus luchas puramente electorales que va a durar cerca de dos años. Para sacar a la sociedad española de sus crisis se necesitaría encauzar la natalidad paralizada, las pensiones, el adelgazamiento o no de la administración, la reforma de la educación. Habiendo una crisis evidentemente de representación política los partidos emergentes no han sabido o no podido solucionarla, por lo que los antiguos se están remozando y relanzando con fuerza.