El progresismo se auto proclama como la esencia de la bondad, pero en realidad es un auténtico problema para España. No es fácil que lo reconozcan pero realmente no responde a la realidad de las cosas. La ley de Memoria Histórica vigente es una mala ley por el claro deseo de revanchismo de los que perdieron la guerra. La falsificación de la historia consiste en colocar el comienzo de la fractura de España en el alzamiento del 36. Intencionalmente olvidan las causas que llevaron a él conflicto y así es imposible entender lo que ocurrió.

Nunca les ha interesado recordar los antecedentes, porque necesitan inventarse que había un régimen democrático plenamente equiparable con el que hoy disfrutamos, y unos señores malos, muy malos, se sublevaron contra él porque no les gustaba la libertad. La MH es un intento de ganar una guerra que perdieron y la utilizan para amedrentar a la derecha y ganar posiciones en la batalla de las ideas, para ello no les importa ocultar las atrocidades de sus correligionarios.

Es bueno trabajar por la reconciliación, pero ésta nunca será posible si no se respeta la verdad. No se puede aceptar tanta propaganda maliciosa, que describe situaciones pretéritas de manera idílica, y que tan solo existieron en su imaginario. La izquierda siempre ha querido ocultar la persecución religiosa, la han presentado como que fue cosa de unos pocos incontrolados en los primeros momentos de la contienda. Es una justificación, una exculpación y una falsificación flagrante de los hechos.

Durante los casi tres años de guerra fueron asesinados en España casi 12.000 religiosos y cristianos en esa persecución que la izquierda justifica y oculta. De ellos, apenas 3.000 fueron asesinados durante los tres primeros meses de guerra, el resto, el 75%, se reparte a lo largo del conflicto con una regularidad calculada. Los números totales de mártires por la persecución religiosa católica entre julio de 1936 y abril de 1939 fue de 11.743 víctimas. Fueron asesinados 6.832 religiosos, además de 3.911 seglares y al menos 1.000 seminaristas.

El patrimonio religioso fue duramente dañado por los milicianos a lo largo de toda la Guerra Civil. 20.000 edificios religiosos fueron destruidos. Tallas, cuadros y obras de arte de valor incalculable fueron destruidas o robadas. También bibliotecas y centros de enseñanza. Además, fueron frecuentes las profanaciones de tumbas de religiosos enterrados en las iglesias.

Ahora pretende el PSOE dar una vuelta más de tuerca. Apuesta por la ampliación de la Memoria Histérica y tal y como la plantean, no existe nada igual en ninguno otro país. Es una propuesta de corte soviético pretenden manejar la historia, para manejar la conciencia colectiva. Resucitar hoy las tesis del Frente Popular tiene muy poco de objetividad, tan solo es útil como arma política. Como dice Stanley Payne: “las leyes de memoria histórica son siempre nocivas, nefastas y destructivas en todos los casos”. La memoria histórica siempre se utiliza como un acto político y se legisla con intención de imponer una visión.

Vivimos hoy en España un momento grave con los secesionistas catalanes. No es el mejor momento de plantear elementos perturbadores para el bando constitucionalista. En trazos gordos se dibuja una guerra civil con buenos y malos, que ganaron los malos, que los malos estuvieron en el poder durante varias décadas. Gracias a la lucha contra los malos por las fuerzas tan democráticas (comunistas, socialistas y nacionalistas) volvió a España la democracia idílica del 36.

Pretenden una modificación del Código Penal con penas de hasta cuatro años de prisión a quienes «enaltezcan o justifiquen por cualquier medio de expresión pública o de difusión el franquismo», y a «quienes lesionen la dignidad de las personas mediante acciones que entrañen humillación, menosprecio o descrédito de alguna de las víctimas». Sanciones que se ven agraviadas en el caso del profesorado: «Se impondrá además la pena de inhabilitación especial para profesión u oficio educativos, en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre, por un tiempo superior entre tres y diez años al de la duración de la pena de privación de libertad impuesta en su caso en la sentencia». ¿No es esto potenciar el pensamiento único?

Actúan como si en España no tuviésemos problemas de paro, pensiones, demografía, territoriales, educativos, etc., tras más de 80 años, nos traen la Guerra Civil. El PSOE quiere dejar sin espacio a Podemos utilizando una nueva Ley de MH que saque los restos de Franco del Valle de los Caídos; sigan buscando desaparecidos, olvidando que Europa está llena de muertos sin localizar ni identificar; Crearía una Comisión de la Verdad; Retirarían símbolos de la Guerra Civil; Anularían todas las condenas y sanciones durante la Guerra Civil de España, así como las sufridas por las mismas causas durante la Dictadura.

En ningún Estado libre corresponde al Parlamento o a la autoridad judicial definir la verdad histórica. La política del Estado, aun cuando esté animada por las mejores intenciones no es la política de la historia. Franco murió hace cuarenta y dos años, parece que no es el momento de luchar contra él. Deberíamos defender la libertad que hoy disfrutamos frente a los nuevos aspirantes a tiranos, frente a los que pretenden dejar sin efecto nuestra Constitución, defendamos la libertad de expresión en general y la libertad de cátedra en particular.

Ahora Pedro Sánchez está empeñado en complicar su futuro y el del resto de españoles. No estaría de más recordar a Churchill, «si el presente trata de juzgar el pasado, perderá el futuro». El problema aumenta cuando este pasado se analiza desde el sectarismo de izquierda, que incrementa el odio y el enfrentamiento entre los españoles.