Realmente no es posible predecir el futuro. Cierto que existe una tendencia a denostar todo “lo viejo conocido” y a deslumbrarse por las luces de colores que irradia todo “lo novedoso”. No se si por causa de la luz, del buen tiempo, o por el carácter sureño es por lo que a muchos les hace ser demasiado confiados e indulgentes con todo lo nuevo. Por ello suele ser que preferimos demoler primero para construir de nuevo después, no nos gusta reformar ni utilizar materiales usados. Esto se observa claro en cómo se transforman los locales de negocios, especialmente la hostería en España que se derriba todo lo anterior dejando diáfano el local para volver a reconstruirlo partiendo de cero, o por el contrario en la mayoría de los países europeos que son mucho mas conservadores y ahorradores, con lo que nos encontramos con más antiguos locales que los han ido adecuado poco a poco, conservando mucho de lo anterior. El mismo modo de proceder nos lo encontramos en los edificios públicos de aquí y de allá.
Hoy está a la moda estar deslumbrados por Ciudadanos, pero no nos engañemos la naturaleza humana hace que existan ya en los propios C´s determinados comportamientos que recuerdan demasiado al partido al que pretende reemplazar. En seguida aparecen los tic de la vieja política, que se justifican por la prisas en construir el nuevo partido que ha posibilitado que se cuelen indeseables y arribistas. Pero un observador fino conoce que C´s hace tiempo que se perdió en el tactismo y rápidamente se está convirtiendo en un partido excesivamente vaporoso. Parece como que pretenden erigirse en una especie de partido acordeón de la política española, capaz de implementar al mismo tiempo políticas antagónicas, de pactar con unos y con otros y hacer de la incoherencia un arte de lo sublime. De hecho, sorprende la abrumadora corrección política de la que hacen gala, ya que no hay mantra posmoderno que no apoyen y que soliciten para ello una generosa partida presupuestaria.
Viendo los curriculum de muchos cuadros de C´s vemos que forman parte de ese cuerpo de expertos criados en la doctrina de la bondad intrínseca del Estado, gente que cree que la política lo puede todo y que, por lo tanto, debe estar presente en todo y en todas partes, incluso en la cocina de nuestras casas. Esta fanática confianza en la política como instrumento moldeador de nuestro futuro es preocupante, sobre todo para la suerte y los bolsillos de las gentes más sencillas. C´s hace gala de un europeísmo tontorrón y naif con lealtad incondicional a la Unión Europea. Apenas critica los problemas que genera la burocracia de Bruselas desconociendo que criticar a la UE no es ser antieuropeo.
Al querer ocupar siempre el centro político, muestra intolerancia hacia las posturas que no son equidistantes. C´s practica una especie de “extremo centro”; es decir, apoya la dictadura del término medio donde falsamente piensan que está la virtud, y todo lo de fuera es tachado como indeseable radicalidad. Olvidan que en política como en todo lo demás, existe lo correcto y lo incorrecto, no lo medio correcto o lo medio incorrecto. El consenso tiene utilidad cuando consiste en buscar acuerdos donde la verdad de alguna manera permanece. Es decir, cuando es un medio para un fin y no un fin en sí mismo.
Un comentario
No hace falta escribir tanto. Basta con decir que el cabeza de cartel (de momento, que no se si será el cabeza de lista electoral) de C´s es ese chico de la Ribera, que cuando fue consejero de Educación llevó el Euskera hasta Cortes. Si, si. Ese. Del CDN ¿se acuerdan?.
Pues ese. Con 3 líneas está todo dicho.
¡Ay! Lo de «Dolor de los pecados» a vosotros no os lo explicaron ¿no?