España se ha convertido en el país del mundo con más muertos e infectados por población porque nuestro gobierno, para empezar, pensó que esto no era más que una gripecilla, y más tarde esperó a reaccionar al 9 M todos sabemos por qué. Pues bien, vamos a tener un problema económico de primera magnitud porque, aunque ya sabemos que el coronavirus no es una gripecilla, el gobierno sigue actuando como si lo fuera a nivel económico, insensatez de la que ayer el Gobierno de Navarra dio ayer un auténtico recital negacionista.
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Por resumir, la consejera de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra, Elma Saiz, compareció en rueda de prensa para informar sobre los datos de recaudación, ocasión que provechó para afirmar que la crisis del coronavirus va a tener un «impacto importante» en la recaudación de la Hacienda foral, pero que el Ejecutivo no contempla hacer recortes ni iniciar una negociación para modificar los Presupuestos Generales de Navarra para el año 2020. Un titular alternativo podría ser que el gobierno aprecia la existencia de un muro frente a él, pero descarta disminuir la velocidad ni cambiar la dirección.
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Merece la pena citar en su literalidad las declaraciones de Elma Saíz por la acumulación de despropósitos que suponen, por la desconexión total entre premisas y conclusiones, así como la confirmación de que el gobierno ante lo que viene no va a hacer nada al respecto:
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«Esta pandemia va a tener un impacto relevante sobre la recaudación, pero es prematuro hacer estimaciones fiables en la situación que estamos viviendo de enorme inestabilidad, por lo que seguiremos haciendo lo que estamos haciendo, que es monitorizar día a día y habrá que esperar a la evolución de los datos en los próximos meses y por supuesto del segundo trimestre del año».
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«No se contempla en el escenario del Gobierno de Navarra hacer recortes».
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Sobre la posibilidad de modificar los Presupuestos vigentes, después de que hasta Geroa Bai haya considerado que será necesario por la caída del PIB, Elma Saiz ha dicho que «dar por hecho cifras sobre el PIB es cuando menos poco prudente».
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«Los Presupuestos aprobados prácticamente dos semanas antes del estallido de la pandemia en España son una fortaleza, son un instrumento muy útil que está a disposición y al servicio de la ciudadanía navarra».
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«Indudablemente el cuadro macroeconómico se ha visto alterado de manera brusca pero los Presupuestos son una fortaleza muy importante, y no nos estamos planteando en este momento abrir una negociación presupuestaria nueva, precisamente porque contamos con ese instrumento».
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Al parecer nadie en el Gobierno de Navarra, desde luego nadie en el PSN, parece entender que las cuentas públicas navarras van a afrontar un desfase monumental entre los gastos previstos y los ingresos reales que se van a recaudar. Cuanto menos se contengan los gastos previstos, mayor será el desfase que se produzca. Cuanto mayor sea el desfase, más en riesgo se va poner la sostenibilidad del sector público y más traumáticas serán las medidas que después haya que tomar.
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Si nos retrotraemos al día 28 de febrero, nuestro análisis de la aprobación de los Presupuestos de Navarra es que ya recién aprobados no valían para nada, que la crisis del coronavirus los convertía en papel mojado. Que con las bolsas mundiales cayendo a plomo, los diputados del pentapartito sonriendo y dándose palmaditas por la aprobación de los presupuestos parecían una panda de alucinados ajenos por completo a lo que estaba sucediendo en el mundo real fuera de su burbuja. El problema es que para anticipar ya esto el 28 de febrero no había que ser muy listo, pero para no darse cuenta ahora hay que ser un necio. Ni vieron venir el tsunami sanitario, y así lo estamos pagando, ni están viendo venir ahora el tsunami económico: igual de duro lo pagaremos.
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3 respuestas
Yo me quedo con estas tres frases que, como monumento a lo cursi no tienen precio:
«… los Presupuestos son una fortaleza». (¡Chúpate esa, Teresa!)
«… seguiremos haciendo lo que estamos haciendo, que es monitorizar día a día». Monitorizar, ya salió la palabrita de moda, que según la RAE significa: observar mediante aparatos especiales el curso de uno o varios parámetros fisiológicos o de otra naturaleza para detectar posibles anomalías. En definitiva, que con la que está cayendo, los que mandan seguirán observando.
Y la tercera, ¡Cha chaaaaaan!
“No se contempla en el escenario del Gobierno de Navarra hacer recortes”.
En el escenario… Ahí está la clave, reconocen de forma implícita que lo único que saben hacer es eso: TEATRO.
¿Alguien esperaba más de este Gobierno?
No lo llames recortes. LLamalo reasignación. Al tiempo.
El problema de la enferma Navarra es oncológico. Navarra padece dos tumores, localizado en los extremos del Paseo Valencia. Si no les hacemos pronto cirugia, quimio y radio, la paciente perecerá. Al tiempo.
Se podrian dar decenas de ejemplos, pero para no aburrir, conviene más bien dar una idea matricial: La de que una comunidad que suma los habitantes de Parla, Pinto y Getafe lleva decadas dandose los pistos de una Pequeña Suiza. Eso se tiene que terminar, y dudo mucho que ninguna de las Siglas o los nombres que ornan la política foral tenga los arrestos (o vea la necesidad) de hacerlo.
Navarra, Despierta!!
Esta banda ha llegado al poder con el único objetivo de enriquecerse e imponer su casposa ideología de género. Los problemas de la gente no les importan lo más mínimo, por egoísmo y porque son conscientes de que son absolutamente incapaces de solucionarlos.