Parece por tanto que el señor Cerezo no tiene ningún interés en abandonar la vida pública, y que está buscando apoyos para crear su propio partido. En cualquier caso, resulta chocante que el díscolo concejal tudelano haya descubierto la disciplina de partido y que vivía en un “ejército” de un día para otro. Puede que le haya ayudado a abrir los ojos el hecho de que, cuando su nombre era el que más sonaba para suceder a Javier Monzón como cabeza de lista para el Ayuntamiento de Tudela, la dirección del PSN decidió que no fuera él sino Manuel Campillo quien finalmente encabezara la lista. Esto sucedía en enero de este mismo año.
Como en el caso de Lizarbe, un revés en las luchas internas por el poder parece preceder siempre al flechazo con Nafarroa Bai y Zabaleta.