Confirmando lo que se venía rumoreando desde hace semanas, mucho antes de ninguna entrevista de última hora, Casado ha decidido cesar a Cayetana Alvarez de Toledo como portavoz del PP en el Congreso. Es curioso porque desde la izquierda se nos ha presentado a Alvarez de Toledo como la máxima representante de la extrema derecha y la reacción, un caballo de Troya de VOX en el PP. Sin embargo, desde posturas conservadores Cayetana Alvarez de Toledo es considerada más bien una progre, por cuestiones morales como el aborto o la eutanasia. No obstante resulta incuestionable por un lado el nivel intelectual y oratorio de Alvarez de Toledo, y por otro que se trata de una persona que sí ha dado la batalla de las ideas en otros asuntos como la memoria histórica o la ideología de género. Digamos en favor de doña Cayetana que, a diferencia de muchos otros portavoces del PP, no le gustaba nada a la izquierda, lo que nos lleva al siguiente punto.
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¿Cómo es posible que la izquierda le diga al líder del PP los portavoces que tiene que tener el PP? O sea, es normal que la izquierda intente poner y quitar en la derecha a la gente a su antojo y conveniencia, ¿pero qué clase de partido o líder de la derecha deja que le decida los nombramientos la izquierda? Si el PP ni siquiera pueden nombrar un portavoz sin el beneplácito de la izquierda, ¿cómo va a tomar en cuestiones de fondo decisiones que no le agraden a la izquierda?
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Como ya se ha citado, desde la izquierda o incluso ciertos sectores del PP se ha tratado de presentar a Cayetana Alvarez de Toledo como un caballo de Troya de VOX. Obviamente esto no es cierto pero hay sin embargo un punto de fundamento en la afirmación. Es decir, seguramente el nombramiento de Alvarez de Toledo tuvo mucho que ver con un intento de frenar el ascenso de VOX y la pérdida de votos por la derecha del PP. Alvarez de Toledo fue la vela que Casado no le puso al diablo o viceversa, según se mire, pero en todo caso una de la velas que fue poniendo en un sitio y en otro haciendo equilibrios. En la medida en que esto pueda ser así, podría deducirse que la decisión de Casado favorece a VOX. Tampoco se puede decir que Alvarez de Toledo le ha sorprendido a Casado o haya hecho o dicho cosas imprevisibles desde su puesto de portavoz. Doña Cayetana ha hecho justo lo que cabía esperar de ella cuando se la eligió, puede que incluso mejor. Alvarez de Toledo, con sus virtudes y sus defectos, era la parte dura y combativa del PP. Ahora el equilibrio se ha roto por completo a favor de la derecha blandiblub.
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Cuando suceden este tipo de cosas, hay que preguntarse si responden a movimientos de hondo calado que se producen bajo la superficie. ¿Estamos ante el resultado de un conflicto interno en el PP y un reposicionamiento de su líder o hay algo más? Por decirlo de otro modo, ¿hay una negociación oculta entre el PSOE y el PP en la que a lo mejor por un lado se contempla la salida del gobierno de Podemos y por otro la supresión de figuras como Alvarez de Toledo? ¿Es la defenestración de Alvarez de Toledo un sacrificio en el altar de un futuro pacto entre el PSOE y el PP? Puede que haya quien se sienta escandalizado por esta posibilidad, pero a lo mejor sería más escandaloso aún que el PP le permita a la izquierda hacer los nombramientos en el partido a cambio de nada, sin ninguna contraprestación, sin monedas de plata, en ausencia de ningún pacto ni ninguna negociación subterranea, por pura debilidad, por incapacidad para mantener la confrontación con la izquierda, por total sumisión.
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