Vendo moto independentista barata

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En las últimas horas se está proponiendo el proceso independentista de Eslovenia como modelo o espejo en el que se mira el independentismo catalán, puesto que de hecho el caso esloveno ha sido citado en diversas ocasiones por los propios líderes del independentismo catalán como ejemplo. ¿Qué sucedió entonces con la independencia de Eslovenia?

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Para contextualizar lo sucedido, tenemos que retrotraernos hasta el año 1989, por lo menos. En aquel momento Eslovenia formaba parte de la antigua Yugoslavia, que también incluía a Macedonia, Bosnia, Croacia, Serbia y Montenegro. O para ser más exactos, las repúblicas socialistas de Eslovenia, Macedonia, Bosnia, Croacia, Serbia y Montenegro. Yugolsavia había sido un país sin democracia a la sombra de la URSS, por lo que no es casual que el conflicto en Eslovenia se desate justo al caer el Muro de Berlín.

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En este sentido cabe señalar que, de todos los territorios yugoslavos, Eslovenia era probablemente el más occidentalizado y sin duda el más rico con diferencia. Para Cataluña, bajo la batuta de la CUP, se trata de salir del régimen del 78, de la monarquía y de la UE para establecer una república socialista a medio camino entre Venezuela y Corea del Norte. Por eso Podemos apoya a los golpistas-separatistas. Para Eslovenia, por el contrario, la independencia consistía sobre todo en huir del socialismo, salir de la órbita de la URSS y establecer un régimen democrático de corte occidental. En este sentido el caso esloveno y el catalán no sólo no se parecen sino que son justo lo contrario.

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En 1990, y aquí sí hay un paralelelismo, Eslovenia organizó un referéndum por su cuenta y riesgo, al margen de la legalidad yugoeslava, pero aquí se acaba el paralelismo porque ese referéndum arrojó como resultado un 94% de votos a favor de la independencia con un 88% de participación. Se consideró previamente necesario para legitimar la declaración unilateral que al menos el 50% de la población votara a favor de la independencia. Es decir, que en Eslovenia no hubo fractura de la sociedad, sino una práctica unanimidad. Si hubo pucherazo en Eslovenia no lo sabemos, pero sabemos que sí lo ha habido en el catalán, cosa que a la vista de todo el mundo está. Eso sí, ni con pucherazo se parecen los resultados en Cataluña a los que hubo en Eslovenia.

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Otra cuestión reseñable a la hora de hacer comparaciones es que antes de la convocatoria de la consulta en Eslovenia se produjo por parte Serbia un grave incumplimiento de la constitución socialista de Yugoslavia, que establecía una presidencia por turnos de cada región. Cuando le tocó el turno a Eslovenia, Serbia se negó a aceptar una presidencia eslovena, lo que convierte a los serbios en los primeros en saltarse la legalidad y en generar una causa legítima a favor de Eslovenia.

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También hay que decir que, tras conocerse los resultados del referéndum, Eslovenia no proclamó la independencia hasta un plazo de 6 meses después, lo cual no no tiene nada que ver con la extravagancia de Puigdemont, consistente en declarar la independencia y suspenderla a continuación.

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Podría añadirse como elemento de similitud que en Europa y los EEUU parecía que en principio no se iba a reconocer la independencia de Eslovenia, que sin embargo sí se reconoció al poco de producirse la declaración unilateral, pero habría que introducir algunos matices en esta comparación. Hasta que se colapsó la URSS, lógicamente en Occidente no hubo un apoyo explícito al reconocimiento de Eslovenia, pero esto cambió con el colapso de los soviéticos. No se puede ignorar la caída de la URSS a la hora de entender el cambio de actitud de Occidente respecto a los eslovenos. Es más, antes de la declaración de independencia parece un secreto a voces que los países occidentales se dedicaron a armar a las milicias eslovenas, por lo que el reconocimiento de la independencia no tuvo nada que ver con algo así como el reconocimiento a su pesar de una situación creada de hechos consumados por parte de los eslovenos, como nos pretende hacer ver ahora el separatismo catalán.

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Otro detalle no menor es que Eslovenia no había formado parte de Yugoslavia hasta 1918, lo que evidentemente no tienen nada que ver con la unión de Aragón y Castilla que data de 1469 por no remontarnos hasta Hispania.

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Para concluir, todo lo sucedido en y alrededor de Eslovenia no estuvo exento de episodios violentos. La independencia de Eslovenia se produjo tras una pequeña guerra de 10 días en los que hubo casi 70 muertos y más de 300 heridos. La guerra sin embargo seguramente no fue mucho más cruenta porque Eslovenia no era el mayor problema de Serbia. Entre los eslovenos y los serbios se interpuso un conflicto mucho más grave en Croacia y Bosnia Herzegovina que, este sí, costó más de 140.000 muertos y casi 10 años de guerra, si incluimos Kosovo.

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