Ahora va a resultar que el responsable de todo lo sucedido en Caja Navarra es el Banco de España, el Banco Central Europeo o la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Que a lo mejor son culpables de muchas cosas, pero a cada uno lo suyo. En realidad, localizar a los responsables de lo que sucedía con Caja Navarra es tan sencillo como seguir el rastro del dinero. Otra cosa es que la responsabilidad sea judicial o política.
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¿Quién cobró qué por qué?
Caja Navarra siempre ha tenido una vinculación fundacional con la política y los políticos. No en vano, el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona son las entidades fundadoras. Durante años y años, por tanto, los políticos han estado en, con, gracias a, mediante y alrededor de la CAN. Lo más curioso es que cuanto peor ha ido la CAN más han cobrado todos los políticos que participaban en sus órganos. Hemos dicho lo más curioso, pero quizá deberíamos haber dicho lo más revelador. Ahora que la CAN ha colapsado y que los responsables comienzan a desfilar ante la Justicia, todo el mundo tira balones fuera apuntando a Madrid, a Bruselas o a Disneylandia. Pero el rastro del dinero nos deja mucho más cerca.
El laberinto de las dietas
La discusión en torno a la ilegalidad y la inmoralidad de las dietas gira en torno a diversos aspectos de lo cobrado. Por un lado la cuantía, esto afecta tanto a los miembros de la Junta de Entidades Fundadoras como a los miembros de su Permanente. Nunca tantos cobraron tanto por responder por tan poco. Lo que nos lleva al siguiente punto, el hecho de que las actas de todas de todas esas reuniones, tanto de la Junta como de su Permanente, sean hojas en blanco. Dicen los interesados que donde se trabajaba realmente era en otras reuniones. El mundo al revés: si se trabajaba no se cobraba ni había actas pero si no se trabajaba había actas y sí se cobraba. Si nos ceñimos sólo a aquello de lo que existe constancia, lo que tenemos entonces es que los políticos de la CAN cobraron de los vigilados básicamente por no hacer ni decir nada, lo cual es menos absurdo de lo que parece si resulta que ellos eran los encargados de vigilarla. Suena tan mal que a lo mejor la línea de defensa judicial es tratar de demostrar que el vigilante era el Banco de España. De ser así, la CAN pagaba a nuestros políticos por nada, por nada de nada, o por nada de nada de nada, según cobraran dietas, bidietas o tridietas.
Precisamente otro aspecto cuestionable de la CAN son las dietas dobles y triples. Es decir, el esfuerzo de no hacer nada doble y triplemente retribuido. En la Permanente hubo dietas dobles pero en la muy legal y muy transparente Junta de Entidades Fundadoras fueron hasta triples. De esto la Justicia de momento no dice nada. Tampoco las formaciones políticas reclaman dimisiones a este respecto por una de estas dos razones: o porque ellas mismas también cobraron dietas dobles y triples o porque aspiran a gobernar con quien cobraba dietas dobles y triples.
Otro criterio para exigir responsabilidades es la opacidad. El problema con la opacidad es que se limita a la Permanente de la Junta de Entidades Fundadoras, que el 99% de las dietas repartidas no son opacas y que todo lo que se cobraba podía regularse y reglamentarse a voluntad. Incluso entre los miembros de la Permanente hay quien cuando llegó ya era transparente. A fin de cuentas era muy difuso el límite entre quienes cobraban y quienes regulaban los cobros pudiendo hacer a voluntad que todo fuera transparente y regular. Dar por bueno todo lo que no era estrictamente opaco es dar por buena la regularización de la corruptela, que además de representar casi todo lo cobrado por los políticos es además el hecho más grave: la institucionalización y legalización de esa corruptela o como queramos llamar moralmente a esos cobros salvajes por no hacer nada.
Por último, también tenemos las dietas que se cobraban sin asistir siquiera. Porque resulta que no sólo es que a las sesiones que se asistía se cobraba sin trabajar, sino que además había una dieta por asistir y otra por no asistir, de forma que incluso no asistir estaba retribuido. Roberto Jiménez justificaba estos cobros de los que él mismo se beneficiaba distinguiendo entre lo que se cobraba por “asistencia” y lo que se cobraba por “pertenencia”. Más que una justificación es una mera descripción del sistema de cobros.
La coherencia encerrada en un laberinto
La situación final resulta laberíntica porque no todos los imputados por el caso han cobrado de órganos opacos y porque, aunque en cambio hayan cobrado dietas dobles por no hacer nada, no todos los que han cobrado dietas dobles y triples por no hacer nada o incluso por no ir están imputados.
Igual falta de coherencia se observa en clave política. Políticamente, el que ha cobrado reglamentariamente (aunque cualquier cosa se podía convertir en reglamentaria a voluntad) pide la dimisión del contrario por cobrar de un órgano cuando era opaco y no estaba regulado, pero si hace falta también la pide sin dimitir él mismo cuando el contrario cobraba de ese órgano siendo ya transparente y estando regulado.
Por si esto de por sí no resultara desolador, la oposición nacionalista trata de encarnar una alternativa regeneradora (pero nacionalista) asegurando que los terroristas son idealistas y politólogos, mintiendo sobre sus propios sueldos o haciendo la vista gorda y no reclamando al PSN responsabilidades políticas sobre sus dietas y tridietas por ir y por no ir, porque necesita su voto para constituir un gobierno alternativo.
La culpa no es de nadie de fuera
Los Estatutos de la CAN, a los que ya nos hemos referido en muchas otras ocasiones, son claros y terminantes a la hora de determinar quién es el responsable in vigilando de todo lo sucedido estos últimos años del hundimiento:
“La Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Navarra (en lo sucesivo la Caja) es una institución de crédito de naturaleza fundacional y de carácter benéfico-social bajo el protectorado público del Gobierno de Navarra”.
Esta cualidad de protectorado público del Gobierno de Navarra es algo que se mantiene en los estatutos reforma tras reforma hasta los que se encuentran vigentes en la actualidad. Y si no fuera así, nunca habría tenido sentido la presencia de los políticos en la CAN.
No fue nadie del Banco de España quien nombró al director general de la CAN ni quien lo mantuvo hasta el final.
No fue nadie del Banco de España quien colocó a sus representantes en los órganos de la CAN.
No ha sido nadie del Banco de España quien ha cobrado dietas, bidietas y tridietas.
No fue nadie del Banco de España quien estuvo en Washington haciéndose fotos con la Infanta y Urdangarín ni sobrevolando el castillo de Fontainebleau en una flotilla de helicópteros.
No es nadie del Banco de España quien ha tomado las decisiones que a La Caixa, a IberCaja o a la BBK las han salvado y a Bankia o a Caja Navarra las han condenado.
Nadie tampoco del Banco de España llamó a los clientes de Caja Navarra para que compraran acciones de Banca Cívica.
A nuestros políticos se les esta examinando judicial, pero también políticamente, por el cobro de unas dietas que no estableció el Banco de España, que no cobró el Banco de España y que tampoco tuvo que intervenir el Banco de España para suprimirlas.
El Banco de España, por otra parte, no se presenta a las elecciones, por lo que será difícil trasladar al Banco de España ningún castigo electoral el día de las eleccioes.
Seguramente no es que el Banco de España no tenga sus responsabilidades y muchas en todo este asunto, pero eso no lava las responsabilidades de nuestros políticos autóctonos bienamados.
Regeneración
Tal vez una cosa deberían tener clara nuestros políticos y es que la ciudadanía no entiende que regeneración sea seguir todos en sus puestos y volver a presentarse de nuevo los mismos. Habrá que hacer algún cambio.
16 respuestas
Pues, D. Paulo, no acierto a entender lo que le ha molestado de mi anterior comentario. Lo único que digo es que, me gustaría saber, las causas por las cuales quebró la CAN, y más habiéndome afectado personalmente de forma significativa. O ¿se refiere a la pregunta que hago (no a Vd.) sobre la Alta Inspección?.
De todas fomas, yo no escribo artículos (por ahora), solo hago comentarios y únicamente en este foro; de inquina nada, oiga, sin embargo,lo veo a Vd. bastante despistado y dando palos de ciego cuando «asegura» mi procedencia y estado de ánimo. ¡Paulo, paulo! ¿Por qué me persigues?.