Reparto del poder.
Un estudio, encargado a una firma independiente, habría determinado que el voto ponderado en los nuevos órganos de “Banca Cívica” se repartiría del siguiente modo: un 31’76% para la CAN, un 23’51% para Caja Canarias, el 23’23% para Sa Nostra y el restante 21’4% para Caja Burgos. No en vano, Caja Navarra ha sabido buscar socios que le permitieran ser la caja de mayor tamaño del grupo.
Esta división favorece claramente a Caja Navarra. Ninguna de las demás cajas unida a otra podría controlar el conjunto. Caja Navarra, por el contrario, lo dominaría unido a cualquiera de ellas. En términos absolutos, por otra parte, la CAN es la caja mayoritaria del grupo.
Reparto territorial.
Además del reparto del poder, el Plan de Integración contempla la calificación de “terreno neutral” para aquellas zonas en las que cada una actuaría con su marca. Así, adquirirían dicha calificación y la CAN actuaría bajo su propia marca en Navarra, La Rioja, Aragón y la CAV. Caja Burgos lo haría en Castilla-León y Cantabria. Caja Canarias en todo el archipiélago canario, donde aún tiene capacidad de crecimiento. Las cajas firmantes se reservan la posibilidad de seguir expandiéndose bajo su propia marca en estos territorios.
¿Quién dirigirá Banca Cívica?
Otro detalle filtrado es que “Los negocios especializados –incluyendo los negocios de fondos inversión, seguros y financiación especializada– serán gestionados de forma centralizada desde la unidad de negocios especializados, dentro de la Dirección Financiera de la Sociedad Central -Banca Cívica-, que será responsable de la originación de productos (de forma directa, a través de filiales o mediante acuerdos con terceros) con el objetivo de tener un catálogo único de productos para todo el grupo”. Con todas estas atribuciones, la última e importante pieza se refiere a la persona concreta que encarnará la dirección del nuevo grupo. A tenor de los porcentajes anteriores, de que la CAN es el socio mayoritario, y puesto que se trata de un modelo creado, experimentado y desarrollado en Navarra desde hace cinco años, se especula con la posibilidad de que la persona idónea pueda pertenecer a Caja Navarra y nadie mejor que Enrique Goñi.