La restructuración del mapa financiero español, en lo tocante a las cajas, depende del complejo equilibrio de distintos factores. Por un lado se encuentra el poder político autonómico, generalmente opuesto a perder el control de las cajas de cada comunidad autónoma. Por otra parte, ejerciendo de contrapunto, el gobierno, los poderes fácticos y el Banco de España, tratando de romper el bloqueo autonómico y propulsar las fusiones interterritoriales. El último vértice de este triángulo es la abrumadora realidad económica de la crisis, en virtud de la cual hace tiempo que el debate general ya no es si fusionarse o no, sino en todo caso con quién fusionarse.
El modelo Enrique Goñi-Banca Cívica
Frente al anterior tablero, el Banco de España se inclina por tomar la iniciativa de Banca Cívica promovida por la CAN como un auténtico modelo. Hasta cierto punto, parece existir una cierta predestinación a que Caja Navarra se convirtiera en un referente, ya que al ser Navarra una comunidad uniprovincial cualquier posibilidad de fusión para la CAN forzosamente tenía que ser interregional. No obstante, se valora la forma en que Caja Navarra ha sabido hacer de la necesidad virtud y la habilidad con la que Enrique Goñi puede convertirse en el futuro líder de uno de los siete grandes bancos de España. Y es que se da por hecho que las fusiones frías acabarán convirtiéndose en fusiones con todas las consecuencias, e incluso que las cajas fusionadas en una SIP, por las características de la operación, transmutarán su naturaleza en bancos.
El turno de Caixanova.
En medio de la espantada de Sa Nostra y la negociación con Caja Burgos, se habla de una nueva candidatura para la SIP de Caja Navarra y Caja Canarias. Se trataría de Caixanova, la segunda caja gallega. De nuevo una caja de pequeño tamaño y sin colisión de intereses territoriales con el resto de las cajas.
Entre las últimas propuestas del PP al “pacto anticrisis”, ayer mismo, se aludía explícitamente a las fusiones entre cajas “potenciando la figura de los SIP como entidades con ficha bancaria que combinen capital fundacional con aportaciones de mercado”. En este punto, parece haber acuerdo con el gobierno.
2 respuestas
Este plato se cocina despacio.
No soy muy entendido en el mundo de las cajas gallegas, pero creo que el Presidente de la Xunta de Galicia quería la fusión entre Caixa Galicia y Caixanova (la antigua Caja de Vigo, entre otras). Hubo una descoordinación entre el PP gallego y el nacional y al final Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijoo impusieron su criterio; hasta ahí lo que sé. Que el Banco de España esté detrás y que considere Banca Cívica un modelo lo pongo en duda, salvo que hayan cambiado de opinión desde abril de 2010 (última reunión que tuve con el Gobernador hasta ahora, ya afortunadamente cesante).