Buscando fascistas

.

Varios cientos de personas recorrieron Pamplona este sábado en una marcha a favor de la democracia y contra el fascismo, convocada por colectivos y partidos desde el PSN hasta Bildu, pero sin la presencia de UPN ni el PPN. Por tanto ni eran antidemócratas todos los que no estaban, ni tampoco eran demócratas de intachable pedigrí todos los que estaban.

.

En la Plaza Conde de Rodezo – la Libertad se corearon algunas de las consignas históricas de la izquierda abertzale contra las víctimas de ETA, como “vosotros, fascistas, sois los terroristas”. La izquierda abertzale, la misma que participaba en la manifestación, especialista en luchar contra los fascistas y a favor de la democracia, lleva décadas señalando como fascistas a las personas a las que luego se pegaba un tiro en la nuca. Con toda probabilidad, alguno de los asistentes no tuvo moral para corear con ellos ese eslogan que más de una vez corearon contra él. Resulta inevitable recordar la famosa frase de Orwell anticipando que los fascistas, en el futuro, se llamarían a sí mismos antifascistas. Sin duda había gentes de buena voluntad en la manifestación y familiares de víctimas y represaliados, pero la manifestación también suponía en alguna medida una representación de dimensiones notables, con hoces, martillos y Bildus. Como diría Scott Fitzgerald, “la pasión con la que jugaban la mascarada, creaba la realidad”.

.

¿Dónde está la amenaza fascista?

Aparte de cuatro pirados, obviamente hay que extender mucho el concepto “fascista” para encontrar una amenaza fascista real en la Navarra de 2016. ¿Quién es fascista? ¿Quién propone realmente la instauración de un régimen fascista? ¿El partidario de no derruir Los Caídos, como Paul Preston? ¿El que también tiene memoria para las atrocidades del bando republicano? ¿El que quiere bajar los impuestos? ¿El que quiere más emprendimiento y menos subsidio? ¿El que quiere más libertad educativa y menos gobierno? A falta de fascistas de verdad, se leyó un comunicado en el que equiparaban el fascismo a los recortes, al control de fronteras o a la «ley mordaza». Es decir, que los países con fronteras (todos) son fascistas, los países más pobres del mundo o los que tienen desabastecimiento son los más fascistas (Cuba, Venezuela, Corea del Norte), e ilegalizar que se cuelgue en una web la foto de un policía con su nombre, su domicilio y el colegio de sus hijos, también es mordaza y fascismo.

.

Entre los asistentes no sólo había gente que no ha condenado las agresiones de Alsasua, o que no condenó el atentado de Tomás Caballero, o que ha pertenecido a una organización de predicadores y pistoleros, en la que los predicadores se dedicaban a pregonar la verdad absoluta abertzale sozialista y los pistoleros a matar a quienes discutían a los predicadores la verdad absoluta abertzale sozialista. Además de ellos, a su lado, en la manifestación estaban los que felicitan el cumple al demócrata Fidel Castro o evocan la figura del Ché, partidario confeso del fusilamiento de sus enemigos. Prácticamente todos los presentes estaban convencidos de que los partidos de izquierdas en 1936 defendían la democracia, el amor y la libertad, lo que nos conduce inevitablemente a la siguiente reflexión.

.

¿Es posible que la izquierda todavía no haya sido capaz de hacer examen de conciencia?

Muy pocas personas de izquierdas han leído los discursos de los líderes de la izquierda en los años treinta. Si los hubieran leído, habrían comprobado que la izquierda proponía abiertamente el rechazo del sistema parlamentario y el establecimiento de la dictadura del proletariado, según el modelo instaurado por Stalin en la URSS. Antes del golpe del 36, «demócratas» socialistas, «demócratas» comunistas y «demócratas» nacionalistas catalanes dieron un golpe de estado contra la Segunda República en 1934, tras perder la izquierda las elecciones de 1933. A fecha de hoy esos golpistas, por no ser de derechas, reciben puntuales homenajes oficiales anuales, por no hablar del callejero. Esto lo podría averiguar cualquier persona honesta de izquierdas leyendo, insistamos en ello, los propios periódicos y los propios discursos de la izquierda en los años 30, al menos si nos referimos al PSOE y al PCE. Incluso los líderes de la izquierda hicieron autocrítica después de la Guerra Civil, desde Azaña hasta Prieto, por lo que llama la atención que la izquierda actual, en alguna medida, haya dado un paso atrás en vez de avanzar. Obviamente el negacionismo no es un problema de la derecha, que no niega los errores y crímenes de aquella derecha, recordados hasta la extenuación. El problema negacionista lo tiene la izquierda, que ya no reconoce los propios errores de aquella izquierda, sus propios discursos y sus propias matanzas. La frase “el río se desbordó por ambas márgenes”, de Manuel Azaña, es desconocida por la izquierda actual y de hecho escandaliza a la izquierda actual, como se pudo probar experimentalmente en sede parlamentaria foral.

.

Tal vez deberíamos preguntarnos si, en los últimos años, tal y como se están haciendo las cosas, estamos más relajados, más reconciliados y mejor avenidos, o por el contrario más crispados, más divididos y más cargados de odio. Si sucediera lo segundo, tal vez sea que nos estamos equivocando. A 40 años de distorsión de la verdad, no le pueden seguir otros 40 años, que ya van para 50, de distorsión de la verdad en sentido inverso. Basta ya de distorsión por turnos, enfrentemos todos la verdad. Ambas partes tienen que reconocer errores mutuos pasados, insistamos bastante en lo de pasados, muy pasados, tanto que las partes ya no son aquellas partes tampoco. Salvo por la ETA, hasta hace relativamente poco tiempo habíamos conseguido un apreciable nivel de convivencia y libertad para ser de derechas o de izquierdas, que estamos perdiendo. La única memoria que merece la pena atesorar es la de los antepasados de uno y otro lado que nos querrían ver reconciliados en vez de enfrentados. La manifestación del sábado, ¿avanzó en ese camino o en el contrario?

.

.

 Cargando ...

.